Capítulo 10

185 34 19
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Las cosas siguen su rumbo. Y muchas de ellas vuelven a la normalidad.

Como ahora, cuando Paris en la clase de deporte, había tropezado con él apropósito.

Thiago maldijo y trato de serenarse. No estaba bien matarlo, era un delito y ya su oportunidad había pasado. Por lo que tenía que conformarse con tropezarlo de igual forma, y quizás podía lograr que tragara tierra en el momento que se cayera.

Y casi lograba su cometido de no haber sido por Alessandra, que se puso al lado del señorito Diva. Como si leyera las malditas intensiones de Thiago.

Se detuvo cuando el profesor sonó el silbato y camino hasta donde Dan, quien no dejaba de ver su teléfono.

-¿Has conseguido por fin una novia?-. Pregunto burlón mientras trataba de ver lo que entretenía tanto a su amigo-.

-Ja, Ja, muy gracioso. ¿Te ríes acaso de mi desgracia?-. Aun y cuando Thiago se burlaba de él, no dejaba de un lado su teléfono-.

-Ya, enserio, ¿Qué te entretiene tanto?

Por fin Dan alzo la vista y Thiago alzo una ceja ante el intenso rubor que abarcaba las mejillas de su amigo. Eso solo le confirmaba que una chica estaba de por medio.

-No, no es nada-. Respondió por fin guardando su teléfono-. A todas estas... ¿Qué haces acá fastidiándome? ¿Paris ya te mando a comer mierda?

-¿Tienes complejo de payaso? Porque si es así, cambia de profesión hombre. No te queda.

-¿Dolido?-. Thiago le dio un pequeño golpe y este comenzó a reír-.

El profesor volvió a reanudar las vueltas y se pusieron en marcha.

Sorprendentemente el día de hoy había pasado rápido, gracias a Dios.

Lleno el cabello de Paris de bolitas de papel, logró tropezarlo haciendo que botara su refresco en el cafetín y lo hizo perder la paciencia en clase de pre-calculo. Suspiro. Había sido un buen día.

Por eso ahora, mientras caminaba con su novia a la parada del autobús, no podía dejar de pensar en lo bien que se sentía.

Celeste iba hablando de alguna cosa que había visto en una revista de lógica, mientras el asentía y no dejaba de preguntarse ¿Cómo logre que se fijara en mí?

La amaba. Y era el sentimiento más maravilloso que podía existir.

Cuando se despidieron él la beso y abordo su autobús.

Consiguió un asiento libre lo que hizo su día aún mejor. Por lo que cuando llego a su casa ya estaba tarareando.

A su madre le toca trabajar esta noche, y su padre todavía seguía de viaje, lo que significaba que tendría la casa para él solo.

El paso entre el Odio y el Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora