| Utiliza las lágrimas para salvarte de algunas malas situaciones.
Eso era un As bajo la manga que Paris utilizaba solo cuando era estrictamente necesario.
Sus lágrimas habían justificado el acto tan impulsivo que dirigió hacia la novia de Thiago. Aunque no se podía negar que se lo tenía merecido.
Y según le comentaba Alessandra en la noche cuando le llamo, todos se habían puesto de su parte. Basta de la discriminación.
Vaya si eso no mataba dos pájaros de un tiro.
Claro que ahora no sabía si sentirse agradecido, o un poco asustado por la horda de admiradores que habían comenzado a seguirlo desde que llego a clases. Parecía que todos querían consolarlo, pero no de la manera correcta.
Como el chico que ahora lo estaba secuestrando de su clase de deporte, para llevar a quien sabe dónde. No es que fuera muy intimidante. Lo había visto algunas veces por ahí. Alto, rubio, con ojos de un pálido color azul. Además era un tanto escuálido, por lo que si intentaba sobrepasarse, Paris lo pondría en su lugar.
Se detuvieron detrás de una de las casetas de vigilancia de la escuela. El chico lo impulso sobre la pared y puso sus manos sobre sus hombros. Paris no pudo evitar alzar una ceja ante esa acción.
-Me sentía tan triste ayer por lo que te sucedió Paris-. Dijo con una voz irritantemente amable-. Tenía muchas ganas de consolarte.
-Gracias, yo en verdad aprecio que se preocuparan por mí. Aunque ya estoy mejor-. Sonrió fingidamente-. Gracias en verdad.
-No es nada Paris. Yo sé lo agresivas que se pueden poner las personas con esos temas. Celeste hizo tan mal, ella no debió insultarte.
-Lo sé.
-Quería correr detrás de ti, abrazarte y decirte que todo estaría bien.
Paris intento no resoplar. Seis chicos-contando a este- le habían dicho lo mismo en menos de media mañana.
Parecía que todos compraban el libro de Labia barata, para aquellos que no tienen imaginación.
-Mira yo...-. Comenzó a decir Paris pero el chico lo sacudió-.
-¡Quiero protegerte! Cuidar de ti, me has gustado desde hace mucho tiempo, y siento que ya no puedo aguantar más con tanto amor, así que por favor... ¡Acepta....
Mierda, solo había una solución para detener estas declaraciones de amor tontas... de chicos aún más tontos.
Paris se puso de puntillas y lo beso. Un beso en ocasiones como estas...podría ser otro As bajo la manga.
| Usa los besos para acallar las declaraciones de amor tontas...de chicos aún más tontos.
Cuando se separó Paris puso su mejor sonrisa y beso la mejilla del chico.
-Gracias por preocuparte, sé que puedo contar contigo cuando lo necesite, héroe.
Y sin dejar al chico decir una palabra más, se fue.
Bien, le gustaba la atención y todo... ¡Pero era agotador!
Además todos los chicos eran...No eran príncipes azules. Y eso lo desanimaba.
Cuando llego a su clase con varios minutos de retraso, el profesor lo mando a darle cinco vueltas a la cancha, se contuvo de mostrarle el dedo medio e hizo lo que se le ordeno.