día 5/3 :v

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Lapis no dió vuelta atrás, de nueva cuenta, todo había regresado al principio.

Llego a casa desanimada y rápidamente se encerró en su habitación para evitar que sus compañeras de casa la vieran.

—¿yas has llegado lapis? —se escucho una voz adulta viniendo de afuera, se le había pasado que Garnet estaría en casa temprano.

—si Garnet, pero... Quiero descansar un poco —se forzó a si misma para sonar normal.

—bien, duerme un poco pequeña.

Se escucharon sus pasos alejarse para luego bajar por aquellas escaleras.

Creo que después de todo, no podre decirte.

Pensó la chica ruda que se encontraba postrada en su cama. Con su brazo derecho cubrió sus ojos para luego quedarse dormida.

•••

Peridot había salido corriendo de ese lugar, corriendo al lado contrario del lado por donde lapis se había ido, esa era mala suerte.

Llego corriendo de nueva cuenta a ese lugar donde había conocido a su extraño amigo, al que ya hace tiempo no visitaba a pesar de haber dicho que lo haría constantemente.

Peridot se entre sentó a la orilla del pequeño río, con una mano abrazaba sus rodillas las cuales sostenían su quijada y con la otra jugueteaba con un palito con el reflejo que de formaba en el agua.

—me pregunto... ¿así se habrá sentido lapis cuando me declare?

—veo que haz vuelto —esa pequeña silueta se encontraba arriba del pequeño puente — ¿tuviste otro problema?

—¡Steven!  —peridot levanto la vista pero el sol solo le permitía ver la silueta del pequeño.

Steven bajo con peridot y ella solo lo seguía con la mirada, su pequeña figura llego a un lado de ella acomodándose de la misma manera en la que estaba peridot.

—supongo que haz venido por lo mismo — Steven le sonreía con amabilidad.

—no pienses que tu no importas y por eso no vengo —peridot se apenó un poco ya que prácticamente el estaba en lo correcto, no regresaba a ese lugar al menos que ella tuviera un problema.

—no no no, no me mal entiendas —aclaro el pequeño mientras movía sus manos en forma de negación — no quise decir eso.

—enserio... Lo siento —y ahora se había deprimido aun más.

—mejor dime, ¿qué te ha traído aquí?

—no es necesario que pase algo para que este aquí jeje —la rubia fingió una risa pero no fue nada creíble.

—entiendo —por obvias razones Steven no le creyó pero no quería ser inoportuno y hacer que hablara de algo que tal vez no quería recordar —entonces... Que dices si damos un paseo?

—¡e-estaria bien! —dirigió la mano en su nuca apenada pero su celular comenzó a sonar,
Peridot contesto.

•hola

•peri!!! ¿por qué no me haz esperado y te haz ido sin mi?

•¡a-amahista!  ¡perdoname!

•me debes la cena del día de hoy.

•por mi esta bien pero tu vives lejos, tendría que ser otro día

•pues no se hable más, hoy me quedare en tu casa.

¿pero que cosas dices?

•si no quieres solo díme, además... Mañana es sábado, podría quedarme el fin de semana.

bueno... Tengo planes para el domingo y si quieres quedarte sería hasta mañana.

• ¿quién lo diría?  Tu teniendo una cita y sin decirle a tu mejor amiga —imito una voz ofendida —que mala amiga eres.

no es eso, pero si quieres puedes quedarte.

•lo sentí como un gran rechazo.

•no hagas drama y mueve tu trasero.

•¡no necesitas decirmelo! ¡mejor ven a abrirme la puerta!

•¿estás en mi casa?

•pensé que estabas en casa pero como ya tienes a alguien más ahora no llegas a ella.

•eso casi sonó a celos.

•solo trae tu culo que me veo como idiota a fuera de tu casa.

No se escucho más, amatista había colgado dejando a peridot desconcertada y con ganas de escuchar una buena respuesta a esa pregunta.

—supongo que el paseo tendrá que quedar para otro día —suspiro periforme y giro solo para ver que ya no se encontraba nadie a su lado.

Peridot trago saliva, cada vez se le hacían mas raras las desapariciones repentinas de Steven y nunca lo había visto en otra parte que no fuera ese lugar así que sin pensarlo más, salió corriendo de aquel lugar pasando así por el camino abandonado de ese lugar hasta llegar a una terracería por la cual había llegado.

Camino por aquel sendero hasta llegar a las calles pavimentadas, el sol ya estaba ocultándose y en anaranjado atardecer hacia presencia.

La rubia corría tan rápido como le era posible.

—¡oh!  ¡amatista!

—hasta que por fin llegas tortuga —dijo con su tono humorístico

Al parecer no se ah enojado de haberla dejado fuera por mucho tiempo.


Pensaba la rubia

—¿me piensas dejar afuera más tiempo? —reclamo la alvina.

—no no— corrió a abrir la puerta para que ambas pudieran entrar —ya sabes donde esta mi habitación, puedes subir a dejar tus cosas.

—¿no quieres acompañarme? —se coloco la alvina en el barandal de las escaleras, se sujeto de el con una mano y le sonrió a la pequeña rubia, la rubia que no le prestó ni la más mínima atención a tal comentario.

—no no adelántate, en un momento subo para acomodarte el futon —sin más, la pequeña se dirigió a la cocina.

Amatista dio un gran suspiro —bien, como quieras —subió las escaleras hasta llegar a la habitación —supongo que puedo recostarme un rato.

Amatista se recostó en aquella cama con frazadas verde limón con reverso blanco y almohadas blancas, en segundos se quedó perdida en el hecho blanco para luego perderse en un profundo sueño.

•••••••••
gracias por votar en esta historia!!!  Y a todos que la siguen desde el princípio, gracias por su gran apoyo. 

chica antisocial Pt 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora