Alessia ya me estaba dejando sin excusas, no quería cambiar de conversación. Sólo quería hablar sobre lo que pasó, o mejor dicho, sobre lo que casi pasó anoche cuando, si se puede decir, interrumpió lo que según ella hubiese ocurrido entre el señor Agramont y yo. Ella al parecer, tuvo que regresar al departamento porque había olvidado unos historiales que debía archivar y como Jordan la cubriría mientras estaba ausente en el hospital, no desaprovechó el favor y vino por ellos, hasta que nos encontró en la entrada del edificio. Trataba de cambiar de tema pero ella volvía con lo mismo.
– ¡Oh, vamos Sav! ¿Qué crees que estaba haciendo tan cerca de ti, y sujetándote de esa manera? Que yo sepa no estabas ebria, tu solita podías mantenerte en pie perfectamente. – No paraba de insinuar que el señor Agramont trataba de besarme.
– Ya te dije, me haló muy fuerte y quedamos muy cerca, es todo, Fin. ¿Quieres algo de la tienda? Iré por algunas cosas que faltan. – Sí, estábamos demasiado cerca, pero eso no quiere decir que él quisiera besarme ¿por qué querría? Es decir, no soy un monumento de belleza irresistible y soy su empleada. Aunque admito que en esos momentos yo sí quería...
Era fin de semana, sinónimo de descanso, aunque también había que laborar en el departamento. El sábado Alessia, Jordan, Meaghan y yo salimos a cenar y a divertirnos un poco ya que por nuestros trabajos no lo hacemos tan a menudo como antes. Meaghan me comentó que él y Mae habían salido y le había gustado pasar tiempo con ella, me alegré por eso, ojalá surja algo entre ellos muy pronto. El domingo era día de compras y limpieza, ya Alessia y yo nos habíamos encargado de lo primero así que sólo faltaba ir al supermercado por algunas cosas.
Terminé de hacer las compras y uno de los empleados me ayudó a llevar las bolsas al auto –vine en el de Alessia–. Terminé de guardarlas dentro de éste y me sobresalté cuando alguien cerró la maletera antes de que yo lo hiciera. Me giré para ver quién era y su identidad me intimidó aún más.
– Savannah, qué grata sorpresa tengo de verte... – Su rostro lucía igual que las otras veces que lo había tenido frente a mí. Esa mirada tenebrosa y oscura, y esa sonrisa a medio lado de autosuficiencia. Aunque lo que ahora reflejaba era rencor y venganza, o al menos eso era lo que yo interpreté.
– Malcom... ¿Qué haces por aquí? – Estaba estática, Malcom nunca me dio buena espina y el hecho de que estuviéramos los dos en un estacionamiento completamente solitario me ponía nerviosa.
– Pues, supongo que lo mismo que tú – Vi sus manos y no traía nada en ellas que me hiciera pensar que vino a hacer compras también, sólo vi sus puños apretados. Supongo que las dejó en su auto... Eso no me relajó. – Creo que tengo que felicitarte por lo bien que te ha ido Savannah, hasta en la prensa saliste, vaya... Y no sólo eso, también el gran magnate del éxito Khaled Agramont te abrió las puertas de su empresa. Impresionante para alguien como tú. – Sus palabras destilaban una combinación entre sarcasmo y un desprecio escondido. Debe estar más que molesto, su plan falló y no pudieron culparme de lo que trató de hacerle a la empresa de su propio padre y hermano. Y ahora estaba frente a él, no sé qué sería capaz de hacer.
– Sólo hago mi trabajo... Ehmm... bueno, ya me tengo que ir, adiós. – No quería hablar con él, sentía rabia por todo lo que pasó y miedo a la vez porque sé que Malcom, después de lo que le hizo a su propia familia, hacerme algo a mí no sería un problema para él. Cuando me giré para subir al auto él me lo impidió tomándome fuertemente del brazo. Temblé.
– No, hasta luego. – Su rostro ahora estaba serio, se mantuvo así por un momento pero luego apareció de nuevo esa sonrisa arrogante y me soltó. Se giró y se fue. No quise ver hacia dónde sólo encendí el auto y me fui rápidamente de ahí. Respiraba agitadamente y mi corazón latía muy rápido. Encontrármelo ahí fue muy extraño y de verdad tuve miedo, decidí olvidarlo y no volverme paranoica, no valía la pena.
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Incluido En Mis Planes
RomanceSavannah Munz es una muchacha sencilla, humilde, lista y testaruda que acaba de terminar sus días de universitaria para entrar en el mundo de los negocios como Ingeniera Civil y está muy emocionada por la nueva vida y responsabilidades que ahora ten...