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-no esperaba verte aqui... despues de todo es una restringida-el tono sorprendido y adormilado de su voz es tan clara por el gran espacio en aquella sala y las pocas interrupciones por los sonidos de las maquinas.
-me escabulli aqui-comento sin acercarse mucho aunque deseaba hacerlo.
-o tienes demasiadas influencias-sin querer, ambos compartieron una sonrisa.

-amor no correspondido...-repitio Takeru sin creer lo que escuchaba. era imposible que Ryoken enfermara de esa forma por no ser amado. aunque si existia la depresion y los estados manico-depresivos en ciertas personas hasta aquellas que fingian estar enfermas hasta que manifestaban sintomas ¿porque no podia ser una enfermedad que causara que una persona tosiera y vomitara flores?

-¿cuanto tiempo llevas enfermo de cancer?-el bicolor se atrevio a preguntar. temiendo por la respuesta, quiza es muy reciente y su tratamiento aun no da resultados esperados. pero no restaba que se sentia asustado.
-dure 2 meses en estudios para diagnostico y llevo 8 meses en tratamiento-explico brevemente.
-¿y sobre lo otro? -
-tengo poco que me enteré de ustedes. -

-entonces... ¡yusaku no sabe que estas enfermo!- se puso de pie de golpe, haciendo cuentas rapidamente. el peliazul y el tenian 6 meses de noviazgo, en ese periodo de tiempo, Yusaku ya no prestaba atencion a Ryoken, por tanto, no sabe de sus enfermedades ni el estado delicado de salud en el que se encuentra.

-¡no se lo diras!-
-¿estas bromeando? tiene que saber que... que estas enfermo. que vomitas flores y sangre-apuro el adolescente con un ligero temblor de manos. Yusaku debia saber que su expareja probablemente necesite ayuda o algo parecido, no solo el, tambien el resto de los caballeros de Hanoi. el mayor de ojos estelares ya habia confirmado que nadie excepto Flame y el lo sabian. entonces Ryoken lo hace sentarse otra vez en el sofa y le mira a la cara con sus ojos brillando con lagrimas retenidas.

-¿crees que no lo he pensado? ¿crees que es facil para mi llevar todo este proceso solo con mis propias fuerzas? yo iba a decirle a Yusaku lo que pasaba conmigo. que necesitaria mas que nunca su apoyo y esperanza para seguir adelante pero cuando supe que estaba contigo... todo se derrumbo-esto ultimo fue una dolorosa estaca en el corazon de ambos. Takeru sufria por la culpa mientras que Ryoken en abrir nuevamente la herida.

-queria quitarte del medio. del metodo que fuera posible, por derecho de antigüedad, porque renuncie a la ultima voluntad de mi padre para que el estuviera tranquilo, porque le amaba demasiado y ya habia planeado un futuro con el aunque esta enfermedad intentara truncarlo. hasta que me di cuenta de algo... ¿y si llegaba a morir?-esto dejo un frio sentimiento en el ambiente. tan denso y silencioso se volvio aquella sala que se podia escuchar con claridad las respiraciones de los dos asi como el suave sonido del motor del aparato para duelo de monstruos.

-si moria... Yusaku se quedaria solo. no tendria apoyo de nadie, nadie podría ayudarle a entender lo que es vivir una enfermedad de este calibre. Specter lo odia, la doctora Taki y Fausto se tienen entre si, Genome su familia en Suiza, los hermanos Kusanagi son unidos, tu tienes a tu familia. no podia... no podia dejarle a Yusaku esa carga... Ya han sufrido demasiado... Todos... - calientes lagrimas brotaron de los ojos de Ryoken, deslizandose lentamente. apreto sus hombros asi como sus manos contra el cuerpo contrario, buscando fuerzas para continuar.

-en el momento que supe que Yusaku se habia fijado en ti y decidio continuar su camino por su cuenta a tu lado. supe que mi ciclo con el habia terminado, que merecian su oportunidad de ser felices del modo que fueran. por eso no le dije nada, por eso no insisti mas. ya han sufrido demasiado por mis pecados, por los pecados de mi padre como para agregarle esto tambien-Ryoken solto al joven que le veia expectante. casi incredulo por lo dicho por el exlider de los caballeros de Hanoi. Siempre veía al joven hombre como alguien impasible, poderoso pero ahora... Lucía tan humano y frágil, sus emociones reprimidas de un amor no correspondido y abandonado en un momento de necesidad.