||Capítulo 14: Visita||

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—¿Dónde dormiré? —Preguntó Sabo al azabache, viendo como el pecoso evadía su mirada.

—En la habitación, tus cosas siguen ahí, yo iré al sillón —Indicó Ace sin verlo a los ojos.

Entraron a la habitación de ambos, que compartían algunos meses atrás-sí, anteriormente tenían 3 camas pero decidieron donarla cuando empezaron a salir, pues dormían juntos-, el mayor dejó sus maletas y miró algo nostálgico el lugar.

—Le pediremos a Dragon-san dinero para comprar otra, pero por ahora quédate aquí. --Dijo Ace y se dio la vuelta para empezar a caminar hacia la sala.

—Espera. —Sabo lo tomó de la mano. —Gracias... Por dejar quedarme aquí.--Y por no echarme a patadas al verme pensó para sí mismo.

—No es nada, somos familia —Sonrió y se soltó de su agarre. Apresurándose a alejarse de el lugar.

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Ronquidos provenientes de la sala lo despertaron, no había podido dormir bien pues seguía inquieto por todo lo que había pasado, a lo mucho había dormido por una hora.

Encontrarse con su hermanito después de tanto, hablar y aclarar de todo lo que había sucedido y contarle su plan; ver a Ace y saber que no lo odiaba, al menos no lo suficiente para corrrerlo, realmente le hacía feliz.

Se levantó en silencio y talló sus ojos agotado, después de unos momentos decidió levantarse y bajó a la sala, allí se acercó a donde estaba el pecoso y la imagen que se encontró no pudo evitar reír por lo bajo.

Él seguía durmiendo como si estuviera hibernando, con la baba escurrir entre sus labios, el cabello enmarañado por no quedarse en una sola posición y la camisa que usaba era tan ancha se alzaba un poco dejando ver el tatuaje de su espalda levemente.

Ace era de aquellos tipos que podía a dormir en cualquier parte y como sea pero a Sabo no le gustó.

Lo tomó en sus brazos con delicadeza, como pudo pues estaba de una manera que era casi imposible sostenerlo sin que se cayeran y se dirigió a su cuarto. El de ambos.

Quizá a Ace no le gustara aquello pero no le importó, quería estar junto a él, recuperarlo, y quería que el pecoso supiera eso. Él había ido por ello.

Lo recostó y lo dejó un momento para apagar la luz, una vez hecho se metió entre las sábanas y notó como el pecoso se daba la vuelta y abrazaba la almohada tal perezoso.

Maldita almohada.

Maldijo para sí.

Pensaba una y otra vez en lo que estaba haciendo y sólo se limitó a abrazarlo por la espalda. Mientras solo miraba a la nada, dejando que los recuerdos invadan su atormentada mente.

El frío no era la gran cosa, no como todos aquellos meses de soledad que pasó, intentado buscar calor, amor, algo, en alguna parte sin éxito, quedando solamente la tristeza y desesperación. Se sentía una persona horrible, había empezado a salir con Koala por despecho, no sólo lastimándose así mismo sino que también a la pelinaranja, y sobretodo a Ace. Era su culpa.

Fue su culpa el haberse rendido tan fácil, el haber renunciado tan fácil, el haber sobreestimado el amor que Ace le tenía.

Sintió su corazón oprimirse.

Lo abrazó con más fuerza, no queriendo dejarlo ir, no queriendo que se aparte de él, no podía perderlo.

—Lamento no haberte seguido... —Susurró con un hilo de voz, dejando que las lágrimas cayeran, humedeciendo la camisa del contrario. —Lamento haberte lastimado, lamento haberte hecho llorar, lamento haberte hecho tomar esa decisión, lamento todo...

Ahogó su sollozo mordiéndose el labio inferior.

—Intenté olvidarte... —Hablaba, divagando en los recuerdos. —No pude, para que sepas, nunca pude, creí que sí pero sólo eran... Tonterías, no pude, Ace. —Seguía apretando al contrario, sintiéndose un idiota consigo mismo, tan débil.

Se separó un poco del pecoso, dejando de abrazarlo y se incorporó tallando sus ojos, tomando una gran bocanada de aire, era algo que siempre pasaba, empezar a llorar en silencio lo ahogaba y tarde o temprano buscaría oxígeno.

Lo miró, inmóvil, a espaldas de él, alzó su camisa un tanto para admirar la espalda que tanto le encantaba, entre tantas cosas del azabache.

Suspiró y rió bajo al pensar en lo ridículo que se veía, llorando por él, no es que pensara que fuera malo, le gustaba pensar que... Era la única persona por la cual había llorado, era tan doloroso y placentero, todo un masoquista.

—Aún te amo. —Dijo bastante audible. —Y no sé si tu lo hagas aún pero... Me aseguraré de reconquistarte, pero lo haré a su tiempo —Le dio un beso en la cabeza y se levantó de la cama, dirigiéndose a la sala, no abusaría de que el pecoso estuviera tan "débil" por su presencia y dormiría a su lado.

Aún no se lo merecía.

Se marchó, sin saber que el menor había escuchado con atención cada palabra, provocando que abrazara la almohada con mucho más fuerza.

No te vayas... —Pidió, una vez escuchó los pasos bastante alejados.

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Espero que les guste <3

Y MUCHAS GRACIAS POR LEER uwu

Cuidense mucho y lávense las manos mis donitas uwu

Sayo~.

&quot;Relación a distancia.&quot; [Sabo x Ace] (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora