Ya estaban en la segunda semana de febrero, y al fin el viernes había llegado, más rápido de lo esperado. Todos estaban ansiosos por la nueva salida a Hogsmeade. Aunque a los prefectos les había tocado supervisar las autorizaciones de los alumnos más pequeños para poder ir. Obviamente, serían las mismas parejas de las rondas nocturnas.
Hermione no sabía cómo sentirse. Su plan estaba fracasando rotundamente. Se le acababa el tiempo, tenía que poner el brazalete en la muñeca de Draco antes de que finalizara el año, sino sería su perdición. Algunas noches tenía pesadillas, de que estando en su casa con sus padres, llegaba Malfoy con un séquito de Mortífagos. Estaba exhausta, necesitaba una solución pronto.
Hoy tocaba pociones, y por fin sabría a qué olería su Amortentia y si se ganaría la poción Felix Felicis. Estaba ansiosa, tenía que ganarla. Así todo sería más fácil.
—Como sabrán, hoy anunciaré al ganador de la poción Felix Felicis. Primero que todo, el Director pensó que sería lúdico que algunos de ustedes compartieran su experiencia con su propia poción de Amortentia.— Con un ligero movimiento de varita, a cada estudiante le apareció un frasco en su pupitre. Algunas pociones tenían un color nacarado, otras rosado intenso, y la de Neville era rosa pastel.
—Dígame, Potter. ¿A qué huele su poción?— Preguntó mordaz.
Harry inhaló el olor de su Amortentia.—Huele a chocolate y flores— Admitió.
—¿Y el suyo, Longbottom?— Preguntó con malicia.
Neville se sonrojó, humillado.—A nada, profesor. Mi poción no tiene ningún olor.— Admitió.
—Eso es por que no le añadió la cantidad correcta de Hinojo, Longbottom. Veamos...Señorita Granger, ¿A qué huele la suya?— Inquirió.
Hermione no sabía dónde había olido un aroma en específico.—Huele a pergamino nuevo, a menta y también un toque cítrico...¿Limón, quizás?— Dijo confundida.
—Interesante...Señor Nott, dígame usted ahora.— Continuó el Pofesor Snape.
—La mía huele a sándalo, con un toque de jazmín.— Dijo, sabía quién olía así a la perfección.
—Y por último, quisiera saber a qué huele su Amortentia, joven Malfoy. Luego de esto, anunciaré al ganador.— Dijo con aburrimiento. Estimaba mucho a Dumbledore, pero a veces no entendía el porqué de sus actos.
—Hmm...— Draco palideció. Diablos, olía a Granger.— Huele a césped recién cortado, y a pastel de calabaza— Mintió. En realidad olía a canela y a libros recién comprados. Pero eso, era algo que jamás admitiría.
—Bien. Debo decir que según el Director, la mayoría de las pociones estuvieron bien preparadas, a excepción de algunos -miró a Neville- Sin embargo, sólo dos alumnos destacaron por sobre los demás. Por lo cual, se decidió premiar a ambos. Señorita Granger, Joven Malfoy.— Les hizo una seña para que se acercaran a su escritorio.
Hermione gritó de felicidad por dentro. Theo sonrió, sabía para qué lo usaría Granger, al fin y al cabo ya habían hablado de eso. Draco se sorprendió, no es que le hubiese puesto empeño. Ambos se pararon de sus asientos, en busca de los frascos.
—Úsenlas bien, no está permitido utilizarla antes de algún exámen o torneo de Quidditch.— Explicó Severus.
—Está bien, profesor.— Dijeron ambos al unísono.
—Ahora pueden retirarse, debo atender asuntos más importantes. Para la próxima clase, escribirán un pergamino sobre la poción Veritaserum, cuya preparación será considerada como examen final.— Los despachó.
Hermione no podía recordar dónde había olido los aromas de la amortentia, estaba segura que los había sentido hace poco tiempo...¿Pero dónde?
—Granger, ¿Podemos hablar?— Le dijo Draco, asegurándose de que Blaise escuchara.
A hermione le tomó por sorpresa.—Sí, claro. Voy enseguida— Harry y Ron escucharon, y se acercaron protectoramente a ella.
—No vayas, Herms.— Ordenó Ron.
A Draco le hirvió la sangre. —¿Eres su perro guardián, comadreja?— Inquirió con malicia.
Ron no contestó.—Déjame sola, Ron. Puedo tomar mis propias decisiones.—
Ambos quedaron perplejos. ¿Hermione aceptaba una conversación de Malfoy? El mundo estaba cada más loco.
—Claro, Herms. Recuerda que hoy nos reuniremos ya-sabes-dónde para planear ya-sabes-qué— Dijo Harry.
—San Potty y sus misterios— Se burló Malfoy.
Harry lo miró con odio. Hermione se apresuró a decir — Vamos, Malfoy. Tengo que comenzar este trabajo, así que no puedo tardarme tanto.— Draco dio media vuelta, no sin antes sonreírles triunfantes a los imbéciles de cara-rajada y la comadreja.
Caminaron en silencio, sin mirarse. —¿Te parece bien si vamos a los jardines?— Sugirió él.
—Ah, sí. Claro, como digas.— Dijo sin expresión ella.
Cuando llegaron, no se sentaron. Sólo se detuvieron y se miraron por unos segundos.
Click. Hermione reconoció el aroma de su Amortentia. ¿Venía de Malfoy? Casi se desmaya, palideciendo de inmediato.
—¿Estás bien, Granger?— Dijo tratando de parecer despreocupado.
—Si, no te preocupes. Dime, ¿De qué necesitas conversar, Malfoy?— Intentó desviar el tema.
—Quiero que hagamos las paces, Granger. No te pido amistad. En realidad lo digo puesto que cuando sugeriste lo de la tregua, no lo había tomado en serio. ¿Estaría bien si intentamos ser amigos? Algo así como empezar de cero.— Vio por el rabillo del ojo, y a lo lejos se encontraba Blaise, observándolos.
—Pues claro, eso te había propuesto yo, Malfoy. En realidad fue mi idea— Dijo ella.
—Está bien, como digas. ¿Qué te parece, comenzar de nuevo?— Intentó no sonar tan emocionado sobre la idea.
—¿Qué?— Preguntó asombrada.
—Tal como suena, mi nombre es Draco Abraxas Malfoy, provengo de un linaje estrictamente elitista, conformado sólo por sangrepura. Pertenezco a la casa de Slytherin y soy el mejor buscador que ha tenido Hogwarts.— Sonrió.
Hermione quedó impactada. Jamás había visto sonreír tan sinceramente a Malfoy.
—Bien, Mi nombre es Hermione Jane Granger, mis padres son muggles, dudo que algún ancestro mío haya tenido alguna sangre de gota mágica. Estoy en la casa de Gryffindor...— Draco la interrumpió.—Está bien, eso no era necesario.— Dijo
—No fue mi idea, Malfoy.—
—¿Qué te parece si mañana vamos a Hogsmeade juntos?— Preguntó.
—¿Tú y yo?—
—Si quieres puedo invitar a Theo.— Dijo malhumorado.
Hermione vaciló. —No, está bien. Nos juntamos mañana a las 11.— Concretó.
—Nos vemos mañana entonces, Granger.— Se despidió y desapareció tan rápido como pudo.
Mañana sería un día extremadamente raro.
Cada uno se dirigió a su habitación, con sentimientos encontrados.
'Eso salió mejor de lo esperado' Pensó Malfoy.
'Me pregunto qué bicho le picó a Malfoy, en todo caso, será todo más fácil de este modo.'
Y así durmieron, esperando la junta. Ambos saldrían beneficiados, lo que ninguno sabía, es que a veces el destino es capricho, y tienes sus propios planes.
Disculpen por el capítulo corto, luego se vendrán más largos. Ya estamos entrando en la historia en si. Necesitaba explicar todo lo anterior para poder comenzar realmente. Quedan aún muchísimos capítulos, puesto que quiero que la historia principal y sus escenarios más importantes transcurran cuando el trío dorado esté buscando los Horrocruxes. Espero no se aburran aún! Les prometo que habrán muchas sorpresas. :)
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El Brazalete de Knomit
Romance"Te advertí que me dejaras en paz, que no me fastidiaras. Ahora, tienes los días contados. Y créeme, será peor si lo dices a alguien. Quizás te creas la sabelotodo perfecta, sin embargo yo sé cómo eres, y déjame decirte esto: Te mataré, Granger. No...