Renacimiento

109 20 9
                                    

Tessa corría por los pasillos de la ciudad de hueso en busca de Alec. Literalmente estaba revisando habitación por habitación... pero tenía que encontrarlo. De algún modo, los demonios rapiñadores habían encontrado la ciudad subterránea, y estaban bajo ataque. Mientras corría, algunos de los hermanos silenciosos detenían a los demonios, infringiendoles dolor con solo un ademan de sus manos, logrando contenerlos y, cuando el demonio no lo toleraba, los destruía.

En un momento, cuando Tessa estaba siendo rodeada, dos pequeñas siluetas se movieron con rapidez, una atravesando a un par de rapiñadores con una barra de metal, y el otro electrocutándolos hasta calcinarlos. Tessa los reconocio segundos después, eran Presidente Miau y Regis. Pero a pesar de sus rapidos y certeros movimientos, mas demonios los estaban alcanzando, queriendo volver a rodearlos, ante eso, Tessa extendió una de sus manos, formando una especie de chispas que alcanzaron a los rapiñadores... haciéndolos explotar.

Presidente Miau y Regis se cubrieron con las manos, al igual que Tessa cuando unos escombros de la pared salían volando.

-Rapido, salgan de aquí – todos se giraron cuando uno de los hermanos silenciosos se les acercó – yo me encargaré de este lugar.

-Hemano Jeremiah.

-¡Cuidado! – gritó Regis al detectar movimiento.

Todos se pusieron alerta al instante, sin embargo, el hermano Jeremiah había logrado ser atravezado por una extraña enramada, justo en su costado, sin embargo, haciendo uso de sus poderosas runas, logró infringirles dolor, deteniéndolos en su avance.

-¡Rapido, salgan de aquí!

Tessa apretó los dientes, pero sin vacilación, creo un portal en cual simplemente señaló a los semi espiritus para que lo atravesaran, ninguno protestó o titubeo, simplemente se lanzaron a él, dejando que el hermano Jeremiah se encargara de la situación.



El hermano Zachariah estaba siendo apresado por una inusual energía que le impedia moverse... sus musculos se tensaban cuando trataba de hacerlo, había sentido el aura de Tessa, sabía que estaba siendo atacada y que no encontraba a Alec... algo que simplemente lo perturbó. Luchando contra las resticciones, Jem trataba de salir de aquel agarre de muerte.

-¿Te sigues resistiendo? – preguntó Eidolon, un demonio mayor.

-Jem – el hermano Zachariah parpadeo al escuchar aquella voz en su cabeza... no podía estar equivocado... era la voz de Will – Jem – volvió a decir – no olvides nuestro vinculo... no te des por vencido.

Jem tomó una fuerte respiración al mismo tiempo que se concentraba en sus runas. Pronto, una intensa luz apareció en la habitación donde estaban, la cual de amnera inexplicable logró liberal a Jem y dejando a Eidolon completamente pasmado. Jem no pudo evitar mirar al demonio mayor con aire de suficiencia.

-¡¿De que te estas riendo?!

Eidolon se enfurecio al ver a Jem lograr liberarse de su magia, por lo que, presa de la rabia, lanzó una llamarada de fuego, dispuesto a acabar con Jem, pero él, de un rápido movimiento y utilizando sus runas mas poderosas, logró devolver el ataque al demonio, haciéndolo gruñar presa del daño y presa de la ira.

-Nadie... – dijo Jem – tiene permitido entrar a esta ciudad y nadie... tiene permitido acercarse tan violentamente a los reyes.

-¡Tonterias! – Gritó Eidolon dispuesto a lanzar otro ataque – ustedes han sido lentos...no pueden detenerme... menos cuando soy solo la carnada, Asmodeus ya tiene lo que...

Mundos Distintos... Pecado DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora