Escritos de una mente en Decadencia 📝

Pasado

Es extremadamente difícil mirar hacia atrás, hacia algo que aún no superas, sin sentir ganas de llorar y un inmenso vacío en tu interior.

Te comes la cabeza, pensando en lo que salió mal, pensando si fuiste tú quien falló en algo, lo que duele más es cuando todo acaba y no sabes el por qué, no te dan explicaciones, ni razones, ni siquiera se cierra el ciclo, simplemente te dejan de hablar, de ver y tu... luego de intentar por todos los medios de aclarar las cosas y luego de humillarte un montón de veces, dejas de insistir.

Pero duele, duele jodidamente, y no soportas el hecho de que, no es un dolor físico, no lo puedes curar con un analgésico, no puedes ir al hospital y que te examinen y te manden medicamentos, no, es una especie de hueco, de vacío en tu interior que no desaparece, sientes que falta algo y de alguna forma sabes y no sabes el qué es, son temas que no han zanjado, la herida no ha cicatrizado y con cada roce, cada palabra, cada recuerdo de ese alguien o de un algo en algún momento feliz, te llena de nostalgia y anhelo.

Llegamos a soñar a lo largo de nuestras vidas, llegamos a imaginarnos siendo felices, pero no nos imaginamos la cantidad de obstáculos que tendremos que pasar para lograr "ser felices" si es que algún día llegamos a hacerlo, todas las decepciones amorosas por las que tendremos que pasar antes de encontrar a la "Persona indicada", pensando que cada vez, con cada decepción, se pierde una parte de nosotros, se la lleva la otra persona, pensando de a momentos, con el corazón roto, por otro romance fallido que el amor es una mierda y diciéndonos una y otra vez que no vale la pena abrirse con nadie más porque siempre terminas lastimado, por miedo a que vuelvan a herirte, pero te mientes a ti mismo, muy en el fondo sigue habiendo esperanza en ti, de encontrar a alguien.

Me pregunto en qué momento de la vida, es que podemos mirar a nuestro pasado, a todas esas decepciones amorosas, unas más dolorosas que otras, y simplemente sonreír, haberlas superado y que ya no te afecten. Y finalmente alcanzar algo, no un nivel de felicidad completa, pero sí por lo menos una porción de esta.