– ¡Demonios Savannah, muévete o me largaré sin ti!
Esa fue mi mejor amiga Alessia. Se suponía que debía estar lista hace media hora, debo terminar de ducharme, vestirme y hacer el intento de maquillarme aunque sea un poco, pues, hoy es mi primer día de trabajo y ya está saliendo todo mal sin siquiera acabar de salir el sol por completo. Usualmente mis días no transcurren así, mi vida es de lo más tranquila y normal posible, en serio. ¡Son las 6:30am y Alessia debe estar en el hospital a las 7am! Y yo debo llegar a mi destino media hora más tarde. Se preguntaran por qué estoy retrasada y la razón es que me enrede con las sabanas al salir de la cama y cinco minutos después resbalé en la regadera, sí, dos tremendas caídas en menos de diez minutos causándome el triple de ese tiempo en retraso.
No quiero que me despidan de mi nuevo trabajo sin siquiera haber comenzado, seria humillante y lloraría la semana completa ya que he esperado este día casi toda mi vida y no ha empezado nada bien ¡no quiero arruinarlo con mis torpezas! Pues, trabajar para una de las empresas constructoras más reconocidas en el continente es algo que no te puedes dar el lujo de perder solo por llegar con media hora de retraso en tu primer día. Y lo logre gracias a este cerebro fundido, a los tres mejores promedios académicos de la universidad de donde recién egresé iban a darles esta oportunidad y lo conseguí ¡es lo mejor que me ha pasado en la vida! Aunque no fue nada fácil, tuve que quemarme las pestañas estudiando para ser uno de esos tres afortunados y desde ese momento he esperado este día.
Salí de la ducha como pude, ¡me dolía hasta el pelo! Me puse un vaquero medio ajustado, no me gusta usar ropa ajustada. Un jersey gris y mis botas y bolso marrón claro. Recogí mi cabello en una coleta ladeada alborotada y me maquille natural, solo un poquito. En realidad no me gusta verme muy extravagante. Mi estilo es: "cómodo, lindo y sencillo" ya que no me gusta llamar mucho la atención y aunque quisiera no podría, a ver, tengo 23 años de edad y soy en serio muy delgada (a pesar de que como más que el mismo diablo), tampoco es que sea una raquítica, tengo curvas pero no es que me guste mucho lo delgada que soy, pero en fin, me siento bien como soy.
– ¡Savannah, muévete, ya me voy! – Gritó Alessia desde la sala.
– Ya estoy lista, no te alteres.
– Te espero en el auto ¡apresúrate!
Y salió como alma que lleva el diablo. Alessia es todo lo contrario a mí, ella es una hermosa rubia de cabello liso largo y ojos verdes, tiene un cuerpo perfecto, está bañada en dinero y es el centro de atención en cualquier parte que este y además es la mejor amiga del mundo. Somos amigas desde la secundaria, al igual que Meaghan y Jordan, mis otros dos únicos y dementes amigos. Jordan es un payaso rubio, es de piel tostada, cabello liso, ojos azules y es un tierno sabelotodo, trabaja en el mismo hospital que Alessia. Y Meaghan, mi casi hermano, es de piel blanca, tiene el cabello ondulado cobrizo y ojos grises, él trabaja en la empresa de su padre, de la cual es heredero, importan y exportan aparatos tecnológicos, es muy inteligente, dulce y divertido.
Los cuatro somos de Orchards. Alessia, Jordan y yo recién acabamos de mudarnos aquí a Vancouver, pero Meghan ya se había trasladado aquí hace dos años, siempre nos veíamos en vacaciones o algunos fines de semana cada que podía pero ahora que ya estamos todos aquí todo eso acabó.
Tomé o mejor dicho tragué de un sorbo el vaso de leche entero y me lleve la tostada para comerla por el camino, estaba nerviosa porque ya iba a estar en ese lugar y los nervios me afectaban incrementando mi hambre.
– Ale, es mi primer día de trabajo y quiero llegar viva, por favor, ¡¿puedes bajarle a la velocidad?! – Estaba fuertemente sujetada del asiento.
– Descuida, llegaras viva, no puedo perder el tiempo teniendo un accidente, yo también debo llegar - Dijo sin bajarle a la velocidad sino aumentándola aún más hasta que Dios oyó mis súplicas y llegamos.
– ¡Gracias Dios, llegue viva!
– Si, adiós. – dijo y voló en vez de conducir.
¡Oh por Dios, llegue, ¿Qué hago?! No había caído en cuenta de lo serio de la situación y me volví un manojo de nervios, no me movía, estaba ahí parada como una idiota justo donde me dejo Alessia viendo el enorme edificio que estaba frente a mí, ahora mi nuevo lugar de trabajo. Me dirigí a la entrada y pase a la recepción, una muchacha morena de cabello lacio negro y ojos verdes estaba detrás del mostrador, al verme me sonrió.
– Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte? – Dijo.
– Ahm, me llamo Savannah Munz, debía reunirme con el señor Colin Agramont. – Dije con la voz temblorosa y ruborizada por la vergüenza ¡sentía mi cara arder!.
– Querrás decir Khaled Agramont. – Me sonrió aún más, creo que se estaba burlando de mí ¡qué vergüenza!.
– ¡Ah, sí, claro! Khaled, lo siento. – ¡Si mi cara ardía, ahora es puro fuego!.
– Bueno el señor Agramont la esperaba, pero acaba de entrar en una reunión de última hora, y pues, debe esperar aquí. – Dijo un poco más seria.
– Ok, gracias, esperaré. – Me senté en uno de los sillones. Uhh, era cómodo.
Esperé ahí y mientras lo hacía miraba atentamente cada detalle de la sala donde estaba, todo era muy lujoso, claro, el dueño de esto tenía como diez empresas más regadas por todo el mundo, le sobraba el dinero, todavía no podía creer que iba a trabajar aquí, bueno no siempre porque como soy ingeniera tendría que estar trabajando de lleno en una obra, en campo, no siempre en una oficina. Me puse a pensar en todo, desde que salí de la universidad, de mi casa, en mis padres, cuando Alessia y yo compramos el apartamento, bueno, nuestros padres lo compraron, todo ha pasado muy rápido.
– Señorita – Salí de mis pensamientos al oír la voz de la recepcionista que me llamaba y me acerque hasta donde ella estaba.
– Lo siento, pero debe dirigirse acá. – Me tendió una tarjeta con una dirección, la tomé.
– No entiendo, ¿por qué?. – pregunté.
– Como le dije antes, el señor Agramont acaba de tener una reunión importante de último momento, ahora está asociado con la empresa constructora O'Neal y se acordó que usted trabajará allí. – dijo de una manera muy limpia.
– Oh, bueno, entonces ya no trabajaré aquí. – No sabía cómo sentirme, sólo esperaba que la otra empresa fuera, ¡no lo sé...! Quería hacer bien mi trabajo y no sabía dónde me iba a meter. – ¿No debo arreglar ningún documento?
– No se preocupe, todos ya fueron modificados y trasladados allá, sólo debe presentarse y la recibirán en este momento.
– Oh, ¿ahora? Bueno, iré, muchas gracias, adiós.
Bueno, no era lo que esperaba pero peor hubiera sido que me dejaran sin trabajo por una "reunión de último momento". Además, si ahora estaban asociados quiere decir que la empresa O'Neal es tan importante como la Agramont. Tomé un taxi y cuando llegué tuve la misma sensación que antes, fue como un Deja Vu, los nervios y la ansiedad me carcomían y estaba parada frente al gran edificio, hice lo mismo que antes, me dirigí hacia adentro, hasta la recepción, dije mi nombre y por qué estaba ahí y me hicieron subir hasta la oficina del que sería mi nuevo jefe. Toqué la puerta y me invitaron a entrar.
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Hola! Este fué el primer capítulo! Espero que les haya gustado. Soy nueva en esto, es mi primera historia! *--* Bueno subiré semanalmente o puede que 2 días a las semana, nos les especificaré todavía cuales, cuando esté segura les aviso!
Voten y Comenten! Quisiera saber sus opiniones, son importantes para mi! Digan lo que sea! <3
PD: AHI LES DEJE LA FOTO DE SAVANNAH! :D
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Incluido En Mis Planes
Storie d'amoreSavannah Munz es una muchacha sencilla, humilde, lista y testaruda que acaba de terminar sus días de universitaria para entrar en el mundo de los negocios como Ingeniera Civil y está muy emocionada por la nueva vida y responsabilidades que ahora ten...