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La agitación era intermitente y pesada, la desesperación era espesa y la negrura aún más. Ikki corría con absoluto vacío sobre el destino, lo único que era correcto decir es que quería escapar, sus pies desnudos chapoteaban los charcos de lluvia que la tormenta dejó y como si no bastara la sensación húmeda, la mucosidad de la enzima y las pequeñas partes de la basura cotidiana hacían más difícil la carrera.

¡RIIIIIIIING!

El joven de piel tostada despertó gracias al despertador que marcaba las 04:00 horas, se halló en su cama empapado de sudor y con el corazón hecho un vuelco por la adrenalina de la pesadilla (misma que se había postergado durante los últimos tres días) a la cual no le tomaba mucha atención y la adjudicaba a la carga de estrés de estos meses apenas transcurridos.

Dispuesto, se levantó, acomodó el reloj a modo de que no volviera a sonar, fue directo al baño y comenzó con su baño diario. El agua fría recorría su espalda ancha bajando rápidamente hasta la curvatura de sus nalgas y seguía el camino por los muslos y pantorrillas hasta llegar a los pies, a pesar de todo el jabón y el agua, seguía sintiéndose sucio.

Cuando salió del cuarto buscó entre su ropa lo que tendría que ponerse para ir al trabajo; unos jeans ajustados color negro, igual que los zapatos, y una camisa color verde limón la cual resaltaba sus ojos y, visto con su negatividad, su cicatriz que iba de la frente a la nariz.

El reloj marcaba las 05:30 y era el tiempo para salir de aquel departamento, tomó su mochila color rojo y fue directo a la pequeña nevera donde se hallaba una lonchera con su almuerzo, lo introdujo en la mochila, tomó sus llaves y salió del lugar.

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Eran las 07:00 y las clases aún no comenzaban en la "Academia de Artes Dream Tower para Chicos Excepcionales" lo cual ya era extraño puesto que eran demasiado estrictos.

-Ya dime quién es el afortunado –dijo Seiya con sumo interés en lo que diría su amigo

-¿No crees que podrías esperar hasta que terminen las clases? –un bastante apenado joven de cabellos verdes se sonrojaba

-Oh Shunny Bunny –en reproche- no me dejes con esta incógnita

Shun se cruzó de brazos y puso expresión de molestia, lo cual ayudó a que su amigo lo dejara en paz. Por la puerta cruzó Sísifo, el profesor de Escritura, era un hombre bastante alegre a diferencia de otros profesores que ahí impartían clase.

-Bien jóvenes –comenzó a decir Sísifo- por el día de hoy no habrá clases debido a una emergencia que ha de atender la institución, os pido se retiren a sus casas y aprovechen el fin de semana –dijo esto último viendo a Seiya

Dicho eso, los jóvenes comenzaron a salir por la puerta y bajar las escaleras.

-¿Viste la mirada que Sísifo me lanzó?

-Oh Seiya, deberías intentar algo con él –dijo lanzando una mirada de burla

-¿Ahhh? ¿¡Y qué pasó con eso de ser cuñados!? –Seiya casi gritaba

-Sabes que es broma –el peliverde se apresuró a abrazar a su compañero- es sólo que mi hermano es algo difícil

-Además de que no tiene tiempo

Shun se encogió y su expresión se hizo lúgubre

-No era mi intención molestarte Shun

-No me molesta Seiya, es sólo que si yo trabajara mi hermano no tendría que trabajar tanto

Blood Singer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora