Capítulo 3

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Abrí los ojos parpadeando varias veces, me encontraba en una habitación desconocida para mi memoria, entonces miré hacia la ventana, aún era de noche. Había una silla en frente de la ventana con la ropa que llevaba puesta para la fiesta en la parte superior. Inmediatamente, levanté la sabana para comprobar que llevaba puesto. Mi esbelto cuerpo estaba cubierto por un vestido rosa chicle que me llegaba hasta las rodillas. Rápidamente se me paso la pregunta más obvia que a la vez me estremecía.

¿Cómo me había cambiado de ropa?

Acaso... acaso alguno de ellos me había desvestido o quizá se habían aprovechado de mí. Las dos ideas me aterraban, pero una algo más que la otra.

Entonces escuché un ruido que provenía cerca de la ventana, por lo que dirigí mis ojos hacia allí. Una silueta apareció sentada, con la cabeza agachada; tenía los brazos apoyados en sus piernas y sus manos se juntaban al final.

—¿Cómo te encuentras? —Me preguntó sin mirarme a la cara.

—¿Qué queréis? Quiero irme a casa —pedí.

—No puedes Lia, todo se ha complicado.

Intenté descubrir su cara, pero estaba demasiado oscuro, y apenas diferenciaba las voces de aquellos jóvenes.

—Mis padres se preocuparán.

—Tus amigos han tenido un accidente de coche y han muerto —explicó.

—Me darán por muerta —terminé su frase.

—¿Sabes? Es una pena, venias muy bien —Dijo una tercera voz que apareció al lado del otro mientras cogía parte de mi ropa.

—¿Cómo es que mi ropa está ahí? —Quise saber.

—No hagas preguntas que no quieres saber, pequeña —respondió el que estaba sentado, y levanto la mirada clavándola en mis ojos.

En aquel momento me di cuenta de quién era, aquellos ojos eran fáciles de reconocer, tan increíbles como inolvidables.

Era Harry.

—Ya que veo que tu no vas a hacer nada, ya lo hago yo —pronunció el otro muchacho acercándose a mí.

Cuando apenas estaba a dos metros de mí su cara se aclaró, era Liam.

—Tenemos que...trabajar —puso un tono irónico es esto último—. No puedes salir de aquí, debes permanecer quieta.

—Si —afirmé ilusionándome con que podría escapar.

—No me malinterpretes —pidió Liam—. Aún no confiamos en ti, entiende que hayamos elegido esta opción. Al fin y al cabo, es la mejor para ti.

—¿Qué quieres decir? —Interrogué.

Él solo se limitó a sonreírme, entonces me agarro de la mano y me ató a la con unas esposas.

—¿Pero qué? —Dudé—. Me aprietan mucho.

—Mejor. Debo irme —se despidió sacudiéndome el pelo con su mano, como si fuera un perro.

Se acercó a la puerta y se preparó para salir, pero entonces miró para atrás, a su compañero quien no se había movido. Los dos cruzaron miradas durante unos segundos hasta que Harry se levantó lentamente.

—Ahora voy —Dijo al fin.

—Recuerda que todavía nos queda el banquete, así que no te llenes —advirtió desapareciendo.

Dirigí mi mirada hacia Harry intentando descubrir en sus increíbles ojos que quería, pero solo me perdía entre el verde de sus ojos.

Entonces se acercó a mí, colocó sus manos en las esposas y me las aflojo.

Secuestrada por vampiros (SpV#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora