Bea dio un frenazo.
El resto contuvo la respiración. Valeria se puso a mirar el móvil como si nada.
Nadie dijo nada sobre el comentario que Valeria acababa de hacer.
Poco después de salir del barrio de Hugo, se metieron de lleno en un atasco. Debía de ser bastante malo porque algunos conductores salían unos segundos fuera de sus coches a ver lo que pasaba.
—Métete en el carril de la izquierda —indicó Hugo a Bea—, este no se mueve.
—El izquierdo tampoco se mueve. —Bea le daba pequeños golpecitos a la palanca de cambios, estaba nerviosa—. Está todo fatal.
—Hazme caso —pidió Hugo.
—Vamos a hacer el tonto —dijo Bea.
—Hazme caso, Be.
Bea resopló, se metió en el carril de la izquierda, echó el freno y paró el motor.
—Te van a pitar por la gracia. —Hugo se cruzó de brazos fastidiado.
Bea no dijo nada se limitó a morderse las uñas los diez minutos que pasaron parados en el carril izquierdo mientras por el lado derecho pasaban media docena de coches.
Avanzaban muy lentamente.
—No dejes tanto espacio o se te va a meter alguien. —Hugo señaló hacia el frente.
—He dejado una mierda de distancia —gruñó Bea—, es apenas un metro.
—Se va a meter alguien, Be.
—¿Quién se va a meter? De verdad, Hugo —Bea se volvió hacia él—, ¿un micromachine?
Mientras decía esto el coche de delante avanzó y un coche de otro carril se metió delante. Hugo se limitó a resoplar.
—Oh, Dios mío —exclamó Bea—. Ahora llegaremos un coche más tarde a Bilbao. —Se volvió hacia atrás—. Lo siento chicos, vamos a llegar un coche más tarde.
—Mierda, yo había quedado a menos coche —bromeó Iker tratando de relajar el ambiente.
—Oye, podríamos poner música —sugirió Martín.
—Ya era hora de que me lo pidierais —dijo Germán—. Está bien, lo mejor es poner algo que le pueda gustara todo el mundo. Sugiero escuchar seguidos los dos primeros discos de Avantasia, son como audiolibros con temazos.
—Lo veto —Hugo fue tajante—. Veto cualquier metal ópera.
—Ay, no —protestó Valeria—. A mí también me gusta.
—¿Lo ves? —dijo Germán.
—¿Te gusta la cantante o la película de dibujos? —preguntó Hugo.
—¡Todas las Anastasias!—Valeria dio un pequeño saltito.
Se oyó a Germán soltar un quejido lastimero.
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Si me dices que no
Romansa¿Y si descubres que el chico que te detesta en realidad está loco por ti? Hugo no soporta a las feministas y Bea no soporta a los fuckboys como él. Para poder ir de viaje con los dos, sus amigos aseguran a Bea que Hugo está pillado por ella y a Hug...