Capítulo 11: De vuelta...

4.8K 46 4
                                    

CAPÍTULO 11

De vuelta…

Cuando llego a casa después de todo un día por Hollywood me siento feliz, pero es cuando me siento en el sofá y mi cabeza empieza a dar vueltas que una lagrima resbala por mi mejilla.

¿Y si ha dejado de quererme? ¿Y si no soy suficiente buena para él? ¿Y si prefiere a otra en vez de a mí? ¿De verdad me ha querido? Está claro que no soy suficiente para él, nunca he sido lo suficiente buena para él ni lo seré. De todas esas chicas que van detrás de él alguna podrá reemplazarme, seguro que se puede olvidar de mí. Además ¡venga ya! ¡Yo no soy nada!

Me abrazo al cojín y sigo llorando.

-¡Andrea! ¡No!

Mirela viene corriendo a mí cuando me ve ahí tumbada llorando. Me abraza y me acuna.

-Andrea, pensaba que estabas mejor, por favor anima esa cara. No quiero verte mal.

-Mirela, yo…nunca había estado así por alguien, yo realmente lo quiero.

-¡Vaya si nunca habías estado así por alguien! Creo que nunca has llorado por un chico y con él llevas días sin levantar cabeza.- lo dice con una sonrisa. Intenta levantarme el ánimo pero no puedo.

La abrazo más fuerte y lloro. Noto su camiseta completamente mojada por mis lágrimas y sin embargo ella no se queja, tampoco se queja de que mi rímel se le haya esparcido por la camiseta y el cojín.

-Le quiero.- es lo único que digo, es lo único que mi mente grita.

“¡LE QUIERES DEMASIADO!” me grita mi subconsciente y sobretodo, mi corazón.

Al pasar unos minutos, calculo que unos diez, me seco la cara y me levanto.

-Vamos a preparar la cena, ahora como por dos.- le digo riéndome.

Tendré que salir de esta, el tiempo lo arregla todo, solo tengo que darle tiempo al tiempo. Es lo que intento pensar, además no quiero que mi hijo solo conozca mi parte más llorona. Porque aunque esté ahí dentro, creo que él me escucha.

Llevo más o menos un mes aquí, dentro de poco será Navidad. Hoy vuelvo con Mirela a Madrid, estaremos unos días allí y luego iremos a nuestra ciudad a pasar las vacaciones.

 Estos días los he pasado estudiando mientras ella iba a la universidad, mi amiga Elena me ha estado pasando los apuntes por correo para los exámenes de después de Navidad y, se puede decir que voy al día. Durante el día me concentraba en estudiar y así olvidaba a Álvaro durante unas horas. Por la noche lloraba hasta dormirme…

Con Carlos hablo todo los días por whatsapp o por teléfono, le voy contando cómo va el embarazo y como estoy. Él me dice que no tengo barriga, pero yo sí que noto como va creciendo, ¡ya me ha crecido cuatro centímetros! Me río, el bebé está siendo un gran apoyo. Con los chicos también hablo y según ellos Álvaro lo está pasando mal. Necesita verme y no perderse el embarazo, pero intento no pensar en él ya que me sigo poniendo igual de mal que el primer día. Álvaro me envía un mensaje diario y aunque a veces es simplemente un “¿cómo estás?” siempre acabo teniendo alguna pequeña conversación con él. No puedo evitarlo, me recuerdo cada vez que me habla el daño que me está haciendo, pero no puedo evitarlo.

-Andrea, ¿lo tienes todo?- me grita Mirela desde la planta de arriba.

-Sí, ¿y tú?

-Sí, ya bajoooo.- me vuelve a gritar.

Y es que estamos las dos súper emocionadas de volver a ver a nuestras familias, ella lleva medio año sin ver a sus padres y yo bueno, también tengo ganas de volver. Tengo unas enormes ganas de ver a mi familia, a Carlos y a los chicos, pero no creo estar preparada para ver a Álvaro. Pero bueno, no puedo quedarme aquí siempre.

Remembering [Auryn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora