Capítulo 8

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Narra Nick

Abro la puerta de la cafetería, lo primero que veo, es a ella en medio de esta mirándome, y al rededor suya todos haciendo lo mismo. 

Me siento observado, demasiado. Miro a Anna y después a Stefani, vuelvo la mirada hacia ella, me sonríe tímidamente, y vaya me gusta más de lo que pensaba.

Camino lentamente y me paro delante suya, la miro de arriba a abajo, que bien le queda el maldigo uniforme.

- Parece que somos la nueva tendencia-. Digo intentando quitarle hierro al asunto-.

Me mira con cara de pocos amigos, se gira y se dirige hacia una mesa. La sigo y me siento enfrente suya.

- ¿Qué te pasa?-. Digo un poco alterado-.

- ¿Qué que me pasa? ¿Enserio?-. Me contesta irónicamente-.

- Oh vaya es que ahora prefieres que Mark te tire los tratos, me parece perfecto-. Acto seguido me levanto de la mesa y me dirijo hacia la puerta de la cafetería y salgo dando un portazo.

Es que encima que la defiendo, me pasa por gilipollas y pensar que por una vez podría ser distinto.

Ella no me sigue, y me encantaría que lo hiciese, pero no lo hace, así que me voy directamente al vestuario, esta tarde tenemos entreno.

Veo que van llegando más compañeros, y entre ellos Mark.

- ¿Qué tal la comida con tu amiguita?-. Recalca la palabra amiguita-.

- Mark paso de ti-. Le digo girándome y adentrándome en los servicios-.

- Creo que se divertirá más conmigo esta noche-. Dice a mis espaldas-.

Esas palabras hacen descontrolarme. Me giro rápidamente agarrándolo por el cuello y estampándolo contra la pared.

- Vuelves a decir eso y no sales de aquí vivo, ¿me has escuchado?-. Le chillo en la cara-.

- No me das miedo Nick-.

Dicho esto me mete un puñetazo en la cara, a lo que yo le respondo y así repetidamente pero ahora la posición es él encima de mi hasta que llega el entrador y nos separa.

- ¡Los dos a casa! ¡YA! -. Dice el entrenador un poco alterado-. El próximo partido no lo jugáis-.

Dios no puede ser, jugamos contra el mejor instituto. Me dispongo a salir del edificio cuando un pequeño cuerpo choca contra mi.

- lo siento no te había visto-. Dice Kim mirando hacia el suelo-. ¿Nick?-. Esta vez mirando mi cara-. ¿Qué te ha pasado?-. Intenta tocar mi labio partido pero me echo hacia atrás-.

- No quiero hablar, adiós-. La dejo atrás plantada-.

- No puedes hacer eso-. Ahora está a mi lado-.

- ¿El qué? ¿No contestarte e irme? Pues si que puedo-.

- Dios, que cabezota eres-. Ahora mismo está enfrente mía-. Me preocupo por ti-. Esta vez sí que le dejo que me acaricie la cara-.

- No quiero que te preocupes por mi-.

- Pero yo si-. Dice con total sinceridad-.

- Después yo soy el cabezota-.

Esas palabras provocan en ella una risa, y joder es el sonido más bonito que he escuchado en la vida. Tengo demasiadas ganas de besarla, pero sé que si lo hago ya no habrá vuelta atrás.

Narra Kim

En el coche, él y yo, como esta mañana, solo que ahora es menos incómodo, suena una canción de fondo, pero no le hago caso, me deja en casa, me quito el cinturón y cojo mi mochila, antes de bajar dejo un sonoro beso en su mejilla, a lo que yo me pongo roja sin querer.

- Nos vemos mañana-. Digo abriendo la puerta del coche-.

- A las 8:10 te quiero fuera-. Y sin dejarme hablar pone rumbo hacia su casa-.

Osea que eso significa que me recoge para ir al instituto juntos, vaya ¿seremos mañana otra vez la noticia del día?

Entro en casa y mi madre me bombardea a preguntas.

- Me he entretenido con un proyecto de física, porque Stefani no sabía hacerlo, déjala es un poco inútil para eso-. Mi madre se ríe por las palabras que le dedico a mi amiga-.

- Este sábado vamos a ir a cenar a casa de los Foley, ya se lo he dicho a Lucas-. Dice mi madre mientras dobla unos trapos-.

- Vaya, ¿por qué vamos? -.

- No lo sé, me lo dijo anoche tu padre-.

Interesante, sábado por la noche cena en casa de Nick Foley, eso significa que la madre de él nos intentará juntar otra vez.

Ella dice que sería la novia perfecta de su hijo. Pero no sé no creo yo que Nick fuese el mejor novio de la historia. Aunque no me importaría comprobarlo.

Enamorada de Nick FoleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora