Capítulo 12

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A 3 días estamos del baile, y yo sigo sin vestido, ahora mismo estamos caminando por los pasillos del instituto esperando a que toque el timbre para entrar en clase. Anna, Stefani y yo, de frente nos encontramos a Lucas, Dylan, Tyler y por último Nick, van en pandilla, como en las típicas pelis que ocupan todo el pasillo y van a cámara lenta, pues exactamente así.

- ¿De que vais?-. Pregunto cortándoles el rollo-.

- Ya tenía que llegar para desilusionarnos-. Dice Lucas, a veces me pregunto si es mi hermano de sangre y no adoptado, porque es idiota-.

Dylan y Anna se dan el lote, Tyler y Stefani tontean y Lucas se ha ido al baño, me encanta que me dejen a solas con Nick, que se note el sarcasmo.

-¿Tienes ya vestido?-. Comenta Nick apoyándose en la taquilla-.

- No-.

- Joder que borde eres, si lo llego a saber no te digo nada del baile-. Dice mientras se gira para irse-.

- Pues no te preocupes que no vamos juntos-. Le chillo para que me oiga-.

- Muy bien, de todas formas no quería ir contigo-. Me chilla esta vez él-.

Gruño, simplemente gruño, ah bueno y cierro mi taquilla de un porrazo, lo odio, odio a Nick Foley.

Narra Nick

No sé en qué momento decidí ir al baile, soy subnormal o algo. Sigo caminando por el pasillo hasta que llego al campo de fútbol americano del instituto. Allí se encuentra el entrenador con los demás del equipo, las animadoras están a un lado del campo, practicando, ya que el sábado tenemos partido.

-¡Foley! -. Me gritar el entrenador y yo corro para juntarme con los demás.

El entrenamiento se basa en lo de siempre, correr, pasar balones y un pequeño partido antes de acabar, cuando el entrenador da por finalizado en entrenamiento, nos manda a las duchas de los vestuarios. De camino, paso por en medio de las animadoras, provocando que me griten y se rían, me encanta provocar eso en las chicas. Sigo caminando pero unas manos con unas uñas perfectamente pintadas rodea mi brazo y hace que me frene.

- Hola Nick-. Me dice coquetamente Ariana-. Le sonrío a modo de respuesta-. Este sábado vamos a dar una fiesta en mi casa, después del partido, estás invitado-. Tiene una sonrisa juguetona en la cara-.

- Allí nos vemos -. Le respondo guiñándole mientras sigo mi rumbo a los vestuarios-.

La verdad, que me puedo follar a la que quiera cuando pueda, pero hay algo que no me deja, más bien alguien, y eso tengo que cambiarlo como sea.

Llego y me quito toda la ropa, me meto en una de las duchas, me relajo, el agua cae poco a poco en mi, estoy en mis pensamientos hasta que unos gritos me sacan de ellos, me pongo la toalla como puedo y salgo al pasillo. Una melena femenina está de espaldas a mi, y una especia de electricidad recorre todo mi cuerpo, no podía ser ni más ni menos que Kim.

-¡Eh tú!-. Le chillo a lo que ella se gira-. ¿Que haces aquí?-.

- ¿Que coño vas diciéndole a mi hermano gilipollas? -. Me chilla y se dirige hacia mi-. ¡Que si soy una estrecha, una cerrada, estás enfermo!-.

- Solo digo la verdad-. Lo digo con un tono indiferente a lo que ella se cabrea más-.

- ¡Ugh! ¡Te odio!-.

Antes de que se gire del todo, le agarro de la muñeca, como había hecho minutos antes Ariana conmigo.

- Sabes que eso no es verdad-. Ella rueda los ojos hasta ponerlos en blanco-. En diez minutos en el aparcamiento, busca mi coche-. Le digo mirándole a los ojos-. Ahora si me disculpas tengo que cambiarme-.

Me giro dejándola ahí con la palabra en la boca.

- ¡Eh vosotros-. Digo refiriéndome a los demás del equipo-. Ni la miréis-. Y dicho esto me meto de nuevo en la ducha-.

Narra Kim.

Lo odio, lo odio, lo odio, recito mientras me dirijo al aparcamiento y diviso su coche a lo lejos, cabrón con ese pedazo de coche, a ver que yo también me lo puedo permitir pero mis padres son de los que dicen que las cosas hay que ganárselas y les doy la razón, no soy una niña mimada, no como otros...

8 minutos llevo aquí apoyada en el coche, y hace bastante calor la verdad. A lo lejos veo una figura, bastante alta y corpulenta, Nick, cualquiera podría distinguir a ese ser entre la multitud.

- Tengo calor-. Es lo primero que le digo-.

- Hola a ti también-. Me responde-.

- ¿Que quieres? Tengo prisa-. Le digo borde y seca-.

- Súbete al coche y hablemos-. Le miro con cara de pocos amigos-. Venga que te llevo a tomar un helado-. Sigo con la misma cara-. Joder Kim no me toques los huevos y súbete al maldito coche-.

Vale ahora si que me subo, porque si no soy capaz de volver andando a casa y no me mola ese plan. Nos ponemos el cinturón y enciendo la radio, hay confianza, pero el la apaga.

- Tú música me molesta-. Dice gruñendo-.

- Pues te aguantas-. Le contesto a la vez que le doy otra vez al botón de la radio-.

- Eres insoportable-.

- Es lo que hay, tú has insistido de que suba al coche-. Digo mientras miro por la ventana.

Durante el camino, ninguno de los dos intercambia palabra. De vez en cuando lo miro de reojo, y es verdad que es realmente guapo, su pelo casi negro, sus ojos marrones verdosos, esa mandíbula marcada y esa piel blanquita que hace que resalten sus pecas. En cuanto nota que lo estoy mirando quito mi mirada de él, pero es demasiado tarde porque se le forma una pequeña sonrisa de geocéntrico. Llegamos al restaurante y yo pido un batido de oreo y el de chocolate. Estamos uno frente al otro.

- ¿Que es lo que se supone que le he dicho a tu hermano?-. Él es el primero en romper el silencio-.

- Qué soy una cerrada-. Digo de mal humor-. Y no es verdad-.

El sonríe, con esa sonrisa que tiene él tan suya. Y me molesta, que yo esté así y él sonría.

- ¿Qué te hace tanta gracia Nick Foley?-.

- Tú-. Me responde simple-. Me haces gracia tú-. Remarca el tú-.

- Pues no sé por qué-. Absorbo con la pajita mi batido-. ¿Me puedes decir ya por qué has dicho esas palabras refiriéndote a mi?-.

- Porque lo eres, eres cerrada, no dejas que ningún chico se te acerque, te niegas a todo, no sales, eres antisocial, y puedo seguir si quieres pero no quiero tampoco avergonzarte-.

Lo miro atónita, no me esperaba eso para nada. Y no es verdad eso que ha dicho.

- Eso no es verdad, ahora mismo estoy contigo y tú eres un chico-.

- Oh vamos Kim, nos conocemos desde pequeños, somos como hermanos-. Me dice.

Ouch eso ha dolido más de lo que pensaba.

- Los hermanos no se besan en el baño-. Remarco yo-.

Nick se queda mudo. Jaque mate. Kim 1-0 Nick.

Enamorada de Nick FoleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora