Memorias Perdidas (Segunda Parte)

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Alec sentía las lagrimas corriendo por su rostro mientras empuñaba a Regis firmemente, apuntando una de sus flechas a una barcasa que lentamente se alejaba del islote... mismo donde se reunia el concilio. Los ojos ya vidriosos de Alec le comenzaban nublar la vista pero, tomando una profunda y entrecortada respiración, soltó la flecha, que tenia la punta en llamas, la cual se clavo en el pequeño cumulo de leña que estaba cerca del medio del barco, comenzando a incendiarlo.

En el centro de la barcasa, cubierto por una delgada, suave y fina manta de seda, estaba en cuerpo sin vida de Maxwell...

Jace, Seira, Robert, los mellizos, junto con Mark, Aline, Helen, Jordan y los representantes de cada clan, tomando una flecha en llamas, apuntaron hacia la barcasa, permitiendo que las flechas llegaran a ella... provocando que la barcasa comenzara a incendiarse completamente.

Jace se acercó a Alec, esperando a que su pequeño hermano se rompiera a llorar violentamente por la perdida... incluso él se sentía en el mismo borde. Sin embargo, Alec le miró, aun con semblante triste y sus hermosos ojos azules derramando las últimas lágrimas.

-¿A dónde los llevaron? – le preguntó Alec a Jace.

-Estan en la isla de Imogen, solo ahí están las celdas que pueden confinar a los elementales – le dijo, extrañado del tema que su hermano estaba abordando – sin los sellos elementales, la totalidad de su poder ha sido liberado, si no lo controlan, crearan un cataclismo, autodestruyéndose a ellos mismo en el proceso.

-¿Y como están los niños?

-Maia, Denis y Silas parecen estar bien – informó Kovu, quien se le había acercado – pero Presidente Miau sigue sin reaccionar, utilicé un hechizo para confinarlo en un celda de hielo, para conservar su cuerpo... temo decir que no reaccionó ante mis otros intentos.

-¿Cómo podemos salvarlo?

-Lo mas lógico que se me ocurre pensar es que ese demonio que ha sido resucitado, Jonathan, sea asesinado, si se hace eso, es posible que los sellos vuelvan a los semi espiritus y ayuden a los elementales.

-Ellos pueden ser capaz de controlar tal cantidad de poder – comentó Jace – lo que me preocupa es que no estén determinados a hacerlo, acercarse a ellos en ese estado, es mortal para cualquiera.

-Tiene que haber algo que podamos hacer – dijo Alec.

Repentimanente todos giraron hacia el cielo, la barrera estaba alarmantemente débil, débiles fragmentos, partículas de barrera comenzaban a caer.

-Creo que tenemos un asunto más importante que atender, Kovu, llévate a Alec de aquí – ordenó Jace – y acegurate de que no vaya a ninguna parte.



-¿Cómo te sientes, hijo mio? – preguntó Lilith a Jonathan, quien estaba sentado sobre el altar, con un aire que le hacia parecer un león dispuesto a atacar.

-Me siento mejor que nunca, madre.

-Cuanto me alegro escucharlo – Lilith besó la mejilla de Jonathan.

-¿Cuál es la tarea que deseas que haga, madre?

-Tan perceptivo como siempre – Lilith sonrió – se que le dije a ese chico que el no me interesaba pero, dado que en este momento Asmodeus este planeando, o incluso atacando Idris, necesito que los dejemos vulnerables aun mas. Sé también, que le dije a Asmodeus que tomaría el reino mundano pero honestamente no me interesa, criaturas demasiado simples sin nada especial, asi que intentare otra cosa.

Mundos Distintos... Pecado DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora