Secuestrada por vampiros (SpV#1)

Capítulo 18

Volví por aquellas calles, esta vez había algunas personas paseando por allí. Entonces me dispuse a volver al callejón, cuando me choqué con la policía. Habían cubierto la escena con cinta y habían clasificado las pruebas con números. Me había llevado el cuerpo, pero la sangre y algunos restos pequeños seguían ahí.

En una de las esquinas estaba el otro chico, detenido, había confesado todo y no podía dejar de llorar sin comprender bien lo ocurrido.

Le miré indecisa, cuando este choco con mi mirada y se asustó, intento delatarme, pero para cuando los policías le hicieron caso yo me encontraba muy lejos de aquella escena.

Llegué a mi casa, a mi antigua casa. Mi padre estaba preparándose el desayuno, a punto de irse a trabajar. Respiré varias veces intentando tranquilizarme y entrar en la casa, pero ver a mi padre me bloqueaba. Entonces pensé que quizá era mejor irme, ya le había visto, y se encontraba bien, pero me faltaba encontrar a mi hermana. En aquel momento mientras miraba a las ventanas esperando ver la silueta de mi hermana, mi padre miró y me vio. Yo no llegué a verle, pero poco tardo en caérsele la botella de leche al suelo, lo que me hizo mirar y chocarme con su mirada.

—¿L...Lia? —Tartamudeó mientras se le humedecían los ojos.

En aquel instante salió de la casa sin poder andar si quiera y yo corrí hacia sus brazos sin pensarlo ni un segundo.

—¡Lia! —Bramó emocionado.

—¡Padre! Me alegra saber que estas bien —Dije observándole y asegurándome de que estaba bien.

—Sabía que seguías viva, ellos decían que no, pero yo estaba seguro de que sí.

—¿Ellos? — Dudé—. ¿Qué ellos?

—Unos chicos, yo no les echaba mucho más que tú, pero confirmaban que eran policías.

Por un momento se me paso por la cabeza que aquellos chicos podían ser los hermanos, pero pronto me di cuenta de lo estúpido que era aquella idea, o quizá no.

—¿Donde esta Cynthia? —Cuestioné preocupada por mi hermana.

—Se a quedado en casa de una amiga a dormir, se alegrará de saber que sigues viva, se quedó destrozada al contarnos tu accidente.

—Me hubiese gustado verla ahora— Informé entristecida.

—No tardará en volver, para comer estará aquí —siguió mi padre—. Prepararé tu comida preferida. ¡Ah! y no he tocado tu habitación, sigue igual que cuando te fuiste.

—Papá —le corte—. No puedo quedarme —La sonrisa que lucía en su rostro pronto se borró—. Vendré a veros muy a menudo, pero no pudo quedarme.

—¿Por qué? ¿Acaso te has metido en algo?

—Yo... ya no soy la misma —resumí suponiendo que no me entendería.

—¿Te has convertido en uno de ellos? —Pronunció, serio.

Me dejó inmóvil, ¿sabía que eran vampiros?

—¿Cómo lo sabes?

-Tú madre me conto su historia con Henry y sabía que a la fiesta que ibas, iban a estar sus hijos.

—Mis hermanos —corregí.

—Veo que eso también te lo han contado.

—Así es.

Agachó la cabeza, entristecido.

—Papá, eso no cambia nada, tú eres mi padre y Cyn es mi hermana, todo lo demás me da igual.

Entonces me miró sonriendo y me abrazó.

-Te quiero Lia, seas mi hija biologica o no.

—Y yo.