Danbi era una firme creyente de que las malas noticias venían de a tres.
Recordaba a sus nueve años,cuando su gata atigrada había sido atropellada por un coche,se la había pasado todo el día llorando con el corazón destrozado. Makki,una cosita pequeña con rayas blancas y anaranjadas, había estado con ella desde que tenía memoria. Había jugado con su cabello y con los hilillos sueltos de su ropa,y había hecho temblar su cuerpecito con ronroneos,cada vez que los dedos de Danbi habían acariciado detrás de su pequeña oreja. Ronroneos que se habían apagado para siempre.
Cuando había recuperado la noción del mundo real,cuando la bruma de tristeza dejó entrar un poco de luz,a escondidas se enteró de que su madre había perdido el trabajo. Ella iba por un vaso de agua a la cocina,cuando había escuchado la desesperada voz de su madre hablando por teléfono con una de sus amigas. Danbi había esperado que su madre le dijese a la hora de la cena,había esperado pacientemente las palabras pero nunca habían llegado. Su madre intentó poner una buena cara para ella,a pesar de que se notaba que había estado llorando.
Días después,Danbi había tenido que ser testigo de una nueva oleada de desolación en su madre,esta vez causada por el hombre que hacía llamarse su padre,y de tener que ocultar la suya propia. Danbi se había tenido que tragar las lágrimas y los gritos que le atenazabana garganta
Era algo que había aprendido desde niña: a ocultar las emociones negativas,a tratar de no poner más peso en los hombros ya tristes de su madre,y así seguía siendo.
Danbi recordaba esa semana a la perfección,porque en esa semana había perdido una amistad,una compañía que siempre había estado a su lado,había sentido el miedo y la incentidumbre que les traía a su madre y a ella,el de no tener una fuente de ingreso. Danbi había pensado que no iban a comer,que iban a vivir en la calle,que iban a tener que llamar a su padre por ayuda. Y por último,había perdido la poca onza de respeto que le quedaba hacia uno de sus creadores al descubrir la verdad que él había luchado tan duro por ocultar.
En esa semana había perdido una parte de sí y había perdido completamente a quiénes pensaba que iban a estar siempre con ella. Por eso le era tan memorable. Y la odiaba.
Ya había pasado lo de Sehun y el pequeño diablillo rojo.
Ella debería haber sabido que la cosa no iba a terminar ahí.
Era lunes,lo que significaba que tenía un almuerzo pendiente con su madre. Esa tradición había empezado cuando Danbi se había mudado sola,y la universidad había empezado a consumir tanto de su tiempo,que eran pocas las veces que hablaba por teléfono con su madre,y mucho menos verla cara a cara,a pesar de que no se encontraban lejos de la otra.
Cada lunes,ellas se sentaban en el sillón,frente a la televisión,comiendo con gula y riendo a carcajadas o llorando en los brazos de la otra,dependiendo del ambiente,y compartían el tiempo que tanto les hacía falta. Danbi se preocupaba profundamente por su madre,a veces la veía tan sola,y tenía los ojos tristes,aunque siempre intentaba esconderlos de ella.
Danbi debería haber sabido que algo estaba pasando cuando ese lunes su madre abrió la puerta con líneas de preocupación en los costados de los ojos,y la sonrisa tan tensa que parecía dolorosa. Todo en Danbi se había preparado para las malas noticias,pero su madre se había limitado a estrecharla con fuerza en sus brazos,balanceándola de costado a costado,para luego dejar un beso en su frente.
Adentro estaba cálido. Las fotos familiares de las paredes,los muebles claros y la pared rosa viejo cantaban familiaridad. El perfume de su madre flotaba en el aire,siempre oliendo a jazmín.
Se sentaron con la comida sobre las bandejas. La lasagna despedía un olor delicioso,y Danbi sabía que iban a hacer un desastre en el tapiz del sillón,pero a su madre no parecía importarle. Entre risas y comentarios de la película que pasaba por la televisión,la comida se había ido en un abrir y cerrar de ojos,y estaban sentadas una frente a la otra.
—Creo que deberías salir más.—dijo Danbi,con una pequeña sonrisa.—No necesariamente con un hombre…sino con amigas,amigos y todo eso.
Su madre rodó los ojos,dándole una palmada en la rodilla que tenía doblada sobre el sillón.
—Ya estoy vieja para eso,Danbi.
—¿Para tener amigas?.—soltó entre risas.—¿Para salir a divertirte?. Por favor,mamá,no me digas que te ha llegado la menopausia.—su madre rodó los ojos una vez más,y se quedó en silencio,mordisqueando su labio inferior.
—¿Vas a decirme qué es?.—le preguntó suavemente,estrechándole la mano y dándole una sonrisa alentadora. Ella quería parecer serena para su madre,para alivianar un poco la ansiedad que le endurecía la cara.
Las manos de su madre se retorcían en su regazo,y sus ojos estaban empezando a llenarse de lágrimas. Por un momento,Danbi sintió el pánico ante la idea de que su madre se encontrase mal de salud o alguien a quien ellas conociesen.
Pero como siempre,se equivocaba.
Nunca,ni en un millón de sueños,hubiera creído posible las palabras que salieron de los labios de su madre.
—Tu padre va a venir a visitarte.
La habitación había empezado a dar vueltas,y Danbi tuvo que darse unos momentos para recuperar la voz.
—¿Qué?.
Su madre parecía encogerse dentro de sí misma a medida que hablaba.
—Yo…he recibido una llamada de él el sábado,y me ha dejado saber lo ansioso que está por ver a su pequeña de nuevo.
Danbi tuvo que tragarse la bilis,y sólo podía pensar: ¿con qué derecho?,¿con qué derecho?,una y otra y otra vez.
—Pero eso no es todo,¿verdad?.
Su madre suspiró,sosteniendo el puente de su nariz entre el dedo pulgar e índice.
—Va a venir con tu hermana.
Ahí estaba. El sucio secreto de su padre,y de lo que era tema prohibido dentro de las paredes rosa viejo.
Ellas no hablaban sobre ello,Danbi ni siquiera pensaba en ello. La idea de su padre con otra familia,con una hija de la misma edad de Danbi,sólo con unos pocos meses de diferencia,hacía que su estómago se revolviese,y el odio que había crecido dentro suyo volvía a la vida. Danbi lo odiaba,y odiaba odiarlo. Ella no quería sentir nada hacia ese hombre.
—¡Mamá!—jadeó,sintiendo los latidos en las sienes.—¿Cómo es...?—ella tomó un profundo aliento,sintiendo como sus malos temblaban de sólo recordar al hombre que las había abandonado a ella y a su madre.
Danbi recordaba las escasas llamadas de cuándo era pequeña,recordaba la incomodidad y el poco interés que salía de su padre en oleadas. Recordaba haber deseado que él las extrañase como ellas lo extrañaban a él durante los primeros años,de que él la estuviese pasando tan mal como ellas lo hacían. Pero las llamadas se habían detenido para cuando había cumplido siete.
Ella recordaba el día en que había vuelto del colegio,y había visto la figura de su madre llorando desconsoladamente,envuelta en la oscuridad de su habitación,y con la amargura y el dolor trayendo pinchazos a su corazón ya destrozado. Ella,al enterarse de la razón,de lo que su padre había hecho,no se había sorprendido. Desde pequeña había sabido el tipo de hombre que su padre era,y si bien había tenido un poco de esperanzas puestas en que él cambiase,se había dado cuenta de que los hombres como él no cambiaban.
Eran destructivos,y destructivos morían.
El odio que había guardado en una caja bien cuidada dentro suyo se había abierto una vez más ante la mencion de ese hombre,y ante la tristeza que volvía al rostro de su madre. Parecían los viejos días,cuando su madre a penas se mantenía en pie y Danbi no tenía más que emociones negativas dentro suyo. Ella quería a ese hombre lejos de ellas,para siempre.
Con un suspiro,y tragándose el grito de rabia que escalaba por su garganta,envolvió a su madre en un apretado abrazo e inhaló su aroma a hogar.
—¿Por qué no lo has rechazado?.¿Por qué no le has dicho que no?.
—Es tu padre Danbi.
—No,no lo es.
—Mereces…mereces tener aunque sea un pedacito de él.
Danbi se rió tristemente en el cuello de su madre,y se hundió aún más en el aroma a jazmín.
—Eso habría servido antes,mami,no ahora. Ahora es demasiado tarde.
Su madre la alejó y le sonrió con cariño,acariciándole el rostro con el dorso de la mano.
—Nunca es demasiado tarde,hija.Hooooola preciosas.
¿Cómo han estado?. Espero que bien.
Hoy hace un frrrrio,y al parecer el frío me inspira a poder seguir escribiendo lakdls.
Hemos visto un nuevo pedazo de la vida de Danbi,y al parecer uno nuevo.
¿Qué piensan acerca de la visita dd su padre y su hermana?.¿Ya están extrañando a Sehun? ah.
Como siempre,¡muchas gracias por leer,por los votos y comentarios!. Y espero con toda el alma que disfruten el cap.
Nos leemos en la próxima,bellezas.
Besotes.
Tam xx