Noche 🌌

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El un Alfa, heredero de la compañía de su padre que pasaba de generación en generación, un honor; criado y educado con los mejores valores y normas, etiqueta y reglas. Seguro de sí mismo, imponiendo con su presencia y logrando grandes logros a sus 20 años, 21 a cumplirse.

Destacado con honores en todos sus estudios, deportes y cultura, con cuerpo fuerte y bien trabajado, deseado por muchas Betas, Omegas hembras y varones. Si, tenía una buena vida, buenos amigos con quienes compartir un agradable rato, pero, aún con ello, le faltaba algo.

—¿Cómo festejamos tu cumpleaños? –fue más una pregunta para sí mismo que para el cumplañero al cual abrazaba por el cuello.

Shima Renzo, Omega hijo de una prestigiosa familia de oradores a través de los años, el menor de tres hermanos.

Y con aquella pregunta, inicio lo que después se convertiría en un laberinto caótico y lunático del cual no encontraría una salida fácil.

Rin no era el típico Omega sumiso, temeroso y doblegar con facilidad, todo lo contrario, era un rebelde, impulsivo y testarudo, pero, también alguien de noble corazón, protector a aquellos que ama y cuidadoso en la limpieza y cocina.

Un estudiante despreocupado, torpe y despistado; atraía las miradas de Alfas hembras y varones, las cuales eran ahuyentadas por su buena amiga y maestra Izumo Kamiki, Alfa y profesora como tutora del grupo de Rin, una mujer muy estricta con una alta arrogancia al ser la mejor en su generación y la mejor en su momento.

—Será divertido –habló un Beta amigo del chico, quién no decía uno "no" a la diversión.

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Claro que, todo tiene su historia, un comienzo y un fin, el inicio de una historia, el fin de la soledad, el desarrollo de un sentimiento y el climax de sus vidas

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Claro que, todo tiene su historia, un comienzo y un fin, el inicio de una historia, el fin de la soledad, el desarrollo de un sentimiento y el climax de sus vidas.

La habitación y todo en ella como la luz de la luna reflejada en el espejo del tocador delante de aquella gran cama eran testigos de los gemidos y gritos de ambos seres que se entregaban después de unas copas, la charla de sus vidas las cuales se les olvido después de la tercera botella, un aroma a zarzamoras y madera quemada empezando a fundirse.

Gruñidos por parte del Alfa ante cualquier otro Alfa que se acercara a "Su" Omega. Menos mal que el camino a las habitaciones era fácil de llegar, el cierre de la puerta y el desprender de las ropas para dar paso agigantado a su llama que empezó a incendiar sus cuerpos.

—Hazme tuyo... ¡Ryuji! –gimió fuerte al sentir el miembro ardiente del chico dentro de él, invadiendo sus adentros sin dudar.

Una mordida que marcaría no solo a su media naranja, sino también su corazón, ambos.

Despertar y no recordar nada, encontrar a un chico con aroma excitante desnudo durmiendo desparramado en aquella cama y con sus cuerpos pegajosos de sudor y semen

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Despertar y no recordar nada, encontrar a un chico con aroma excitante desnudo durmiendo desparramado en aquella cama y con sus cuerpos pegajosos de sudor y semen.

Solo una cosa vino a su mente: "mierda".

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