Secuestrada por vampiros (SpV#1)

Capítulo 16

Me levanté de aquel envejecido sofá. Inconscientemente, comencé a masticas saliva, notando poco a poco como cambiaba de un sabor amargo, a uno aun peor.

—¿Cómo te sientes? —Quiso saber Zayn dándome la mano para ayudarme a levantarme.

—Bien —toqué algunas partes de mi cuerpo antes de continuar—. Creo que bien.

—Está bien Lia, probemos —continuó curioso Calum—. Travis, venga un segundo.

El sirviente vino lo más rápido que pudo, trayendo con él un olor tan bueno como peligroso. Me daban ganas de morderle para probarlo, pero me resistí, creyendo que aquello era normal.

—Primera reacción positiva —analizó Louis.

—Vamos a probar algo más arriesgado —propuso Liam, aceptando con la cabeza.

Calum agarró un cuchillo y en un solo movimiento rápido, rajó el brazo de Travis. Concretamente, en la zona de las venas, dejando resbalar por sus arrugadas manos calientes gotas de sangre.

Aquella opción provocó que me lanzara sin pensarlo contra Travis. Me salieran unos colmillos que podían penetrar su piel sin problema dejando dos circulas casi perfectos en su robusto y espeso cuello.

—¡Lia, no! —Regañó Niall, agarrándome de la mano y echándome hacia atrás—. No sabes controlarlo, le matarías y sé que no quieres hacerle eso.

El joven tenía razón, pero no estaba escuchándole. Acaricié mi rostro, mientras lo veía reflejado en un espejo que tenía delante, sin poder creerme en qué me había convertido. Sin poder reconocerme con aquellos temerosos ojos y los colmillos en punta. Lo cual causó que mis ojos se humedecieran velozmente, al mismo tiempo que me caía al suelo ocultando mis lágrimas con las manos.

Ya no podía volver al pueblo, no volvería a ver a mi familia, no sin sentir ganas de matarles o morderles.

—Acabaras controlándolo, no te preocupes —pronunció dulcemente Harry, abrazándome.

*****

Niall prometió enseñarme a cazar sin matar a demasiados animales, mientras que Harry me propuso ayudarme a controlar mi ansia de sed, para poder estas con gente sin desear matarles. No obstante, primero debía de descansar, por lo que me fui a la cama.

A penas eran las cinco de la mañana cuando la luz de mi cuarto se encendió.

—¡Buenos días, Lia! —bramó Niall trayendo con sigo algo de ropa.

—Pero... si no son ni las cinco —me quedé tapándome la cara de la luz.

—Es la hora perfecta para levantarse e ir a cazar algo —informó arrancándome de las manos las sábanas y tarándome la ropa—. Póntelo, en diez minutos te quiero ver abajo.

—Está bien —pronuncié, deseando que se fuera.

En cuanto lo hizo agarré la manta y me tapé de nuevo, dispuesta a dormirme. Por mala suerte, ya me había despejado.

—Los vampiros solo cogen el sueño una vez, por eso dormimos poco —siguió Niall, quitándome de nuevo las sábanas.

—Mierda —susurré indignada.

—¿Qué? —dudó este, frunciendo el ceño.

—No, nada... —respondí levantándome y observando la ropa.

—Te quedan ocho minutos —advirtió desapareciendo.

Analicé aquellas prendas. Sus colores eran fríos, como los vampiros. Minutos después de acabar de vestirme bajé y busqué a Niall, quien no apareció hasta que no fue justo la hora.