Yo fui Noseybonk [Completa]

6. Lisa-Marie

Desperté con una mujer metida en mi cama. La cabeza me daba vueltas y comencé a sentir un líquido amargo subiendo por mi esófago o como sea que se llame ese tubo que se conecta con el estómago.

Después de vomitar, ducharme, vestirme, tomar aspirinas, comencé a preparar el desayuno. La mujer no despertaba a pesar de que me esforzaba por hacer ruido. Era bastante bonita y supuse que la noche anterior debía haberse emborrachado más que yo para querer acostarse conmigo.

- Oye, muñeca, ya es hora de despertar... - dije moviendo su hombro. Lo cierto es que era cerca del mediodía y en unas horas debía ir a mi empleo en el supermercado.

Ella se movió despacio y pude verle uno de sus pequeños pezones. Abrió los ojos y miró el lugar asustada, cubrió su cuerpo con la sábana y se alejó de mí lo más que pudo.

- Soy Michael, hola... Hay café y tostadas en la cocina - saludé y la dejé sola en el cuarto. Su mente debía estar más llena de preguntas que la mía.

Encendí la televisión y me entretuve viendo la repetición de nuestro programa. Sonreí cuando llegó mi parte. En ese momento, ella apareció en la cocina con el pelo húmedo y vestida.

Se sentó frente a mí pero yo seguí viendo mi micro-actuación en la televisión. Debía pedirle más minutos a Doig, eso estaba claro.

- Te pido perdón... - susurró ella. La miré un momento y parecía arrepentida, triste. Eso hirió mi orgullo de hombre.

- No hay de qué, creo que no fue tan grave.

- Sí que lo fue, yo no hago estas cosas - replicó irguiendo la espalda.

Me encogí de hombros.

- No tiene nada de malo divertirse un poco.

- Pues... No estuvo bien, no es correcto - respondió.

Sin mirarla, pues había llegado la parte de Pterry el Pterodactilo, frunci el ceño.

- ¡Estamos a punto de empezar los 80's! Las chicas sólo quieren divertirse y está bien... Quítate esas ideas de los siglos pasados. Además, ¿qué cosa mala podría pasarte?

- No lo sé... Contagiarse de sida.

- Estoy sano... Creo.

- O quedar embarazada...

La miré espantado por la idea. Ella desvió la vista al televisor. Pensé que, si dejaba embarazada a esa mujer desconocida, podría mudarme del otro lado del país y así nunca me encontraría. Si mis padres se enteraban, seguro me obligarían a casarme con ella con la amenaza de dejarme sin herencia.

- Bueno... Eso no es tan grave, los niños siempre son una bendición...

- ¿Tú crees? - me miró esperanzada. ¿Por qué me acosté con una rarita?

- Sí, lo creo. Estoy en contra de condenar a las madres solteras... Ya suficiente dolor es tener que criar a un hijo sola - expliqué.

- Mi nombre es Lisa... Lisa-Marie - dijo tendiendome la mano.

¿De dónde me sonaba ese nombre?

- ¡Ah! ¿Lisa-Marie? ¿Como Lisa-Marie Presley? - pregunté estrechando su mano, con una sonrisa burlona. Ella puso los ojos en blanco.

- Ni me lo recuerdes... Quisiera cambiar mi nombre.

- Yo también quisiera cambiar el mío... Me llamo Michael Watson - respondí riendo.

Lisa y yo nos vimos unas tres veces más en el mismo mes y luego se fue sin dejar rastro. No fue algo que me importó mucho ya que estaba más preocupado participando en castings de actuación.

Estaba ansioso y feliz. Recuerdo esa época con mucha alegría. Estaba en la flor de mi juventud y me llenaba de entusiasmo cada vez que alguien hablaba en televisión de Míster Noseybonk porque eso acrecentaba mi fama.
Pero toda mi fama y entusiasmo terminó cuando Lisa-Marie volvió a aparecer en mi vida, después de varios meses. Casi me caí de espaldas cuando abrí la puerta del apartamento y la vi con esa panza gigante. Sí, ella estaba embarazada.

- Hola... No sé si te acuerdas de mí... - susurró con timidez.

Estuve a punto de decirle que no y cerrarle la puerta en la cara.

- Lisa-Marie, ¿verdad? Entra.

Tuvimos una larga charla y bastante seria. Sus padres le echaron de casa en cuanto su embarazo comenzó a notarse. Una tía suya la recibió en casa.

Tuvimos que ponernos al tanto de nuestras vidas en esa tarde. Ella era estudiante de Ciencias Sociales y sus padres eran católicos ortodoxos. Se notaba que sufría mucho y supe que ese bebé cambiaría mi vida para siempre.