7. Su encantadora risa

107K 12.5K 15.7K
                                    

SU ENCANTADORA RISA

*.*.*

Segundo recuerdo de Pym

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Segundo recuerdo de Pym

La cama se sentía vacía y helada. Solo tenía que abrir los ojos, girar sobre la cama y ver el lado vacío junto a mí para saber que Adam no había llegado a descansar...

Nunca me aseguró que vendría a dormir hoy, pero dijo que lo más probable era que su servicio como guardia en el área naranja, terminaría antes de mi hora de trabajo, y vendría a su habitación, a dormir un poco conmigo.

Solté la respiración entrecortadamente, sintiendo como un frio penetrante oprimía con fuerza mi pecho y humedecía mis ojos.

Ya eran más de tres semanas que no dormíamos juntos, tanto tiempo sin abrazarlo o besarlo. La última vez lo encontré en la cafetería, él había terminado su comida, diciéndome que no podría acompañarme a comer porque debía trabajar. Ni siquiera se despidió con un beso.

La manera en que nos vimos... y en que nos hablamos... como si fuéramos desconocidos.

No me gustaba, no me gustaba sentirme así cuando apenas nos encontrábamos solo por un minuto después de largos días. Se sentía horrible esa sensación tan helada removiendo todos mis órganos.

—Odio esto— susurré, pestañando tantas veces pudiera para no llorar, para que mis ojos no me traicionaran. Respiré con fuerza, llenando mis pulmones para exhalar y desvanecer un poco ese pensamiento.

Giré nuevamente mi cuerpo hacia la mesilla de noche donde estaba mi reloj, observé la hora. Faltaba más de media hora para las seis de la mañana, más de media hora para volver a la sala 7 con Rojo 09.

Después de varias noches en las que él no pudo conciliar el sueño y yo terminaba tan exhausta que a pesar de tomar tazas de café caía rendida en la mesa de su cuarto, al fin él había podido dormir, y yo podido volver a mi cuarto para descansar unas cuantas horas.

Sin demorarme, salí de la cama y tomé un cambio de ropa para darme un rápido baño. En cuando terminé, tomé de la alacena un par de panes que unte con mermelada para desayunar lo más rápido posible y apresurarme al librero donde tomé las historietas que posiblemente llamarían la atención de Rojo 09, y los guardé en la mochila, así mismo tomé varios juegos de mesa que no pude revisar, y todavía guardé los refrescos y chocolates que prometí llevarle para que probara.

Estaba prohibido darle alimentos chatarra a los experimentos, pero la verdad es que yo quería que él conociera más cosas del mundo, que aprendiera más de lo indicado, que se sintiera uno de nosotros. Era injusto que lo obligaran a mantenerse oculto en cuatro paredes, sin permitirle siquiera salir al pasillo fuera de su sala, o salir a su sala siempre que no pudiera dormir. Era aburridísimo y horrible estar todo el día encerrado sin hacer nada en su cuarto, y más cuando le daba insomnio, así que me prometí mantenerlo ocupado hasta cansarme, aunque para ser franca era muy divertido pasar el tiempo con él. El tiempo a su lado se pasaba muy rápido.

Experimento Rojo peligro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora