Quedate 16

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-¿Te diviertes?- me acerque lo suficiente, acomodandome en la silla donde se encontraba ella para incomodarle.

-Siempre lo hago- su sonrisa, dentadura perfecta. Todo en ella era perfección.
Algo en mi ardió al verla sonreir tan pesimista y superior. Pero cuando el rubor atacó su cara por la siguiente pregunta que le planteé, el sentimiento de poder me abrazó desde adentro.

-¿Y te divierte observarme desde lejos?- pregunté casi seguro de borrar su sonrisa pesimista.

-¿A que se debe tu pregunta?- desvió la mirada. Y esa maldita sonrisa pesimista se asomó en sus facciones de nuevo.

"Quiero saber si te pone verme, como me pones tu a mi en esos pantalones ajustados"
-Curiosidad- contesté.

-¿De que huías el otro día?- preguntó.

En ese momento me di cuenta de lo diferente que era ella a las demás chicas, comencé haciendo las preguntas yo y terminó haciéndolas ella.

-¿Tienes novio?- pregunté casi seguro de su respuesta.

"No"

Busqué su mirada esperando una respuesta.

-¿Eso importa?- Que clase de respuesta formulada en pregunta era ésta, acaso no le importaba estar conmigo teniendo novio.

"Perfecta, perfecta, perfecta.."

"Claro que me importaba si tenía un novio, una niña perfecta como ella, debía estar con niño perfecto y de su altura".

Quise saber si había un chico perfecto.

"Tal vez quise saber si alguien ya le bajaba el pantalón o le subía las faldas".

-¿Tu que crees?- pregunté.

Un pequeño gesto entre sus cejas me hizo saber la duda que la atacaba.

-No entiendo tu pregunta- había sinceridad. O me mentía, si miente ya no es perfecta. Sus gestos se volvieron a la defensiva, se acomodó en la silla.

"Perfecta o no, sería mía"

-Yo se lo que eres Li Eun- espeté.

"Eres mía"

Me acerqué y besé sus labios, no hubo respuesta ni seguimiento del beso, no hubo incomodidades observé sus ojos y ella observaba los míos. Definitivamente me estaba volviendo loco, se alejó de lo que nos unía.

"Comencé a jugar con fuego, buscando quemarme junto a ella".

Los días siguientes, la observé lo suficiente para darme cuenta de todos sus gestos.

"Maldito acosador"

Había un gesto en ella que me encantaba. Cuando estaba nerviosa solía pasar su lengua por sus labios secos y con falta de humedad, tomaba la orilla de su falta o de su suéter y lo doblaba hacia arriba haciendo un rollito una y otra vez.

Tanto observarle me llevó a darme cuenta que no era la típica chica rosa, o la niña dulce y mimada.

Era perfecta si, amaba las cosas bien hechas, si, Pero le gustaba jugar sucio y ganar siempre.

"Mía, toda mía"

-¿Jungkook podrías ayudarme?- una voz dulce llamó mi atención y deje de observar a Li Eun.

-Claro- le sonreí.

Parecía una pequeña niña del primer año. ¿Como sabía mi nombre?.

-Tengo que llevar estos a la biblioteca- me dijo señalando una fila de libros sobre la carreta que llevaba. Tomó los de encima y me los extendió.
Caminé tras ella.

-¿Así que Li Eun es la que se roba tus pensamientos?- preguntó con una vocecita casi de niña pequeña.

-¿Que edad tienes?- pregunté obviando su pregunta por completo.

-Trece- lo dijo tan orgullosa, que pude creer que era más niña aun.

-¿Porque te han mandado a ti sola, con todos estos libros?- pregunté incrédulo, eso era mucho para trece años.

-Me gusta ayudar Jungkook- dijo alzando los hombros. -¿A ti no?- preguntó.

-Ayudo a quien se lo merece- solté guiñando un ojo para ella.

Una pequeña sonrisa cruzó por su expresión.

Después de ayudarla me fui a la terraza del edificio iba a sacar un cigarro cuando Li Eun entró en mi campo de visión a la terraza. Sus ojos traían un bello color naranja sobre el párpado, había frustración en ellos y sus labios pintados de un dulce rosa se veían tentadores. Se acercó a la orilla y yo salí de mi escondite. No me vio pero observé como estudiaba a cada uno de los estudiantes que se miraban desde arriba. Un pequeño acelere apareció en mi corazón, a verla.

-Quedate allí- pensé.

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Volví.... yeeeeeeei
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✩¿Donde Están Mis Rosas?★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora