—¿Estás bien? —le preguntó Harry a Olivia una vez acabado el juego. El plan de protegerla había fallado cuando el coach rotó posiciones, dejándola a ella al centro y al frente por varios minutos. Harry no pudo evitar verla arrugar la cara cada vez que con los antebrazos golpeaba la pelota. Ella solo asintió con la cabeza y se dirigió a los vestidores de chicas.
Harry la esperó−después de haberse cambiado también− por al menos veinte minutos. Todos abandonaron el gimnasio y él aun seguía allí. Pensó en tocar y asegurarse de que todo estaba bien, pero justo cuando lo iba a hacer, ella apareció, luciendo sorprendida de verlo.
—¿Qué haces todavía aquí?
—Te esperé.
—¿Por?
Bueno, eso no lo había pensado mucho.
—Vivimos en el mismo sitio−respondió.
Ella sacudió la cabeza y se dio la vuelta para salir del gimnasio, sintiendo a Harry pisándole los talones.
—Eh, no camines tan rápido.
Ya en el colegio no quedaba nadie, así que mientras caminaban por el pasillo, solo se escuchaba en eco de sus zapatos. Una vez afuera Olivia sacó su teléfono y le enchufó los audífonos.
—¿Por qué siempre escuchas música?
—Me gusta—simplemente respondió.
—¿Qué escuchas?
—Bandas de rock, sobretodo.
—¿Cuáles? —Harry no era experto en música, pero cualquier cosa que le dejara conocer un poco más de la bonita chica le interesaba.
—Nirvana, The Beatles, The Who, —comenzó a nombrar. Para Harry no eran más que nombres alguna vez mencionados por su padre—, Kiss, en los días buenos.
El chico de iris verdes asintió repetidas veces—. Cool.
—¿Te gustan? —preguntó ella con una ceja arqueada. Algo en Harry se sintió feliz, porque Olivia no era de hacer muchas expresiones.
—Si, si. Son geniales.
—¿Cuál es tu favorita? Tu banda favorita.
A Olivia le gustaba la música, eso era un hecho.
Lo malo es que, bueno, Harry no tenía idea de que estaba hablando.
—Tengo muchas— alegó —cientos. No podría escoger una.
—Ya—meditó Olivia—. La mía es The Beatles.
—Uf, si, buenísimos. Están en mi top tres, de seguro.
—¿Ah, si? —preguntó ella con una mirada inquisitiva—. ¿Cuál es tu canción favorita?
—Ahm...
—Uy, si, esa es mi favorita también—se río y Harry lo hizo también, a pesar de que estaba avergonzado por ser descubierto mintiendo.
—Bueno, bueno, me atrapaste. No tengo idea de quienes estás hablando.
—Una lástima.
—Tal vez podrías enseñarme—dijo él, rogando porque su tono no sonara tan esperanzado como él se sentía.
—Tal vez lo haga.