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Tiempo atrás.

Aún cuando Jiin podía irse a su casa y vivir junto a su hermano. La verdad es que no se siente seguro en ninguna parte más que en su habitación del hospital y ocasionalmente en el food truck de su querido hermano mayor.

Pero ese día sería diferente, ahora que sabia que la amenaza que lo temía atemorizado ya no estaba y el resto de los peligros que podrian ir contra su cabeza, desaparecieron. podia ser un poco mas libre. iniciando que se había aventurado a pasear por otras zonas del hospital sin muchas restricciones. Lo tenían categorizado como paciente psiquiatrico y muchos del personal médico junto con otros servicios ya lo conocían desde niño así como le tenían un menudo aprecio así que, lo dejaban ir y venir a su antojo, siempre y cuando usará su pulsera de identificación y un gorrito especial cuando ameritara. Jiin en esta ocasión se aventuró a ir a los consultorios. No son muchos en realidad en aquel hospital. Puesto esta especializado en la atención médica que las visitas programadas.

No había muchas novedades entre las pequeñas oficinas de los doctores así que se sentó junto con algunas secretarias que ya le conocían y le recibieron con bastantes ánimos. incluso algunas le regalaban golosinas.

Todo en orden pero en el momento que ve una persona muy particular salir del consultorio de medicina interna, su mente no lo logra comprender.

¿Qué hacía ahí Kogami-kun?

Claro es más que obvio lo visita porque esta enfermo. Pero visita al médico especialista en medicina ínterna y oncologia es bastante extraño. Además, Yusaku no está con el.

Jiin sabía el pequeño secreto de Yusaku. Sabía que El y Revolver son amantes. ¿Por qué secretos? Ni idea pero lo son. Se entero por accidente cuando pillo a Yusaku por teléfono una vez que se quedó dormido en el asiento del piloto del food truck. creyendo que estaba solo en el camion, el peliazul Lucía una pequeña sonrisa soñadora y el brillo de sus ojos no podían esconder el amor por la otra persona detrás de la línea. Fue una enorme sorpresa enterarse que se trataba de Ryoken Kogami.

Pensó que debían tener poco tiempo siendo pareja por tierno sonrojo en sus mejillas así como una mirada llena de amor que el peliblanco con mechas purpuras se perdía o Que tal vez tenían tiempo saliendo pero aun no lo habían hecho oficial. Después de todo, Yusaku no es muy expresivo en muchas cosas.

Así que decidio callarse y sonreí con ligera travesura. Yusaku se merecía su propia historia con final feliz. despues de todo, el peliazul habia hecho mucho por ellos y sufrio igual o mas que ellos.

Volviendo al tema de Ryoken en el hospital se vio tentado a preguntarle que ocurría pero no es tan cercano al joven de cabello blanco para algo así. Asi que mejor lo descubría con el tiempo. Después de todo en ese hospital las noticias novedosas no tardan en circular y mas cuando se trataban de personas que tenian pinta de artistas.

Paso un par de días más y seguía viendo cómo iba y venía el peliblanco con mechas purpuras. A veces con expresiones de preocupación, otras de temor, alguna veces marcaba por teléfono pero no había respuesta o si lo había. La llamada duraba menos de lo esperado. Jiin seguía mirando al hermoso joven desde la sana distancia, sin comprender porqué el joven venía a la clínica sin compañía sea de sus allegados o de Yusaku, si se notaba a lenguas que el joven está pasándola mal. Muchas veces, lo veía sentarse en la sala más solitaria y ver sus expresiones de dolor, otras de confusión y otras de un terrible pesar.

En esos lapsos, Jiin era acompañado de Windy, su compañero Ignis. Quien aun dijera sin tapujos que no le agradan los humanos, le gustaba estar con él joven pelimorado. El chico le mostraba cosas completamente nuevas y fuera de la vista de las personas normales.