¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No supo cómo, ni porque.
Pero Thiago Wolfe estaba siendo convencido para ir a una súper fiesta, como había descrito su mejor amigo Dan.
El pelirrojo parecía tan entusiasmado y feliz, que no pudo hacer mucho para negarse. Raramente Dan insistía tanto en que lo acompañara a un lugar, y se valía del hecho de que Thiago no estuvo con él para celebrar su cumpleaños hace unos meses atrás. No ayudaba que Mateo estuviera igual de insistente que su otro amigo. Por lo que termino pensando que acompañarlos no haría ningún mal.
Obviamente Celeste no estuvo de acuerdo. No entendía porque su novio súper nerd tenía que ir a una súper fiesta de chicos que ni siquiera conocía. Thiago sabía que solo estaba celosa. Y Alondra no era de mucha ayuda diciéndole que Thiago tenía ese don de impresionar a las chicas sin necesidad de tener que guiñarles un ojo. Ya cuando logro deshacerse de su amiga, le toco ocuparse de su novia de maneras un poco...especiales.
Ahora faltaba conseguir el permiso de la mujer más importante en su vida. Su madre no sería tan fácil.
-Ya he dicho que no, Alejandro-. Respondió su madre mientras seguía viendo su revista-.
-¡Pero mamá...!-. Insistió él-. ¿Cuántas veces te he pedido permiso para ir a una fiesta?
Ella lo miro con una ceja alzada.
-No intentes irte por ese camino, jovencito.
El contuvo un bufido. No entendía porque una mujer tan bella como ella, tenía que actuar de una manera tan...anticuada.
-Por favor, ma. Te lo estoy pidiendo en verdad. ¡Mira! Si quieres, esta será la única fiesta a la que te pediré ir hasta dentro de tres años.
Ella soltó una carcajada.
-¿Crees aguantar tanto niño?
-Realmente no me conoces todavía-. Dijo acercándose y abrazándola-. Mira, sé que no te gusta, pero necesito hacerlo por Dan. Recuerda que por no ir a su cumpleaños, me armaste todo un rollo. Ahora es la manera de recompensárselo,
-No se Alejandro. Me da miedo que vayas lejos a un lugar que no conoces, y donde posiblemente haya alcohol.
-Mira-. Él apoyo sus manos en sus hombros-. Te prometo que si no me gusta nada, te llamare enseguida ¿Si?
-Y me mandaras un mensaje en cuanto llegues ahí, y cuando salgas ¿Si?-. Dijo ella-.
El asintió sonriendo y la abrazo.
-Gracias Ma.
-No hagas que me arrepienta, Ale.
-No mamá.
Le dio un beso en su frente y se fue a su habitación.