- Bueno. ¿Están listos?
- Sí - respondieron Janet y Adrian al mismo tiempo.
Las luces del estudio se encendieron y comenzaron a filmar. Hedley se convertía en otra persona frente a la cámara, moviéndose con gracia de bailarín y sonriendo como si fuese su cumpleaños. Janet era totalmente encantadora y simpática, haciendo muecas divertidas como si fuese una niña.
La voz de Johnie en el papel de Jigg, que era una pieza de rompecabezas gigante, anaranjada y computarizada, sonaba muy amistosa, siendo John Leeson uno de los mejores locutores que he conocido.
Me sorprendió la manera fresca y relajada en que se relacionaban entre ellos porque, cuando las cámaras se apagaban, apenas si se hablaban.
Además, cuando dejaban de filmar, Adrian Hadley era un imbécil, Janet Ellis era una mujer común y corriente y Johnie era un chico inseguro.
- Hola, Doig, ¿qué debo hacer yo? - pregunté en cuanto hicieron la pausa.
Doig me miró de arriba a abajo y luego suspiró con cansancio. Llevaba varias horas en el set y supuse que aún le quedaban varias más.
- ¿Acaso no leíste tu ficha, Watson?
- Sí pero es una porquería poco explícita - contesté con simpleza. No discutiría con él y tampoco dejaría de expresarme con la verdad.
Doig meneó la cabeza con aire melancólico.
- Escucha, Mike, me importa un bledo si te gustó mi ficha o no. Tú vas y haces lo que interpretes, ¿entiendes?
- No.
- ¿No?
- ¡No! ¿Y si interpreto algo que no es?
- Los muchachos de edición lo arreglan... Bueno, ahora ve a filmar.
Doig le pidió a un par de camarógrafos que me siguieran. Salimos los tres a la calle y los hombres me miraron indecisos. Yo llevaba el disfraz de Noseybonk pero no la máscara porque hacía calor. Además, me daba un poco de vergüenza andar con eso por la calle así que la llevaba dentro de una bolsa.
- ¿A dónde vamos? - preguntó uno, Jack, mirando a los lados.
- No sé - respondí. Estúpidamente miraba la ficha en mi mano esperando que las palabras tomaran otro sentido.
Escuché una risa que me sonó familiar y giré a ver quién era.
Nancy y su amiga la rubia se acercaban del brazo, riéndose y cuchicheando. ¿Por qué ellas estaban ahí? No tenía sentido siendo que vivían del otro lado de la ciudad. No quedaba otra explicación... Otra vez Nancy insistía en perseguirme, como toda una novia celosa, aunque no éramos nada.
- Hola, Michael - dijeron al mismo tiempo. La rubia acarició uno de sus rizos haciéndose la linda con los camarógrafos, quienes miraban con aburrimiento.
- Hola, chicas... Lo siento pero estamos trabajando así que... ¡Adiós! - de un salto me subí a la camioneta y los hombres me copiaron.
Por suerte, ninguno hizo ningún comentario.
Llevaba desde el kinder tratando de quitarme a Nancy de encima. Si bien ella tuvo novios y yo tuve novias, no dejaba de perseguirme. Cuando me mudé a vivir solo, creí que se solucionaría el problema pero ella comenzó a ir a casa de mis padres.
Y no pasaba un sólo día en que no recibiera una llamada de mi madre preguntando cuándo me fijaría en la buena Nancy.
- ¿Qué tal si vamos al parque? - ofreció Jack.
- Claro, vamos al parque.
Y llegamos al parque.
Me puse la máscara y me situé frente a la cámara. Apenas si había gente esa tarde en el parque, lo cual tomé como una bendición de Dios, Buda o algún Alien.
- ¿Y qué debo hacer? ¿Qué debo decir? - pregunté nervioso.
- Fuck - se quejó un camarógrafo.
Esa fue la única palabra que le escuché decir en toda la tarde.
- ¿En tu ficha dice algo sobre tu voz? - preguntó Jack acomodando el ángulo de la cámara.
- No, no dice nada en...
- ¡Entonces no hables y haz lo primero que se te ocurra!
Suspiré resignado. ¿Por qué me tocó trabajar en un estudio plagado de idiotas?
- Tres... Dos... Uno... ¡Acción!
Muy erguido, con mi porte orgulloso, saludé a la estúpida cámara. Después, salí corriendo y saludé desde más lejos...
Nunca me imaginé que ese día cambiaría el resto de mi vida, nunca imaginé que lograría meterme realmente en el personaje de Míster Noseybonk.
Ser Noseybonk era como volver a ser niño, en donde tus juegos y tus acciones no tienen que tener ni significado ni lógica alguna.
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Yo fui Noseybonk [Completa]
RandomMíster Noseybonk no fue una historia tonta. Fue real. No fue Adrian Hedley. Fui yo.