CAPÍTULO 15
¿Feliz?
Entro al ascensor y Álvaro me sigue. Se acerca a mí y, sin poder evitarlo, me río como una tonta. Le da al botón y las puertas se cierran. Me coge de la cintura, acercándome tanto a él que me pongo nerviosa. Su cuerpo está tan cerca del mío… Apoyo la espalda en la pared y mis manos se cogen al cuello del traje, estirándolo hacía mí. Mi cuerpo responde solo, sin pensarlo ya le he besado. Nuestras caras se quedan a tan solo unos centímetros, sonrío y él hace lo mismo. Y una vez más me pierdo en sus ojos, pero esta vez también lo hago en su sonrisa. Esa sonrisa que me mata, esa sonrisa que solo él tiene, esa que hace que sienta algo tan raro dentro de mí. Levanto la vista y veo que me está mirando la boca, provocando que sonría más. Me mira a los ojos y se muerde el labio inferior, su cara ahora expresa ¿deseo? ¿Deseo por mí boca? Sus ojos vuelven a ella y los míos se concentran en su labio mordido. ¿Por qué hace eso? Es realmente provocador…
-¿Te gustan mis labios?- le pregunto intentando sonar ¿seductora? Sí, estoy intentando sonar seductora, por una vez quiero provocar deseo. Quiero que me desee al igual que hago yo por él.
-Demasiado.
Y nos besamos, sin poder hacer nada al respecto. Porque en este momento parece que los dos tengamos esa enorme necesidad de sentirnos cerca. Estiro más de él, sus manos empiezan a recorrer mi espalda, suspiro aturdida. Abro los ojos despacio, con miedo de que sea un sueño, de que hayan sido imaginaciones mías. Y ahí lo veo, me mira dudoso mientras desabrocha un poco el traje. Asiento despacio y suelto los brazos, empieza a besar y morder mi cuello, provocándome todavía más. Mis manos buscan la pared para poder sujetarme ya que mis piernas se notan un poco inseguras. Entonces noto un pequeño mordisco en el lóbulo de la oreja y sin pensarlo me subo a su cintura, mis piernas enrolladas a ella, sus manos sujetando mis muslos y mis dedos enredados en su pelo. Empieza con un pequeño recorrido de beso y mordiscos por la zona del cuello y yo solo pienso en más. Está claro que se ha salido con la suya. Pero entonces, cuando mi cabeza vuelve a pensar, me acuerdo que estamos en un ascensor.
-Álvaro…- digo intentando que pare, que se detenga…pero sinceramente no me gusta la idea de parar. Y admitiéndolo, me atrae más la idea de estar en un ascensor ahora mismo.
Ding.
Nos miramos alertados, nos separamos de un salto y me paso la cremallera lo más rápido posible. Se abren las puertas y Álvaro disimuladamente se hace el pelo. Cuando miramos hacía fuera nos encontramos con una chica vestida de uniforme y un mecánico. ¿Qué?
-Lo sentimos tanto, no volverá a pasar. Ahora mismo se le va a hacer una revisión al ascensor, espero que no se hayan hecho muy largos los quince minutos.
-Tranquila, estamos bien.- le dice Álvaro siguiéndole el rollo.
-Perdón y buenas tardes.- nos dice la chica.
Cogemos las tablas de surf que pensándolo bien, no sé en qué momento las soltamos y salimos del hotel directos hacía la playa. Nos cogemos de la mano y me río.
-¿De verdad nos habíamos quedado encerrados en el ascensor?- le pregunto a Álvaro.
-Pues no sé, pero vaya…- me sonrojo recordando y agacho la cabeza intentando esconder mí cara.
-¡Olvidemos eso!- le digo avergonzada.
-Es imposible de olvidar, ¡casi nos pillan en un ascensor! - me sonrojo todavía más y él suelta una carcajada.- Me encanta cuando te pones igual de roja que un tomate.
-Pues a mí no me gusta nada cuando te pones a reírte de mí. -le digo mirándole fijamente a los ojos.
-Te quiero ¿sabes?
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Remembering [Auryn]
Romantizm¿Y si un día te despiertas en la cama de un hospital y no recuerdas nada? Pero lo más fuerte es que está a tu lado Álvaro Gango y te llama “CARIÑO”. >