A de Antisocial

Capítulo 5

Humillación

Después de escuchar el timbre, mis padres van corriendo a abrir la puerta. Detrás de ella, aparece una pareja muy elegante. Ya entiendo el porque de haberme obligado a llevar camisa. La mujer, lleva un vestido blanco que seguro será de marca, y el hombre, un traje también de marca de color negro, con una corbata blanca. Mis padres, van más o menos parecidos. Mi madre, lleva un vestido color rosa, y mi padre, un traje azul marino con una corbata negra. En cambio, Ryan, va un poco más informal: camisa y corbata con unos vaqueros. A él, nuestros padres no le dicen como a de ir vestido, porque según ellos, con todo lo que se ponga se va a ver formal y guapo, no como yo. Yo siempre he de vestirme con la medio aprobación de mis padres, y digo media porque nunca estarán satisfechos conmigo. A parte de la camisa, llevo unos vaqueros con unos tirantes que van a mis hombros, a mis padres no les gusta esto, pero a mi no me gusta llevar la camisa, así que estamos a mano. 

En el momento que caigo en la realidad, mis padres hablan animadamente con ellos y con Ryan. Ahora resulta que se conocen todos, menos yo. Cuando ya han pasado unos cinco minutos y se ve muy claro que se han olvidado completamente de mí, decido carraspear para dar a conocer de mi presencia. 

-Oh, este es Joshua, mi otro hijo. Joshua, estos son los señores Daniels, son los entrevistadores para ver si entra Ryan en el equipo de rugby de la universidad a la que asistirá. -Ryan, es más grande que yo, y aunque le falte un año sin contar este para ir a la universidad, va al instituto conmigo porque hace el primer año de bachillerato, yo, voy a cuarto de la ESO. 

-Encantado. - No soy muy bueno hablando con las visitas, por eso, cuantas menos palabras, mejor. 

-Entonces, por que no vamos un rato al comedor a hablar mientras se acaba de hacer la cena. -Habla mi madre. No me había fijado que había pasado tanto tiempo desde que volví a casa. 

Todos nos encaminamos al comedor, pero mi padre me detiene.

- Más te vale no hacernos quedar mal, porque entonces, habrá problemas. ¿Entendido?- Ante eso no tengo más remedio que asentir a lo que dice mi padre. 

Una vez ya en el salón, mi madre se va con la señora Daniels a la cocina, y los que quedamos, nos vamos a sentar al los sofás. Una vez sentados, Ryan, mi padre, y el señor Daniels, empiezan a hablar de la jugada de un partido muy importante de un partido de rugby. Como yo no tengo ni idea, quedo totalmente excluido de la conversación, metido en mis pensamientos. 

-Y tú Josh, ¿Qué opinas de la jugada de América contra Australia?- En este momento me quedé congelado, no tengo ni idea de que he de responder. Por suerte, mi padre interviene. Espero que no diga nada que me haga quedar mal.

-Disculpa, pero Joshua no tiene ni idea del rugby, de deportes en general. Él a cambio de Ryan no sabe ni la diferencia entre una pelota de básquet y una de fútbol. 

Quiero matar a mi padre. En el momento que dice eso todos se empiezan a reír de mi. 

-La cena ya está lista. -Por primera vez en mi vida me alegra de que mi madre interrumpa la conversación. En fin, pasamos todos a la mesa del comedor, porque se ve que ya ha traído la comida, y nos sentamos. Por buena suerte, me toca a al final de la mesa. No tengo a nadie al lado izquierdo, pero al derecho está Ryan. En la cabecera está mi padre, a su lado izquierdo mi madre, y al lado derecho el señor Daniels, que a su lado está su mujer. Al lado de mi madre, está Ryan, y como e dicho antes, yo. 

Toda la cena se la pasan hablando de deportes y de lo bien que le va a mi hermano ser capitán de se equipo. Se olvidan completamente de mí, y me alegro por eso. Sinceramente, rezo para que no me vuelva a hablar el invitado. 

-Josh, cuéntame, ¿Sí no te gusta el deporte, entonces que haces?

Yo no se porque rezo, si al final, todo sale en mi contra. En fin, tampoco es que crea mucho en Dios, así que mejor sería decir porque pienso tanto. 

Levanto la cabeza, y noto a todas las personas de la mesa mirándome. Mis padres con la mirada de te vas a cagar como no contestes bien, mi hermano burlándose de mi, y los señores Daniels con curiosidad. 

-Bueno, yo...

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