Qué bonita es, pensó el chico de rizos color chocolate mientras observaba desde el banco del parque a su novia corretear por todos lados.
Ella estaba usando un vestido azul de verano con mangas largas, cosa que lo sorprendía. Olivia rara vez usaba vestido, pero que bonita se veía llevando uno. Se había hecho dos trenzas desde la punta de su cabeza y un rubor natural en sus mejillas acompañaba su rostro con una sonrisa. Estaba feliz. Olivia, su chica, finalmente estaba feliz mientras danzaba con los elementos.
Las mariposas y el verano, todo pertenece a tu creación, Olivia.