¿Raspado? 🍧

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—Rin

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—Rin... Rin... –removía el fiel amigo de este desde que tenía memoria junto a su otro mejor amigo de orbes amarillos  y cabello púrpura como su leve barba y mejillas retocadas en rojo, grandes manos con las cuales comunicarse y nariz. Ukobach es el nombre del Beta de grandes manos.

Kuro Neko, igual Beta de cabello negro alborotado y orbes verde amarillo, movía el cuerpo de Rin quien dormía desparramado y sin ropa en aquella cama con aroma mezclado del suyo con madera quemada el cual para ambos era muy leve el aroma, pero para quienes pasaban por la habitación, Alfas u Omegas, cubrían sus narices, y no es que oliera mal...

—¡Rin! –desesperado y molesto lo sacudió con fuerza lanzándolo por los aires y caer al suelo.

—¡Iitai! –chilló el Omega con un gran chichón en la cabeza el cual masajeaba —¿Kuro? ¿Ukobach?

Ambos asintieron —¿qué hacen aquí? Más bien... –miro a su alrededor —¡me quede dormido!

Ukobach se golpeó la frente con la mano mientras Kuro se sostenía la frente con la mano mientras negaba con la cabeza —tu hermano está que hecha humo por las orejas, le dije que estabas con nosotros, que te quedaste dormido mientras estudiabas.

—Iré a estudiar con Kuro y Ukobach –decía mientras intentaba ocultar su buena ropa y aroma al estar emocionado, enojado o triste aumentaba llamando la atención, por lo que el mayor se daba cuenta a aún siendo un Beta.

Parecido al mayor a diferencia de los lentes, este le miro con recelo y atrajo tomándolo de la parte trasera del cuello de la camisa.

—¿Tú aroma está fuerte? ¿Qué pasó? –maestro en la escuela que cursaba, frunció el ceño. No era mala persona, al menos hasta que alguien mentía o se comía su comida. Era paciente, amable y muy atractivo como inteligente y atleta, siendo siempre el mejor de su clase —si no entiendes algo te puedo ayudar yo.

—Lo qué pasa es que... –no lo diría, no diría la verdad de que le invitaron a una fiesta de "chicos grandes" ya que; primero: era un Omega y uno muy deseado por la escuela. Segundo: su aroma era como miel para las abejas entrando o no en celo. Y tercero: era menor de edad para andar con esas personas.

—Ya había quedado con ellos, además tendremos examen con Izumo la próxima semana –no había mentira ahí, pero si miedo con el cual ocultar la emoción.

—Está bien, yo te llevo –alzándose, Rin le detuvo —Rin

—Puedo ir solo Yukio, no necesitas cuidarme.

Lo sabía, sabía que su hermano desde pequeño se cuidaba solo y desde hace unos meses que se manifestó su origen, pero no podía evitar tener ese sentido de protección hacia él. Le palpó la cabeza y sonrío —lo sé.

La cabeza le daba vueltas, su cuerpo le dolía y a pesar de haberse duchado y puesto todos los aromas que había en el baño de aquel hotel donde fue la fiesta, no podía quitar el aroma a madera quemada.

Y no solo era el aroma... la sensación en su cuerpo, el hormigueo y calor en su piel, pero lo que le hizo gritar al verse en el espejo y llamar la atención de Kuro y Ukobach que fueron a ver qué pasaba, fue la mordida profunda en su cuello.

¡¿Qué demonios había pasado?!

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Suguro a su mala idea a los perfumes, se baño en ellos saliendo de la ducha por tercera vez, pero el aroma a zarzamoras seguía ahí, sabía que no era buena idea, pero como siempre se dejó manejar por el Omega amigo de la familia

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Suguro a su mala idea a los perfumes, se baño en ellos saliendo de la ducha por tercera vez, pero el aroma a zarzamoras seguía ahí, sabía que no era buena idea, pero como siempre se dejó manejar por el Omega amigo de la familia.

Konekomaru Miwa, su también amigo y confidente como un "posible" buen pretendiente para Ryuji iría hoy a verlo como cada fin de semana para pasar un tiempo, por lo que, si o si debía quitarse el aroma a Omega.

—Bon, que bien hueles, algo exagerado por tú ira pero... –Shima fue tomado del cuello y alzado, trago en seco y cerró los ojos con fuerza sumiéndose al aroma del otro.

—Tu maldito, es tu culpa.

No decía nada, un Alfa enojado era lo peor que tu abuela con chancla en mano. Cerró con más fuerza sus ojos reteniendo las lágrimas, su aroma a incienso fluyó con fuerza, pidiendo ayuda internamente, una que no llegaría.

Era un Omega despreocupado, feliz a su manera y muy hablador, lo que le atraía problemas y más con su familia al querer emparejarlo.

El aroma llegó al Alfa por lo que se relajó un poco y bajo al Omega, lo conocía desde mucho, ya debía saber cómo era, dejó salir un suspiro y miro a Shima.

—Disculpa.

El otro sonrío de lado con los orbes sinceros pero aún con miedo.

Una ancha sonrisa se dibujó en el Omega quién se olvido de todo cuando a consecuencia del calor, se compro un raspado de lima para bajar la temperatura de su cuerpo, Ukobach a su izquierda con uno de jengibre y limón; a su derecha Kuro con uno de cereza, los tres felices olvidándose de la venda en el cuello de Rin, su aroma mezclado y el hecho de su primera vez con un desconocido bajo la influencia del alcohol, sin mencionar la furia de Yukio al llegar.

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