Te equivocas 09

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Pasaron unos cuantos días después de que había limpiado mi habitación y estaba sucia de nuevo. Debía tomar una ducha para ir al colegio, seguramente dejaría en orden otro día.

-Siempre te tardas tanto- la voz de mi padre se escuchaba detrás de la puerta del baño.
-Voy papá- le respondí tratando se sonar tranquila y obediente.

La verdad siempre me consideré una hija obediente, siempre fui tranquila y siempre hacía lo que me pedían, pero mi padre solía decir que "La rata" le había robado a su princesa. Comenzó a decir eso cuando fui a mi primera fiesta con Jungkook.
Había pedido permiso para salir y me lo había ganado. Mi padre nos había estipulado una hora para que yo llegara a casa y media hora luego por mas tardar. No llegué a casa.
Me dejé llevar por la excusa de Jungkook, que yo "vivía muy lejos y que el ya estaba cansado".

Si lo se, fui muy condescendiente con el, permitiéndole hacer y decir conmigo lo que él quería, pero la verdad era que amaba a la chica que salía de mi cuando estaba con el.

Salí del baño y me vestí para ir al colegio. Llegué sin retraso. Llegué tranquila.

El día había transcurrido normal, clases tranquilas. En la hora libre me la pasé junto a Na Min y Su Won. Jimin nos hizo compañía con música para relajar el ambiente. Las clases continuaron y todo marchaba en orden, tenía algunas tareas para el día siguiente. Todo estaba pasando con normalidad, desde Jungkook sin observarme y sin mostrar interes alguno en mi, tal como esos días en los que no estaba en el colegio y las cosas iban tranquilas, hasta Jimin copiando mis apuntes en la clase de lenguaje. Tranquilidad.

Ya era hora de irme a casa, le dije a Jimin que me esperara afuera, yo debía sacar mis libros de mi casillero.

Mi pulso estaba normal hasta que lo vi, dirigirse hasta mi, con esa mirada que me indicaba que estaba molesto, con ese cabello desordenado. Mis palpitaciones aceleraron su ritmo.

-¿Te gusta Jimin?- "me gustas tu" -pense- su rostro estaba serio, no era una broma su pregunta.

-No- respondí. -No te importa eso a ti- complete mis palabras.

-Tu sigues siendo mía- se equivocaba, yo dejé de ser suya cuando sus labios tocaron los de otra chica.

Su cercanía comenzaba a hacerme daño, su respiración le pedía a la mía compañía.
-Te equivocas- no iba a dejarlo hacer conmigo lo que él quería, mucho menos decir lo que quería de mi.
Me aleje de su cercanía, tomé mis cosas y perdí su mirada para toparme con la de Jimin.

No voy a decir que fumar está mal ni tampoco que está bien, porque cada quien se mata como quiere.

"También fuma". Eso fue lo que pensé cuando observé a Jimin fuera del establecimiento del colegio, con un cigarrillo en su mano y apollado en la parte de enfrente de su auto.

Su postura hablaba más que sus ojos, estaba de brazos cruzados con el cigarrillo en la mano, oservandome y esperandome.

Le dió una calada más al cigarro y lo dejó caer en el suelo. Me deje llevar por el humo que salía de su boca mientras yo me acercaba a el. Apagó con su zapato la colilla del cigarrillo.

-Si mi padre se entera que el chico que me lleva a casa, tiene un tatuaje y fuma, es probable que nos mudemos de país- bromeé por ese asunto mientras le sonreía y me acercaba a el.

Jimin se limitó a sonreír tan seco que me llevó al borde de la desesperación, no sabía lo que pasaba con el chico sonriente de siempre.

-Sube- eso fue lo único que dijo y sonó más como una orden.

Se subió al auto y lo encendió. Subí con el.

-¿Puedo llevarte a otro lugar que no es tu casa?- no se que se supone que debía responder yo a esa pregunta.

-Seguro tu padre va a golpearme si llegas después de las 10 de la noche- se corrigió a si mismo, se estaba arrepintiendo de hacerme una invitación para sacarme de la escuela. Otra sonrisa seca.

-Puedo con eso- está bien iría con Jimina dónde quiera que sea que me llevaría si cambiaba ese gesto de no sonreír bien. -¿Donde vamos Jimin?- le pregunté sin miedo, sólo curiosidad e invitandolo a salir del establecimiento.

Le mandé un mensaje a Na Min, para que no se preocupara por mi, sólo por si yo no le contestaba. Aunque creo que no debí decirle nada. Poco después. Mi celular se quedó sin carga.

Mensaje para Na Min: [Saldré con Jimin]

Nico and the Niners de Tøp sonaba en el estéreo del auto de Jimin. Teníamos gustos en música parecidos. Amé eso de la compañía de Jimin.

Llegamos a donde quiera que fuera donde Jimin me traía. Escuché música al fondo cuando Jimin apagó el auto.

-¿Porque me traes aquí?-pregunté y realmente, quería saberlo.

-Quiero que conozcas a alguien- su sonrisa volvió, su preciosa sonrisa que me invitaba a sonreirle de la misma manera estaba allí. Le devolví la sonrisa.

-Está bien- le contesté cerrando el auto imitando su acción.

Sus pasos se hicieron largos y me invitó con la cabeza a seguirlo hasta la casa. Entré con él.

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Aquí sigo
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