Capítulo 13 ~ Soy tuya ❤

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Ámbar estaba acostada con sus auriculares puestos mientras escuchaba música para relajarse. Hace un rato Benicio no dejaba de llamarla y había tenido que poner su teléfono en modo avión, haciendo que esto la deje sin poder comunicarse con Simón. En su cabeza no paraba de sonar la amenaza del italiano respecto a Sharon, este de alguna forma se había enterado que seguían en contacto y que el otro día se habían visto, y Ámbar no sabía que haría con esa información. De todas formas nadie le creería a Benicio antes que a ella... ¿No?

Se encontraba absorta en sus pensamientos cuando escuchó que tocaban la puerta y contestó que pasen; Luna entró despacio.

- Disculpa Ámbar, ¿Molesto? - dijo timidamente
- No, para nada. - La morocha entró y se sentó en la cama al tiempo que Ámbar se incorporaba.
- ¿Cómo te sientes? Digo, despues de lo que pasó hoy...
- Bien - contestó y bajó la mirada - Estoy acostumbrada a Benicio.
- Ámbar, puedes confiar en mi. Simón me contó que te besó contra los lockers contra tu voluntad... ¿Segura que estás bien?

La rubia sintió que hace mucho no era sincera y se abría con una amiga, y en ese momento su prima era lo más cercano a eso.

- En realidad estoy un poco nerviosa, tengo miedo que Benicio lastime a Simón. Me dijo cosas muy horribles hoy, me tocó, me besó... - Ámbar sintió un escalofrío al recordar como el chico presionó su cuerpo contra el suyo y Luna le tomó la mano.
- Aquí estoy para escucharte y ayudarte, de veras. Cualquier otra cosa que te haga o diga Benicio, me lo puedes contar.
- Muchas gracias, Lunita - Dijo Ámbar y le sonrió. - ¿Y vos? ¿Qué onda con Matteo? Los ví muy juntos ayer...

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Simón se paró frente a la puerta y le pareció escuchar risas. Golpeó suavemente con los nudillos y la voz que tanto amaba le dijo que pase. Se sorprendió de ver a Ámbar y Luna riendo juntas, muy cómplices.

- Hola Simón ¿Y esas flores? - Preguntó contenta la rubia al verlo pasar con un ramo de jazmines.
- Creo que es momento de que vaya a hacer las cosas del Blake - Dijo Luna mientras dejaba solos a los chicos y cerraba la puerta tras de sí. Ámbar se levantó y corrió a los brazos de Simón, él la abrazó con gusto.
- Son para tí - dijo sonriendole - Suerte que no me encontré con nadie, hubiera sido súper embarazoso.

Ella sintió el perfume de las flores, amaba el olor de los jazmines. Plantó un pequeño beso en los labios de Simón y fue a buscar un jarrón donde ponerlas. Luego las colocó al lado de su cama y sonrió.

- Me encantan, muchas gracias. - Dijo volviendo a sus brazos.

Simón la besó lento y suave, luego fue dejando pequeños besos por su mejilla, su cuello, sus hombros. Ella sonreía con cada beso y acariciaba su suave pelo marrón. Mientras se seguían besando Ámbar le sacó la campera y metió las manos bajo su remera para acariciar su musculoso abdomen. Él gimió en pleno beso, lo que los encendió más y se apretaron contra el otro, cada parte de sus cuerpos encajando como piezas de un rompecabezas. Simón rompió el beso y Ámbar lo miró extrañada:

- ¿Qué pasa?
- Quería saber como estabas, bonita. - le dijo mientras le tomaba la mano y se sentaba en la cama, ella lo imitó.
- Mucho mejor ahora que estás acá conmigo - él sonrió y le acarició la mano - Era obvio que Benicio haría algo. No imaginé que algo así, pero de todas formas me esperaba alguna revancha de su parte.
- Si vuelve a ponerte un dedo encima, se las verá conmigo.
- Shhh, no va a hacer falta. - Lo acarició y él le dió un largo beso en los labios. Ella lo fue apoyando contra su almohada sin dejar de besarlo, cada vez con más pasión y con menos aire pero sin intención de separarse. Él tomó fuerte su cintura y dió la vuelta para dejarla debajo de su cuerpo, luego recargó su peso cobre el costado y pasó su mano desde su rostro hasta su muslo, tomándola con fuerza y haciendo que ella suspirara en sus labios. Dejó de besarla para clavar su irada encendida en sus ojos celestes y eampezó a apoyar su parte baja contra la de Ámbar, sintiendo su calor, cada vez con más fuerza, con necesidad de sentirla más pegada a él. Estaban tan concentrados en ellos que se sobresaltaron al escuchar que alguien tocaba la puerta:

Desencadenados [Simbar HOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora