Escritos de una mente en Decadencia 📝

Nostalgia

Hoy fui a tu casa y sentí nostalgia.

Tengo la llave, pero tú ya no estás ahí, dejaste de estarlo hace un tiempo ya, y aunque no lo parezca, aunque no se me note y no lo exprese, te extraño cada día.

Si, me arrepiento de haber Sido floja, de "no tener tiempo" para subir simplemente dos cuadras para verte así fuesen 5 minutos, me arrepiento de no hablar más contigo, de no decirte lo tanto que te amaba y que aún te sigo amando.

Recuerdo ese día como si fuese ayer, algo en ti sabía que era el último, y por lo visto algo en mi también; te abracé fuertemente cuando te dije "hasta mañana" y un Te Amo quedó atrapado en mi garganta, el cual no sé por qué no dije en voz alta.

O si lo se, por mi puta falta de expresionismo, porque aún me da miedo decir lo que siento y mi propio orgullo y mi voz interna le dice que es ridículo, aunque no lo sea.... Se que tú lo sentiste, y se que sabías que te amaba.

Acabo de comenzar un nuevo proyecto, y se que estarías orgullosa de mirarme crecer, de verme todos los días en tu casa, hasta las tantas de la noche, trabajando en lo que me gusta y en lo que creo.

Quise reprimir el dolor de tu partida pero no pude; quiero alejarme del vacío pero eso es lo que siento cuando miro a la sala y no te veo allí sentada mirando tu novela, o dormida descuidadamente es esa misma silla.

No quiero decirle a nadie que te extraño, porque no se si lo entenderían, o quizá la voz de mi cabeza sigue torturandome diciendo que es estúpido y que a nadie le interesa, porque ya no estás y no se puede hacer nada al respecto.

Escuché nuevamente hace una semana como fue para mamá la noche de tu muerte, y creí que podría con eso pero no fue así. Sigo recreando en mi mente ese último abrazo, la última palabra y la última mirada; sigo recordando esa llamada menos de dos horas después, el llanto desgarrador y el caos que vino después. Sigo viendo tu cuerpo en esa cama, tranquilo, inmóvil e inexpresivo, y aunque es egoísta de mi parte, sigo deseando que no sea verdad, sigo mirando de reojo la silla en la sala, por si llego a verte, sigo escuchando tu voz llamándome y diciendo mi nombre, sigo recordando tu olor, el tono de tu voz y todo de ti, y sin quererlo duele, aunque nadie lo note

Duele aunque nadie se de cuenta, y duele aunque yo misma quiera hacer que no duela.

Porque fuiste una de las primeras personas en amarme sin límites, porque me diste más de lo que cualquier persona podría esperar y nunca esperaste nada a cambio; me cuidaste, protegiese, consentiste, malcriaste y alcahuetiaste como solo tú podías hacerlo.
Hoy hay un vacío en mi corazón, y se que no quisiste que fuese así, pero es inevitable.

Al final es cierto que apreciamos las cosas que tenemos cuando las perdemos y aunque queremos, no valoramos lo suficiente hasta que ya es demasiado tarde.

Solo espero que estés en un sitio mejor, y que sepas que por aquí, seguimos esforzándonos día a día por salir adelante.

Te amo, y amo cada momento que pasé contigo, esos siempre se quedarán conmigo.