Capítulo 13

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Corrí por todo el bosque, suponía que no me perseguían, pero solo pensaba en alejarme de aquella casa, alejarme de Henry.

No quería creerme sus palabras, por mucho que supiese que era verdad, aquella idea la tenía totalmente bloqueada.

Llegué hasta la tumba en la que se encontraba enterrado la primera víctima de Harry. Me senté apoyándome en el árbol que había al lado y grite y llore todo lo que pude hasta desahogarme.

Cuando mis ojos se quedaron sin lágrimas me tumbé en el suelo y comencé a arrancar hierba. A penas me daba cuenta de este detalle, solo podía pensar en mi difunta madre, en mi padrastro y en mi hermana. Ellos eran mi verdadera familia, no estos.

Poco a poco se me fueron cerrando los ojos hasta que me quedé dormida, sin embargo, no tarde en desvelarme ya que el ruido de un motor hizo que volviera a aquella escena.

Era uno de los sirvientes de los chicos, me quedé en silencio y escuché como maldecía a su moto por que se había estropeado. Decidí acercarme para preguntarle si necesitaba ayuda.

—¿Necesita que le eché una mano?

—Oh Lia, eres tú —Dijo al haberle asustado—. Henry me ha pedido que me encargue de... —Observó mi cuerpo de arriba a abajo— unos asuntos, pero la moto se me ha estropeado.

—Mi pa... mi padrastro — Me corregí—, me enseñó algunas cosas sobre la mecánica. A él le encantaba, deja que te ayude, no sabré mucho, pero creo que esto puedo solucionarlo.

—Te agradezco que me ayudes.

Observé cada hueco de la moto, hasta encontrar que era lo que fallaba, posteriormente, lo coloqué bien y le sonreí señalando que ya estaba. Probó arrancándola y funciono a la perfección.

—Gracias —pronunció sonriendo—. Oye... no querrás que te acerqué al pueblo ¿verdad?

Me quedé pensando en esa idea unos segundos, si iba al pueblo podría visitar a mi hermana y a mi padrastro, lo cual me animaba.

—La verdad es que sí.

—Bien, sube.

Me senté detrás y le agarré de la cintura, algo avergonzada.

—Hay otro casco hay detrás.

Tal como me indicó había un segundo casco, me lo coloqué. Después, me agarré a él y arrancó.

Pronto llegamos al pueblo y me dejó en la primera esquina que pudo.

—Gracias por acercarme —agradecí guardando el casco.

—No ha sido nada, si acabo rápido con esos críos te puedo volver a llevar.

—Bien —respondí.

Antes de que fuera a arrancar algo se me paso por la cabeza, acabar con esos críos, encargarse de un trabajo... el asesinato del otro pobre trabajador. Iba a ir a matar a sus hijos.

—¡Espera! —Bramé intentando que me escuchara, pero ya había arrancado.

Corrí lo más rápido que pude para atraparle, por otra parte, las calles estaban repletas de gente. Por un momento tuve que pararme, buscarle y al volver a correr, ya le había perdido. Me encontraba en un cambio de dirección, di una vuelta entera esperando encontrarle.

—Mierda —gruñí.

Pero, por cosa de un milagro, vi la moto apoyada en un callejón de la siguiente avenida. Empecé a andar, moviendo cada vez más rápido mis piernas, hasta que llegué. Al final del camino había una casa de dos pisos, abandonada entre la pobreza.

Secuestrada por vampiros (SpV#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora