Capítulo 8: Uno más...

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Leer la nota del final!!

CAPÍTULO 8

Uno más…

-Andrea, no puede ser verdad.

-Yo…                  

Y empiezo a llorar, acabo de arruinar mi vida. Mi novio perfecto me va a dejar, no podré estudiar, seré madre soltera, suspenderé este semestre y me quitaran la beca, sin beca no podré pagar el piso, tendré que volver a casa de mis padres, a mi pueblo, me mirarán mal, tendré que ponerle a mi hijo mis apellidos porque Álvaro no aceptará que es su hijo para no tener que salir en revistas y la televisión y yo…mi vida está arruinada.

-Bien, tranquila, podremos con esto.

Oh sí, mi vida está arruinada.

-Yo lo siento.

-Tranquila, todo estará bien, también fue mi culpa.

Espera.

-¡Qué!

-Eso, también fue mi culpa.

-¿No me vas a dejar?- digo mientras me seco las lágrimas.

-Claro que no, yo no podría hacer eso.

-Dios, te amo.

Y me lanzo a él, lo abrazo y lo beso en la mejilla.

-Te amo.

¡Le amo! ¡No me va a dejar siendo una madre soltera!

-Álvaro, estoy de siete semanas.

-Uo tendremos que empezar a hacer preparativos solo nos quedan treinta y un semanas.

-Álvaro tranquilo.

Uo, Álvaro parece más nervioso e impaciente que yo. Me río, al final no ha sido tan malo y Carlos da buenos consejos.

-¿De qué te ríes? Abre el portátil y empecemos a ver carritos para el bebé.

-Álvaro todavía no se sabe si es chico o chica.

-Pues busquemos cosas unisex, así servirán igual.

-Álvaro tranquilo, hay tiempo.

-¡Se lo tendremos que decir a los chicos y a nuestras madres y mi hermana! ¡Le hará súper ilusión a mi hermana!

-Okey, se lo diremos si quieres ahora.

-Mejor en persona.

-Pues cenaremos juntos.

-Oh Andrea ¡tendremos que comprar una casa! ¿Dónde está el dibujo de la casa que querías tener? Podemos comprar una parecida y hacerle reformas. ¡Oh sí! Esta tarde iremos a ver casas.

-Álvaro relájate, lo primero si quieres será la casa y decirles a nuestros familiares. Cuando ya esté de unos cinco meses entonces veremos el carrito y todo eso. Pero lo mejor será ver la casa primero, ya que con la barriga muy grande yo no quiero estar de reformas. Pero no hace falta está tarde.

-Vale, vale. Pero ¿podemos invitar a cenar a los chicos para decirles?

-Claro.

-Álvaro, abro yo.

Me dirijo a la puerta y la abro.

-Hola chicos.

-Hola.- dicen al unísono.

Remembering [Auryn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora