Capítulo 17: Cambios y Puntos de Vista.

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Buenas noches a todas, siento muchísimo la demora. Sin embargo, he estado estancada puesto que no sabía muy bien qué vendría a continuación. Es decir, tengo casi todas las ideas (menos el final jaja Estoy pensando seriamente en hacer algo macabro -inserte risa maligna-) pero no sé muy bien el orden que deberían llevar. En fin, acá estoy. He decidido agregar un poco del punto de vista de ambos, para hacerlo un poco más llevadero. No será siempre, pero quiero ver cómo funciona.

Quedaban dos meses y medio para que el año escolar finalizara, y Theo estaba preocupado. Draco estaba más arisco de lo habitual, de un humor de los mil demonios. Daphne estaba extrañamente más cercana que de costumbre, y Blaise no había tenido más momentos extraños. Por otro lado, Hermione lucía nerviosa, a menudo se distraía con facilidad cuando conversaban. A la vez, él también estaba angustiado, Dumbledore le había informado de una decisión extremista, para intentar amenizar las cosas entre Draco y Hermione, aunque no dio mayores explicaciones. Resignado, debía confiar en el criterio del profesor, al fin y al cabo, había tenido razón en muchas cosas anteriormente. Demonios, debieron haberlo pensado mejor. Se supone que hoy le harían llegar la noticia a ambos, y las manos no le dejaban de sudar. A su lado, tomando desayuno en el Gran Comedor, estaba Pansy, quien había cambiado drásticamente en el último tiempo, se veía feliz.

—Oye, Pans. ¿Sigues con el pobretón?— Dijo Blaise con malicia.

—Sí, imbécil. Y déjame decirte que es mucho más hombre que mucho de ustedes. Él sí sabe cómo tratar a una mujer— le escupió.

Blaise bufó. Maldita idiota. Ya no podía acercarse a Daphne cuando necesitaba porque ella también lo rechazaba, y cada vez se acercaba más a Theo. El desayuno pasó rápido y ya era tiempo de ir a clases. Pero de pronto, el director interrumpió todo. Desde su puesto, dijo:

—Antes que se vayan, queridos alumnos. Me disculpo por semejante interrupción, pero es imperante avisar que debo hablar de manera inmediata con Hermione Granger y Draco Malfoy en mi despacho a la brevedad, los estaré esperando. A los demás, ¡Tengan un buen día!— sonrió el anciano.

Ambos palidecieron y no pudieron evitar mirarse con cierto recelo. Las cosas últimamente no habían estado del todo bien, y había discutido más de lo normal en sus rondas. Quizás era por eso. Inevitablemente, fueron juntos al despacho, sin dirigirse palabra. Al llegar al despacho del director, vieron que estaba sentado en su escritorio, jugando con Fawkes.

—Buenos días— les saludó el profesor.

Ambos asintieron a modo de saludo y se sentaron en frente de él.

—Quizás les parezca extraña la forma en que los cité. Primero que todo, quisiera advertirles que no han hecho nada malo, por lo que no deberían preocuparse. El motivo que hoy nos reúne, es que han habido ciertos...cambios por así decirlo. Y se ha decidido que los Prefectos tengan su propia torre, conviviendo en parejas, para unificar aún más las casas de la escuela. Los demás prefectos ya están enterados de la situación, siendo ustedes los últimos en ser notificados. Y me temo que ya han deducido que ustedes han sido asignados a vivir por lo que resta del año escolar, en la misma torre. Sus cosas ya han sido trasladadas ahí, por lo cual comenzaría a regir el cambio desde ahora mismo— informó.

—¿Es una broma, Director?— Imploró la chica.

—No hay forma en la cual Granger y yo podamos vivir juntos, ni siquiera podemos hacer las rondas con algo de paz— Añadió Draco, aunque en secreto se alegraba por la decisión un poco. Sería divertido poder fastidiarla más a menudo. Se trató de convencer de que esa era la única razón de su repentina alegría.

—Es por lo mismo, joven Malfoy, que hemos llegado a esta decisión. He hablado con los profesores, y han accedido a darles el día libre para que se acomoden y escojan habitaciones. Una vez hecho, tienen que decirle al pequeño cuadro colgado en la pared, que esa será su habitación y se les será entregada una contraseña especial para que nadie no deseado entre. Espero tomen esto con madurez, y sean capaces de limar asperezas. Pueden retirarse— comentó Dumbledore con una sonrisa.

El Brazalete de KnomitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora