Lo sabia

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Peridot

Es ahora o nunca peridot.

—veras... Tu... —desvíe mi mirada al suelo, sentía como mis mejillas ardían y comencé a jugar con mis manos —¡hace un tiempo que me gustas! —lo haz logrado peroi

Había empuñado mis manos y mantuve mis ojos cerrados, no escuche alguna respuesta así que abrí mis ojos. Lapis me veía con... Pena(?.

No entiendo esa expresión 

Sentí un poco de miedo, no podía moverme.

Acaso... ¿me he equivocado?.

—¿por qué no dices nada?, esto esta volviéndose incómodo —dije por lo bajo.

Lapis se acerco a mi y me abrazo, era tan acogedor pero... No sentí el tipo de calor que quería.

—lo siento —dijo a mi oído y se separó de mi para quedar cara a cara —no siento lo que tu sientes por mi, solo puedo darte mi amistad y llevarnos mejor, tal vez debamos conocernos más, ¿estás bien con eso?.

Mi corazón se estrujó al escuchar aquellas palabras.

No esperaba que dijera eso, no esperaba que intentará consolarme, tal vez hubiera sido mejor que se comportara como la chica fría que me dejaría abandonada en aquel lugar y solo me respondería "no, ¿por qué andaría con una idiota como tú? " tal vez hubiera sido mejor, pero ahora me tortura con "podemos conocernos mejor" solo me das más esperanzas.

Una lágrima resbalo por mi mejilla —¿por qué pones esa cara? Tu lo haz dicho, podemos conocernos mejor. —la separe de mi y limpie mi lágrima.

—yo en verdad lo lamento —su rostro solo me demostraba lastima, extendió su mano a mi mejilla.

—¿quieres dejar de tenerme lastima? —quiere su mano de mi rostro —solo... ¿Podrías dejarme a solas? —me gire dándole la espalda, agache la mirada.

—pe-

—por favor, dejame estar a solas, solo quiero pensar —dije en un hilo de voz y a punto del llanto.

—bien... Sólo... No te vayas tan tarde a casa ¿si?. —dijo tomandome del hombro y luego comenzó a alejarse.

No pude más y caí en llanto, era un dolor insoportable, era como una daga en el pecho.

Por un momento pensé que pude ser correspondida y si no fue así entonces... ¿por qué tanto interés en arreglar las cosas?.

No entendía nada en ese momento, no sabía que me estaba arrojando al abismo mas solitario del mundo.

Me quede en aquel lugar abrazando mis piernas y con la cara sumergida en ellas. Podía escuchar mis sollozos acompañados del ruido del río que pasaba, comenzaba a oscurecer y se hacia la presencia de las luciérnagas, perfecto para una noche sola.

Lapis

No pude evitar pensar en aquella confesión que me había hecho Peridot, no pude evitar recordar lo destrozada que estaba.

Llegué a mi casa casí al anochecer donde me esperaba zafiro.

—¿se han arreglado? —dijo zafiro algo emocionada.

—la verdad... No estoy segura —di un gran suspiro —creo que no habrá arreglo para lo que le he hecho —me deje caer al sofá marrón De la sala y cubrí mi rostro con mis manos.

—¿qué ha sucedido? —su expresión cambió demostrándome preocupación.

—se me ha declarado —aleje mis manos del rostro y no despegue la mirada del techo.

Ella me vió algo emocionada —¿y no es bueno? Le haz dicho que si ¿cierto? —me tomo de los hombros con una sonrisa y me comenzó a zangolotear de un lado a otro.

—le he dicho que no —paro de moverme de inmediato.

—¿como que haz dicho que no? ¿acaso no te gustaba? —dijo sorprendida por aquella respuesta.

—¿qué te hace pensar eso?

—no quieras esconderlo, siempre la veías toda embobada y te preocupaba que estuvieran mal —me sonroje un poco y ella se sentó a mi lado.

—aun si ese fuera el caso, sabes muy bien que si hubiera aceptado, en un par de meses hubiera sido peor para ella, le estoy dando una oportunidad para que se olvide de lo que siente por mi y busque a otra persona —me levante y subí las escaleras corriendo para llegar a mi habitación, al llegar, di un portazo.

Ruby

Al escuchar un portazo, salí de la habitación en la que me encontraba y baje a la sala para ver que había pasado, al bajar, solo me encontré con zafiro sentada en el sofá.

—¿qué ha pasado zafiro? —dije desde la mitad de las escaleras.

—solo he tenido una charla con lapis —dijo cambiando su expresión preocupada a una con una gran sonrisa —pero tu tienes que regresar a la habitación, tienes que reposar —se comenzó a acercar a mi —sabes que garnet se molestará si no haces caso —jalo mi mano y me guió de regreso.

—s-solo ha sido un poco de fiebre, no tienes por que preocuparte tanto —dije tomándome la cabeza con mi mano libre.

—¿como no preocuparme por ti? —dijo con un leve rubor en su rostro.

—¿acaso te preocupas mucho por mi? —dije de forma picarona acercándome a su oído.

—ves, la fiebre esta empeorando —su rostro se había vuelto un jitomate.

Entramos en la habitación y jale a zafiro tirándola en la cama, quedando yo encima de ella y agarrándola de las muñecas.

—la fiebre no me ha afectado todavía —me acerque notando su gran sonrojo de su rostro.

Me acerque a su rostro y al estar a unos centímetro de sus labios ella me tiro al suelo cayendo de espaldas.

—¡auch!  —dije al caer —eso me dolió —me senté en el suelo y sobe mi cabeza con mi mano —eso es injusto —hice un puchero de "enojo".

—tal vez así se te baje la calentura —hizo una risita de burla —bueno... Prepararé la cena para cuando llegué garnet. —se levanto y salió de la habitación.

Se ha atrevido a dejarme en el suelo, eso no es cuidar a una enferma  (reí para mis adentros) ya me las Cobraré.

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Lo sé lo sé, me merezco el chanclaso pero se los he compensado con esta escena de ruby y zafiro.

Pd: no me odien por hacer sufrir al lapidot.

chica antisocial Pt 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora