Capítulo 15 - Karma

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Simón comenzaba a dejarse llevar por ese beso y el alcohol cuando escuchó como un vaso estallaba contra el suelo a sus espaldas. Se dió vuelta sorprendido y vió con horror como Ámbar se sostenía de la barra con sus ojos anegados en lágrimas. No dudó un segundo, se levantó y corrió hacia ella, quien tambien salió corriendo de ahí.

- ¡Ámbar, espera!

Ella no veía hacia donde iba, solo sabía que quería alejarse todo lo posible de ese lugar, de Simón y Emma, de ese beso, de su vida, de absolutamente todo ¿Por qué le pasaba esto? Quizás el karma si existía al final de todo... Tantas veces le había intentado estropear la vida a Luna que ahora todo eso había vuelto contra ella. De repente dejó de correr y vió que había llegado a la pista, estaba encerrada sin salida. Simón llegaba detrás de ella y la agarraba por los brazos.

- ¡Soltame, Simón! - dijo entre lágrimas mientras se agitaba, pero el fuerte agarre de Simón no cedía.
- ¿Qué haces aquí, Ámbar? - Dijo él casi sin aliento, le destrozaba el corazón verla así, era más fuerte que él ese deseo por verla feliz.
- ¿¡Que te importa!? Soltame, por favor. - contestó mientras intentaba calmarse. El odio empezaba a reemplazar al llanto, su instinto de siempre era odiar antes que llorar. Se había abierto a Simón, y estas eran las consecuencias y el precio a pagar. Él la soltó.
- No es justo, y lo sabes.
- ¿Qué cosa? ¿Que venga a explicarte lo que está pasando y te encuentre besando a Emma? No, no lo es. - Amagó a irse pero él la tomó del brazo.
- No, que te beses con Benicio en mi cara y hagas una escena si de casualidad me ves besando a otra persona - dijo enojado y de repente confundido recordó lo que acababa de decirle la chica:- ¿Qué venías a explicarme?
- Ya no importa - intentaba soltarse pero él no cedía su agarre - Dejó de importar cuando te ví con Emma.
- Tú estás con Benicio, no tengo que darte explicaciones - no podía evitar la tristeza en su voz.
- Y tú con Emma. Fin.
- Yo no estoy con Emma.
- No es lo que ví recién...
- ¿Si tú estás con Benicio cual es el problema que yo esté con alguien más? - la soltó y se cruzó de brazos.
- El problema es que me acosté con un mentiroso, todo este tiempo me dijiste que no te pasaba nada con ella...
- ¡No me pasa nada con Emma! - le dijo desesperado mientras la tomaba por la cara y se acercaba a sus labios. - Nunca te mentí. Siempre fuiste la única en mi vida.
- ¿Fuiste? - Ámbar olvidó todo al tenerlo tan cerca, se acercó más a sus labios dejando caer su máscara de odio. Se miraron a los ojos profundamente sin separarse un solo milímetro por un largo rato. Se acercaron un poco más, deseandose con locura. Ella susurró : -Por favor, Simón. Intentá entenderme.
- Ya lo intenté. - se alejó de ella - Muchas veces. Entiendeme tú a mi. Te entregué mi corazón y tú lo rompiste, y no es la primera vez. Ya no puedo seguir con esto, Ámbar. Lo mejor va a ser que tú sigas con Benicio y yo haga mi vida.
- ¿Que yo siga con Benicio? ¿Realmente te parece lo mejor? - lo empujó con fuerza, ¿la iba a dejar sola en esto?
- Fue tu decisión y no puedo hacer nada, no sin arriesgarme a que vuelvas a lastimarme.
- ¿Creés que fue mi decisión? No entendés nada Simón. - le dijo con odio y se fue de ahí dejándolo solo y confundido ¿Qué quería decir con que no fue su decisión?

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Benicio y Emilia cenaban en el departamento de este. Él se levantó de su silla y fue a buscar dos copas y un champagne a la heladera.

- Wow ¿Qué estamos festejando? - dijo ella mientras el chico llenaba la copa y se la entregaba. Ambos brindaron y bebieron.
- Ámbar volvió conmigo. - dijo él mientras volvía a llenar las copas y Emilia se quedó helada; no tenía nada que festejar en esa noticia. Volvió a poner su cara arrogante habitual.
- ¿Te sientes bien Benicio? - Se acercó a él y le tocó la frente - Creo que estás delirando de fiebre.

Él rió y acarició el rostro de la chica.

- ¿Estás celosa acaso? - ella rió tambien para esconder que el italiano estaba en lo cierto. - Fue hoy por la mañana, fui a verla a la mansión y sucedió.
- Es imposible, ella estaba enamoradísima de Simón... - dijo confundida y él la miró mal.
- "Estaba", tú misma lo has dicho. Ahora es mi novia otra vez.

Desencadenados [Simbar HOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora