Capítulo 22

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Me lo he pensado mejor y lo voy a subir, así me daré más cuenta de si lo copian o no. Ya nos acercamos al final de la novela, pero todavía quedan capítulos.

-Mi nombre es Jared, Jared Brown.

Mi corazón volvió a acelerarse de una manera impresionante, no podía ser él, esto era increíble. Era más guapo que cuando lo conocí, esto era increíble. El destino nos había unido otra vez, no me lo podía creer. Me quedé con la boca abierta un rato, pero Jared me sacó del shock.

-No me digas que… -Dijo mirándome asombrado.

-Sí, soy Alex Smith.

Jared me dio un beso, bueno, me lo robó, porque yo estaba demasiado en shock como para reaccionar. Tenía los ojos abiertos porque estaba demasiado impresionada, pero los cerré a los pocos segundos para juntar nuestras lenguas y disfrutar de aquel momento. Estuvimos un rato así, pero al final por falta de aire nos separamos y le sonreí.

Hablamos de todo lo que nos había pasado a lo largo de estos cinco años. Me dijo que ya tenía la carrera terminada y que ahora era profesor de biología.

-¿Y tu hermana? Dije preocupada por ella.

-Ella murió, no la pudieron salvar. –Dijo mostrando una sonrisa, pero una lágrima resbaló por su mejilla.

-Lo siento, no lo sabía. –Le abracé.

-Ella está en un lugar mejor. Bueno, vamos a cambiar de tema, ¿Tienes aquella caja que te di en el aeropuerto? –Dijo preocupado.

-Sí, la tengo y no la he abierto. –Puse cara de niña buena.

-Ve a buscarla, te espero aquí.

Fui corriendo a mi casa, como no tenía las llaves tuve que escalar el árbol y entrar por la ventana; era la primera vez que lo hacía y me sentía una malota por ello. Cogí la caja dorada y salté por la ventana. Ya sé lo que sentían los chicos cada vez que saltaban por la ventana, es adrenalina pura, el problema es que caigas mal y te dejes los dientes en el suelo.

Ya estaba casi muerta de cansancio cuando llegué a la cancha. Joder antes no me cansaba tanto como ahora, se nota que me he hecho una vaga. Jared me estaba esperando en el centro de la cancha.

-Dámela. –Dijo mientras le tendía mi mano con la caja y la cogía.

Puso una rodilla en el suelo y la otra la dejó levantada, agachó la cabeza, estiró las manos hacia mí y abrió la caja.

Dentro había un anillo de oro con un diamante precioso y brillante en el centro, pero al mirar en la parte alta de la caja empecé a llorar. Había una nota con una pequeña foto de los dos juntos. La nota decía:

“Alex Smith, ¿quieres casarte conmigo?”

Me tapé la boca con las dos manos mientras seguía llorando.

-¿Qué dices princesa? –Dijo levantando la cabeza.

-Sí, quiero casarme contigo, Jared Brown.

Me puso el anillo en la mano, me cogió y me dio vueltas mientras sonreíamos. No podíamos parar de reír, pero nos fundimos en un beso.

Después de eso nos fuimos a su casa a conocer a sus padres, muy majos y buenas personas por cierto. Me acogieron bastante bien y me dieron el cariño que yo rechazaba de todo el mundo, era como su segunda hija para ellos.

La semana pasó rápido, incluido mi 23 cumpleaños, que fue el mejor de mi vida, porque por fin estaba con la persona que amaba, por la persona por la que esperé tanto tiempo. Decidimos casarnos el día después del día de la graduación y del partido de mi hermano. Tuvimos que avisar a toda la familia y a mis amigos para que fueran al día más feliz de mi vida.

-Bueno princesa, avisa a tus padres para que se vayan preparando para tu graduación, que es dentro de unas horas. –Dijo Jared dejándome en la puerta de mi casa.

-Mamá, ya llegué, ¿tenéis todo listo? –Dije mientras buscaba a mi madre en la cocina.

-Sí hija, ya está. Podemos marcharnos. –Vi a mi madre bajando las escaleras junto con mi padre. Jared apareció y los ayudó a meter las maletas en la parte de atrás del coche.

Cuando llegamos, dejamos el coche en el aparcamiento de mi piso, iba a ser el último día que pisara esa mierda de lugar, ya que Jared me dijo que íbamos a vivir juntos, pero que era una sorpresa.

Busqué el traje que compré para mi graduación; un traje rosado claro y negro por la parte del escote y la parte baja del vestido, era precioso. Me puse los tacones negros, me planché el pelo y me maquillé un poco para resaltar mis ojos azules y mis labios. Cuando Jared me vio abrió la boca de par en par. Tenía un traje elegante con una pajarita, él sabía que me encantan las pajaritas.

-Estás preciosa.

-Cierra la boca que se te caen las babas. –Dije sonriendo.

Mis padres estaban bastante guapos, así que nos fuimos al lugar de la graduación. Allí estaba Brandon, Adele y Jacob, que se quedaron flipando cuando me vieron con Jared. Adele me tiró del brazo para hablar a solas.

-El destino los volvió a unir. –Dijo emocionada.

-Sí, y nos vamos a casar, estás invitada a la boda, ¿Se lo puedes decir también a Jacob y Brandon? –Hice un puchero.

Se puso a gritar como una loca y a saltar con Jacob  y Brandon.

Nos pusieron a todos una túnica roja y un como diría yo, gorro de graduación del mismo color. Después nos quitábamos toda esa porquería de encima y corríamos como salvajes a bailar.

La graduación terminó genial y ahora tocaba ponerse algo más normal para ver al bobo, aunque adorable hermano jugando el partido con su equipo antes miles de perras en busca de un chico fácil.

Los efectos del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora