Decisión

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Suguro llegó al lugar que Yukio le había dicho con anticipación, la agenda de Bon ese mes se encontraba algo justa y no era de los que fallaban.

Era de noche y las olas ante la hermosa Luna se agitaban con más ánimo que de costumbre, camino por unos segundos, llegó un poco antes de la hora. Entre unas rocas, logró ver a una persona, y no cualquier persona, aun con el olor de mar a todo, ese aroma le superaría por mínimo que fuera: Zarzamora.

Su corazón palpito con rapidez, ese chico era el único en lo que llevaba de vida, que le ponía a sí el ritmo cardíaco. Y no fue mucho que supo que él Omega se dio cuenta del aroma de madera quemada.

Ambas miradas se encontraron, Rin bajo de las rocas mientras Suguro caminaba a su encuentro.

Cariñosamente y esperando un regaño por parte del menor, acaricio el rostro ajeno, más solo recibió un sonrojo.

—Yukio y Mephisto –el nombre de aquel Alfa en los labios de Rin le molestaba —debían estar aquí, pero se que hace unos meses hablaste con ellos, yo hace unos días también hablé con ambos.

Espero a que el menor continuará, Suguro no apartaba la mano del rostro ajeno, viendo que no le molestaba. Conscientemente no necesitaba al chico, parecía tener todo bajo control, pero, inconscientemente, aquel tacto después de mucho no quería parar.

—Creo que... Lo que pasó solo fue... Algo que debía pasar solo por que así debía ser, solo eso, sin más, sin ninguna continuación, y quiero que lo sepas.

Sentía que aquello no iba a algo bueno, lo olía en el aroma de Rin, quiso acercarse más, pero el menor le detuvo con una mano en su pecho parando su intento —Suguro... Ambos tenemos nuestras vidas, y debemos darle un punto final a lo que paso y que no volverá a pasar.

Tenía paciencia, pero escuchar eso, era tener solo unas pocas gotas que se evaporaban rápido.

—Ambos podremos conseguir a nuestras verdaderas parejas, quienes no sean tan diferentes o de cierta manera a nosotros.

La mano de Rin fue tomada y este tumbado al suelo con el cuerpo del mayor sobre el suyo —¡¿Qué haces bastardo?!

—¿Es lo que en verdad piensas? –cuestionó Suguro por fin, teniendo suficiente de lo que Rin habló —después de todo, viendo las acciones y nuestras palabras ¿Quieres terminar?

El menor desvío la mirada, en realidad no quería, pero, era lo correcto, y hacer lo correcto estaba bien. El aroma de Bon le abofeteo en la cara, no le era fácil estar lejos de aquel Alfa, y menos cuando por fin, y después de terapias, había aceptado un poco su lado Omega.

—Si es lo que en verdad quieres... No te detendre –seriedad, una que le dio escalofrío, además de las palabras —no te haré estar conmigo a la fuerza.

—¡Hago lo que se que esta bien! –grito —¡no soy un niño, y no puedo estar solo haciendo lo que me hace bien a mi!

Se quito un poco del chico, dejando que este se sentara frente a él. La marea se escuchaba claramente.

—Empezamos mal lo que sea que empezamos, no estuvo bien de nuestra parte, cometimos errores y causamos molestias a los demás, por eso, no es solo hacer lo que esta bien para nosotros, sino, hacer lo correcto para todos.

Tenía razón, aquel chico, sus palabras, pero, su corazón no estaba de acuerdo con ello y le dolía. Tomó las manos ajenas y las puso entre las suyas, bajo la frente al pecho del menor, aspirar su aroma era relajante.

Escuchaba y sentía el palpitar del pecho ajeno, su acelerado corazón y sonrió imaginando el sonrojo del menor. Rin hacia todo lo posible por comportarse como un adulto, aquello eran en verdad tierno.

Beso sobre la camisa el pecho de Rin, la respiración de este se hizo más notoria, como su olor excitado, pero, su intención no era esa.

Lo vio con seriedad y firmesa —quiero hacer bien las cosas contigo, y como dices, los dos retomamos nuestras vidas, aun con eso, yo te quiero a ti, y quiero una oportunidad.

Rin se perdió en las palabras y esa mirada, aquella que le decía la verdad. Bajo la mirada, su corazón latía por ese Alfa, los dos lo sabían, no era un secreto, pero, también estaba aquella su decisión de hacer lo correcto.

Suspiro, debía tomar esa noche una decisión definitiva.

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