✩¿Donde Están Mis Rosas?★

Perdedor 14

No me fui de mi país con la idea de hacerle caso a mi padre, alejarme de mi casa estuvo totalmente en contra de mis deseos.

"Las cosas no suceden por algo sino para algo"

Mi padre me había mandado un poco lejos, mi relación con él era similar al agua y el aceite. Las cosas se habían ido a la basura cuando mi padre comenzó a querer hacerme cambiar y a culparme de toda la mierda que le pasaba a mi familia. Me fui lejos. Conocí personas, excelentes personas. Aprendí cosas.

"Me volví un asco"

Cuando regresé de nuevo a mi casa, regresé al infierno que se había desatado en mi ausencia. Si cambié, pero nadie dijo que debía ser para bien, me había caracterizado a mi mismo tal como mi padre me describía "eres un perdedor".

No sabía si quedarme a donde me había mandado era mejor que haber regresado.

Los días en el Instituto eran un asco, por lo general sentía tantas miradas pesadas sobre mis hombros porque había regresado, esperaba que en dos semanas los rumores cambiaran. Yo había cambiado, mi estatura había aumentado y la ropa que había dejado aqui ya no me quedaba.

"El pene te creció"

Había alguien que me costará olvidar y espero volver a verle en algún momento. Me enseñó cosas que nunca más nadie podrá enseñarme. Esos amigos que te trae la vida pesan cuando dejas de verlos.

En cierta ocasión cuando Li Eun y yo aun no nos conocíamos comencé a escuchar sobre ella. A estas alturas yo no tenía muchos conocidos, ni amistades cercanas todos aquellos que eran cercanos a mi se habían ido. Lo cierto es que yo conocía de cierta manera los rumores que se hablaban de mi, algunas chicas no tenían la prudencia de hablar en tono moderado cuando yo pasaba por los pasillos del instituto. Pero yo no era el único que permanecía en la boca de los demás. Ella también rondaba en rumores.
Li Eun. "Familia perfecta", "notas perfectas", "linda y perfecta".

Haber si lo perfecto se le quita. Mi intención no era cruzarme en su camino, al contrario. Me resultaba una niña falsa, alguien a quien le habían pintado un mundo de rosas, la habían metido en una burbuja y permanecía alli intacta.

Uno de los muchos días de clases, me sentí muerto y me salté una clase. Ofuscado y exhausto. Estudiar. Que asco.

Me salí a la parte trasera del instituto y encendí un cigarrillo. Antes de irme yo no llevaba estas costumbres. Al haberme ido y regresar las traje conmigo.

"Algunos amigos de la vida no te enseñan siempre cosas positivas"

Un pequeño grito a mi persona me hizo tirar la última calada al cigarrillo y lanzarlo al cesped aplastando su esencia. "Estudiante, a tu clase!" el grito del consejero me hizo correr. Entrar a algún salón mientras impartía una clase era de muy mala educación. Opté por esconderme.

"Sala de computación"

No debería haber nadie aquí pero me topé con dos chicas dentro. Pedí silencio. Solo estaría aqui hasta que el consejero pasara sin notarme.

Esa imagen se quedó grabada en mi cabeza, cabello largo, una mirada bastante ilusa, nunca la había visto.

-Disculpa- me dijo con una voz dulce.

Trataron de sacarme de la sala de computadoras, esto era divertido.
Apague la luz.

-Disculpa- llamó una voz diferente.

-Disculpa- disculpa, disculpa, disculpa.

- ¿Podrías encender las luces de nuevo?- si lo pides así, haré lo que quieras. Puedo metertela si quieres. No iba a responder eso.

-Si- le respondí. -Sólo espera unos minutos dejaré la luz de nuevo y me iré- me fui por el otro lado, yo no miraba nada y seguramente ellas tampoco.

Me interesó calmar el ambiente pero creo que fue todo lo contrario. -¿Cuales son sus nombres?- pregunté.

-Li Eun- su voz se escuchaba a la defensiva.

-Na min- dijo la otra chica.

Un maldito olor a uvas toco mi nariz y seguí ese aroma y la sentí de pie frente a mi. Que delicia. Me bajé un poco y le solté con un tono bastante alargado.
-Yo soy Jungkook- tenía a la niña perfecta a oscuras cerca de mi.

Sentí sus manos tocar mi cuerpo y empujó para alejarme de ella.

-Lo siento- me disculpe. Esto me daba risa. Me tenía miedo. Virgen. Si que era perfecta. ¿La perfección se pega?.

No sabía que tanto me había equivocado al entrar en ese salón. Pero salí de allí. Si era perfecta pero no vivía en una burbuja como yo me había planteado.

Algunas cosas cambiaron bastante desde que yo me fui. O tal ves era lo sólo que me sentía. La única persona cerca de mi era mi prima a la cuál le importaba una mierda el colegio y asistía cuando quería.

-No estoy para fiestas del culo- esa fue mi respuesta cuando me invitó a ir con ella a una fiesta de cumpleaños.

-Necesitas algo diferente, no es lo que piensas, ya no estás para piñatas, no voy a llevarte a partir un pastel- aclaró ella sacando de mis manos el cigarro que iba a meter a mi boca. Tomó el mechero lo encendió lo caló y me lo extendió.

- ¿Tu desde cuando fumas?- pregunté atónito. Lo tomé, Inhale.

Tomó el cigarro lo tiró al suelo aun sin acabar toda la colilla, lo pisó y se colocó de tras de mi.
Me abrazó -Me has hecho mucha falta- arregló el cuello de mi camisa y me dijo por última ves.
-¿Vienes o no?- yo pregunté primero. Solté el humo.
-¿Desde cuando fumas?- repetí. Sonrió y me dignó de un masaje en la espalda y tocó mi cuello.
-Te has perdido muchas cosas kook- su sonrisa me invitó a seguirle. Comenzó a hacerme cosquillas.
-Iré- respondí. Sonreí cuando vi a Li con la esperanza de que ella asistiera. Quería hablar con ella sus ojos me habían estado observando hace unos días.

Su culo se la pasaba siempre cerca sin acercarse. ¿Que quería?

-Es de el hermano de Su Won- me respondió Hyemin cuando le pregunté, ¿de quien era la fiesta?.

-¿Quien putas es Su Won?- pregunté burlando.

-Él- contestó Hyemin viendo en dirección al pasillo y vi a un chico abrazar a Li Eun. Sin duda ella iría a la fiesta.

Me despedí de Hyemin y llegue a casa. No había nadie como siempre.

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Ya era hora de que Jk hablara.

Disfrutenlo ❤