Dieciséis

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- Te puedes retirar ahora — dijo su mánager — mañana tienes un gran anuncio que hacer.

El pelinegro asintió obedeciendo al mayor con una sonrisa triste. A veces sentía que daba el 100% en todos sus proyectos y en todo lo que se proponía en su vida, pero menos en una cosa.

- P' Jane... — captó la atención de su mánager — ¿usted cree que ellos se tomarán bien esto? — preguntó con temor.

- Pues... — P' Jane quería decirle a Singto que todo estaría bien y que todos aceptarán esto, pero no estaba del todo seguro — todo saldrá bien — sonrió. Singto, aparte de ser su representado, también era un buen amigo, así que intentó darle la seguridad que ni él mismo tenía.

El pelinegro salió de la oficina de su mánager y fue directo a su hogar. Su padre seguro debe estar esperándolo para ir a cenar, ya que todos los sábados lo hacen.

- Hola Papá — saludó

- Hola hi- ni bien llegó a su hogar abrazó a su padre muy fuerte, tanto que al mayor le pareció algo extraña su reacción — ¿Sing, qué pasa hijo?.

Singto negó y sólo se dedicó a abrazar muy fuerte a su padre que era lo que necesitaba en ese momento.

El padre sólo correspondió el abrazo, aunque podía sentir la angustia y nerviosismo de su hijo.

- Papá, mañana yo... — Singto se lo quería decir, pero simplemente no se atrevía.

- Lo sé — Singto se separó de su padre y lo miró a los ojos — y así como yo te amo, ellos te amarán mucho.

Singto asintió y abrazo nuevamente a su padre. No sabía como él se había enterado, pero se sintió más tranquilo de que la persona más importante para él, dijo que lo amaba tal y como era.

Fueron a cenar a un lugar muy lindo para luego volver a su hogar y descansar, ya que mañana sería un día muy cansado, pero esperanzador a la vez.
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Un pelinegro muy nervioso, caminaba de un lado a otro y nadie lo podía calmar.

- Tranquilo, tranquilo, esto saldrá bien. Krist confía, esto saldrá bien — se dijo así mismo intentando que los nervios se vayan — no te traicionará y sólo aparentará salir con ella. No te defraudará y tú como amigo debes estar ahí para él, aunque te duela en el alma y... tengas ganas de llorar en este momento — eso último lo susurró.

Krist se había enamorado, pero no era correcto arriesgarse por alguien que no siente lo mismo y que desde un principio, siempre lo quiso como un amigo.

- ¡Kit! — su amiga lo llamó — ya empezará la conferencia y tienes que estar con nosotros.

Krist asintió desganado y se acercó a la chica.

- Krist — el chico volteó y Mook le dio un abrazo — no dolerá. — se separaron y ella sonrió.

Tal vez tenga razón, pero el corazón del muchacho sentía que se oprimía a cada paso que daba hacia el escenario de la conferencia.

Este era un anuncio importante que daría Singto sobre la relación que estaría manteniendo con la actriz Puimek, quien conoció en la serie dónde Singto y él trabajaron, donde él se enamoró.

- ¿Mook, tu crees que- fue interrumpido por la presencia de una linda chica con ojos color marrón oscuro.

- Se me hizo tarde — dijo apresurada — Hola chicos — saludó cortésmente a ambos.

- H-Hola — Mook saludó rápidamente a la chica, ya que se habían quedado callados por unos minutos.

Krist sólo sonrió. Esa chica en pocos minutos sería presentada como la novia del apuesto Singto Prachaya.

Imaginario ↪Peraya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora