Cuchillo Serafín VS Lago Lyn

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Alec estaba sentado en la cama, recargado en la cabecera con sus piernas flexionadas, de modo que podía descansar sus brazos en sus rodillas. Su mirada estaba fija en su pequeño amigo dragon. A pesar de que ya llevaba meses en Idris, desde su primera visita, parecía que nadie quería darle el beneficio de la duda, ¿en que?, en todo. Seguían alimentándolo solo con migajas, muchas cosas ya eran bastante claras, pero otras eran totalmente desconocidas, y Alec pensaba que, si quería detener la guerra que pudiera ocuurir, necesitaba saber los abismos que había detrás.

Eran muchas sus dudas, además de que, Magnus nunca le decía nada cuando le preguntaba. Cuando lo hacia, el elemental lograba hacerle olvidar todo con solo besarlo... especialmente en su cuello, que al parecer, Magnus había descubierto que era su punto débil. Y Magnus siempre respondia lo mismo, que con el tiempo se darían las respuestas, Alec no le molestaba ese hecho, pero tenia el presentimiento de que el tiempo ya no era algo que estuviera a su favor.

Alec prestó mas atención al notar como Regis comenzaba a abrir sus ojos. Cuando el animalito se percató de que Alec lo observaba, en un abrir y cerrar de ojos cambio a su forma humana, quedando sentado con las piernas cruzadas, sus manos descansando entre el hueco que había formado en medio y su cara automáticamente se ladeo un poco, mirando a Alec con curiosidad, pues la mirada que le daba era incierta, y Regis no estaba seguro si debía preguntar o no.

-Dime algo, Regis – dijo Alec luego de unos minutos de silencio, Regis solo asintió – porque... ¿Cómo es que tu, que fuiste siempre mi arco y aljaba, puedes transformarte en una espada?

-Cuchillo serafín – rectificó Regis, Alec le miro confundido – soy, como decirlo, formo parte de una alianza seráfica, parte de la jerarquía angelical.

-¿Eres un angel? – preguntó Alec sorprendido.

Regis parecio meditarlo un poco – podría decirse asi, sin embargo, mis poderes no han despertado, no como tal, el que...

-Si ya se – Alec le interrumpio – es mi culpa ¿no?, porque mis poderes no han despertado.

-Tus habilidades están en aumento, Alec – le dijo Regis – yo no diría que están dormidos, la prueba de ello son tus runas, tal vez falta que surjan otras y que sepas como usarlas a voluntad. Por otro parte, mis poderes verdaderos no han despertado, porque no me ha llamado por mi nombre.

-¿Tu nombre?, ¿no dijiste que te llamabas Regis?, ¿nos has engañado todo este tiempo?

Regis alzó las manos, moviéndolas frenéticamente a son de negar lo dicho – no es lo que piensa, solo existen dos cuchillos serafines hasta el momento, hemos tenido el mismo nombre desde que se nos encomendó la tarea de brindar apoyo a Idris, y solo es el soberano del mismo el que sabe nuestro nombre.

-¿Y como se supone que se tu nombre?, ¿y quien es el otro cuchillo serafin que mencionaste?

Regis vaciló, se supone que eso no debía decirlo, no aun – esperaba poder averiguarlo, por lo general, cuando uno despierta el otro también lo hace, podría decirse que somos duales o hermanos.

-Si bueno, eso podemos resolverlo despues, ¿Cuál es tu verdadero nombre entonces?, ¿Cuáles serian tus verdaderas habilidades?

Regis suspiró – cuando se nos llama por nuestro nombre, el sello que salvaguarda nuestros poderes se rompe, permitiéndonos servile del mismo modo, emm, adoptamos la forma del arma diestra del portador.

-Pero la primera vez aquí, utilice mi arco.

-La primera vez, yo aun estaba dormido, Alec – le recordó Regis y cuando Alec iba a decir algo, Regis se le adelantó – y déjeme aclarar una cosa, las otras veces, usted no me llamó por mi nombre, sino por mi apodo, y los cuchillos serafines no funcionamos de esa manera, si me llamase por mi verdadero nombre, seguramente adoptaría la forma de su arco y aljaba.

Mundos Distintos... Pecado DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora