Capítulo 20

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Hola a tod@s espero que les esté gustando la novela. He decicido adelantarla un poco ya que los capítulos sin Jared son totalmente aburridos. Alex vivirá su vida pero seguirá siendo la misma chica dura de siempre.       

                     5 años después

Seguro que se preguntarán que es de la vida de mis amigos, pues Jacob quería estudiar para ser músico, así que se fue a la universidad de Clint. ¿Y Adele? Ella se fue a la universidad de Saintsburg porque quería ser pintora y el mejor lugar era allí. Ahora los dos han terminado sus carreras y son muy conocidos por su gran trabajo.

Mi hermano es ahora un famoso jugador de fútbol americano que tiene a todas las chicas locas detrás de él, y encima juega en uno de los mejores equipos del mundo. Él no es como yo, si ve dinero y chicas, puede hacer del fútbol americano una diversión.

Los años pasaron bastante bien para Brandon y para mí, ya que estábamos a punto de terminar nuestra carrera para ser veterinarios. Ya solo quedaba un mes y todo terminaría por fin, tanto esfuerzo y tantos años pegados a un libro han dado resultado. Tengo 22 años ya y dentro de una semana será mi cumpleaños. Estamos en la universidad de Pacific Ocean, la mejor universidad con especialidad en veterinaria, y encima, el lugar a donde se mudaría Jared para curar a su hermana.

Me levanté temprano porque tenía que ir a la universidad a hacer el último examen. Si lo aprobaba ya podría recoger el título dentro de un par de semanas. Brandon me llamó haciéndome preguntas de todo tipo sobre animales. Qué pesado, le colgué y seguí caminando.

Entré y recorrí todos los pasillos buscando la sala en la que se haría el examen final. Por esos pasillos me encontré a Brandon.

-Corre tía que el examen va a comenzar en cinco minutos. –El tío era rápido.

-Qué pesado, que vamos a llegar a tiempo.

Y así fue, llegamos a tiempo. Brandon empezó a trabarse mentalmente y sacó todos los apuntes. El profesor pasó para dar un último vistazo.

-Queda un minuto para el examen. Señor Brandon, todo lo que intente aprenderse ahora le será imposible, pues no se le va a quedar nada.

Brandon los volvió a guardar nervioso y me miró.

-¿Qué? –Dije jugando  con mis tres bolígrafos.

-¿En serio Alex? ¿Tenemos un examen que nos dará el título de veterinaria y tú te dedicas a jugar con los bolígrafos en vez de estudiar? –Empezó a morderse las uñas.

-Tío, ¿no has escuchado al profesor? No se te va a quedar nada tonto, solo relájate y piensa que lo vas a hacer bien.

El profesor dio por finalizado el tiempo de repaso rápido y nos entregó los exámenes. Tres horas después ya todos habíamos acabado. La verdad es que estaba fácil porque había estudiado, pero todavía queda saber la nota.

Salimos del aula y nos fuimos a tomar algo a la cafetería. Brandon estaba temblando como un flan y tuve que pedirle un té.

-tranquilo, seguro que te salió bien, mañana nos dan las notas y ya verás que estás aprobado.

-¿Y si no lo estoy?

Ya no aguanté más y le metí la cabeza dentro del vaso de té.

-Joder cállate ya tío, estás aprobado porque estudiaste conmigo y ya está. Yo también estoy nerviosa y no estoy gritando como si fuera una loca de las narices. Deja de trabarte mentalmente y ahora límpiate la cara.

-Por lo menos ahora huelo a menta. –Soltó una carcajada. No pude evitar reír con él.

Cada uno se fue a su casa. Evidentemente lo mío no era una casa, mis padres querían comprarme una pero les dije que no, que yo quería buscarme la vida sola. Y aquí estoy, viviendo en un piso que da asco, pero que es acogedor. Nada más llegar me tumbé en la cama y miré a mi estantería llena de trofeos, allí estaba esa misteriosa caja dorada que me dio Jared. Todavía no la había abierto, pero sigo esperando a que algún día vuelva. Tal vez debería aceptar de novio a alguno de todos los chicos a los que he rechazado por esperar a que algún día aparezca Jared de algún rincón de esta maldita ciudad. Mi teléfono sonó haciendo que dejara de pensar y contestara la llamada.

-James cuánto tiempo.

-Lo mismo digo hermanita, ¿Qué tal ese examen?

-Mañana me dan la nota.

-Espero que estés aprobada, quiero que tú cuides a mi perro cuando tenga algo. –Se escuchó su risa por el teléfono.

-Bueno y… ¿Para qué me llamaste?

-Resulta juego en Pacific Ocean contra el equipo de la ciudad, y quería decirte que te envié entradas en una carta. Será dentro de dos semanas, justo el día de tu graduación, pero por la noche.

-Vale, iré, espero que me dediques algo.

Colgué y me acosté mirando al techo, pensando en todo. El techo estaba pintado por Adele, si lo mirabas, era un cielo azul lleno de nubes. Volví a recordar una frase de Jared:

“Las nubes son como los amigos, se van, pero aparecen otras que también se vuelven a ir.”

En conclusión, los amigos son para siempre. Lo mejor de estas nubes es que no se mueven, así que me dan la esperanza de decir que si las nubes no se van, mis amigos tampoco. Me dejé dormir.

El despertador sonó y me metí corriendo en la ducha, Me cepillé el pelo, me lavé los dientes y me vestí. Me puse unos pantalones cortos, una camisa negra y unos zapatos de verano. Cuando llegué allí no lo podía creer, había un enorme tablón lleno de papeles y mucha gente a su alrededor; algunos gritando y riendo de alegría, otros llorando. Me acerqué al papel, busqué mi nombre y cuando lo vi…

Los efectos del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora