Incluido En Mis Planes

Capítulo XVIII

*P.O.V Alessia*

Ya era hora de irme al hospital y de verdad me preocupaba que Savannah aún no hubiera llegado. Siempre llega entre las cinco y seis de la tarde pero ya casi son las once treinta de la noche y nada que aparece. ¿Y si está con alguien? Intenté llamar a su móvil varias veces pero no me contesta, tal vez Meaghan esté con ella o sepa dónde pueda estar. Jordan me texteó hace rato y él tampoco sabe nada de ella.

– ¿Meaghan? – Dije cuando por fin atendió la llamada.

– Sí, ¿qué pasó?

– ¿Estás con Savannah?

– No, ¿por qué lo preguntas?

– ¿Y no sabes dónde puede estar? ¡Oh, Mae! ¿No está con ella?

– No, no lo creo. La dejé en su casa hace poco, ¿pasa algo? Estás preocupándome.

– No lo sé, no he visto a Savannah desde que se fue por la mañana a trabajar y no me atinan las llamadas ¡¿dónde diablos está metida?! – Ahora que ni Meaghan ni Mae saben dónde está, en serio estoy por pensar lo peor. Savannah no es de las que se pierden sin avisar, ni si quiera es de las que salen de casa.

– Cálmate, no tenemos que pensar así. Tal vez llegue dentro de un rato, no lo sé... ¿No te dijo si iba a alguna parte o saldría con alguien?

– No, no sé, no lo sé... – ¿Y si estaba con su jefe trabajando en algo importante? No lo creo, me habría avisado, ¡sea lo que sea me habría avisado! Mejor llamo al hospital, no puedo ir a trabajar sabiendo que mi mejor amiga puede estar en peligro.

– Esperemos, si no llega llamaremos a la policía o la buscaremos nosotros mismos.

– Está bien, esperaré...

*P.O.V Khaled*

Llevo más de dos horas repasando esas líneas en mi cabeza, una y otra vez. Me siento tan avergonzado. No puedo creer que me haya escuchado ¿cómo demonios pasó eso?

–  ¡Khaled! ¿Ya llegaste? – Escuché la voz de mi hermana gritar desde la sala. – ¿Qué estás haciendo aquí? – Y ahora atravesaba la puerta de mi habitación.

– Pues, creo que ésta es mi casa.

– Sí, pero no estás haciendo... nada. ¿Debería preocuparme? – Dijo sentándose a mi lado, sobre mi cama.

– No lo creo. ¿Dónde estabas?

– Fui a comprar algunas cosas. Savannah me acompañó. – Ése nombre...

– ¿Ah, sí? Y... ¿qué te dijo? – Le pregunté. Sólo por curiosidad.

– Pues, nada fuera de lo común. ¿Tenía que haberme dicho algo?

– No, sólo... Ya sabes, sólo preguntaba...

– Claro... Iré a tomar una ducha. – Me dio un beso en la mejilla y se fue. Me mantuve despierto hasta muy tarde pensando en aquellas palabras. Estaba ansioso por verla, mucho más que cualquier otro día. Así que yo le gusto... ¿Habré escuchado mal? Me siento tan estúpido. No sabía qué iba a decirle mañana pero tenía que hablar con ella y aclarar éste mal entendido, lo que dije por lo visto la hizo sentir mal. De verdad no fue mi intención hacerlo, estaba molesto y lo dije por pura rabia. Ojalá pueda escucharme y dejarme explicarle por qué dije lo que dije...

Ya había pasado casi media mañana y no había visto a Munz, ni si quiera vino a trabajar ¿estará enferma? Josephine no recibió ninguna llamada de notificación de su parte, ella no es de las que se despreocupa por sus responsabilidades y deja todo tirado. Justo hoy que necesitaba más que nunca hablarle, faltaba...