Un mañana aclamo la reciente ciudad de snowdin, Chara pestañeo con pesadez antes de inclinar su torso hacia arriba para frotar sus ojos y salir de la cama.
La calma matutina era su momento favorito, nadie a parte de toriel se levantaba temprano y le daba el lujo de tomar un desayuno en paz, para tener el tiempo de alejarse de los demás.
Como siempre el dulce saludo de su madre susurrándole buenos días, era tan típico para ella, que estaba demasiado acostumbrada a sentirlo.
Se sentó sin dar mucha conversación en cuanto recibió su plato. Por su parte toriel estaba bastante cómoda.
Claramente chara no era muy charlatana en si, pero era lindo ser escuchada, estar cerca de ella era bastante confortante.
-¿y como has dormido cielo?- pregunto tranquila en frente de ella con una taza de café.
Chara detuvo su mano antes de sujetar su cubierto, sutilmente su expresión no llego a su madre, aprovechando para retomar su calma de nuevo.
-... bien...-
Respondió cortante y conclusa para luego terminar de vaciar su vaso de leche. Pronto acabo su desayuno, se levanto de la mesa satisfecha para darle un beso a su madre en la mejilla y salir de la cocina antes de que sus hermanos despertaran.
El jardín delantero era un mar de inspiración y creatividad para ayudar a llenar su libreta de dibujos.
Mas hoy no era el día ni el momento, la simple pregunta de su madre le bloqueaba la mente de sus acuarelas.
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Mas allá del grito
RandomLlegar a querer ver cosas que nadie mas puede, es algo que muchos han tratado muy en el fondo de sus almas. Escuchar aquello que nadie mas oye, es todo lo que nos ha sorprendido por abrir nuestras mentes. Jugar con lo desconocido es algo que todos...
