Hola a tod@s, quisiera explicarles que este capítulo quizás no me salió como esperaba, pero ya no quería que siguieran esperando. Prometo que antes de que finalice el año publicaré otro capítulo. Acabo de terminar este, y comenzaré de inmediato con el otro, que aviso será relleno pero necesario para continuar con la historia y ya ir de lleno al último año y que pase toodo, más que nada es para apresurar el proceso. Por favor, comenten. Tanto para saber si les gustó, si no les gustó, alguna idea, o lo que sea. Incluso los retos por mi tardanza serán bienvenidos. Disfruten, y no se preocupen, jamás me olvidaré de esta historia y la terminaré a como de lugar.
Hermione estaba paralizada. Todo rastro que pudo haber dejado el alcohol se borró automáticamente de su cuerpo al escuchar las palabras del elfo doméstico que apareció de la nada. "Ya sé para qué sirve el brazalete". Esas palabras se repetían en su mente. Malfoy se enteraría de qué le había puesto. Mil pensamientos recorrieron su mente en un segundo, o menos. ¿Qué opciones tenía? Hacerse la desentendida, huir y suplicarle a Dumbledore que volviera a la torre de Gryffindor, esperar a que el elfo contara todo y lanzar unos cuántos obliviate. Por Merlín, no. La última opción siquiera debió haberla pensado. ¿Cómo se lo tomaría Malfoy? Estaba perdida, sin duda. Habían dos posibles opciones de reacciones de Malfoy, que la matara en el acto por osarse a someter al gran príncipe de las serpientes, o que matara al elfo por decir semejante estupidez. Una gota de sudor le recorrió la frente, de verdad estaba en un lío.
Por otro lado, la sorpresa dejó en shock a Draco. Una cruel sonrisa se posó en sus labios, al fin tendría respuestas. Miró a Hermione y ella demostraba un terror profundo, de seguro la muy maldita sabía todo y nunca le quiso decir, a pesar de que insistió muchas veces en saber la verdad. El elfo miraba impaciente, y con cierto disgusto a la chica.
—¿Puede Kendra hablar?— dijo con nerviosismo al ver la sonrisa de su amo.
—C-creo que yo debería irme...—dijo Hermione levantándose del sofá, al instante que se puso de pie, Draco la tomó firmemente de los brazos, sentándola nuevamente.
—Tú no vas a ninguna parte, Granger. Eres la culpable de esto— dijo mostrándole el brazalete— Y de seguro estás impaciente por saber cuál es el maldito significado, por que claro, las veces que te pregunté, no sabias. Así que te sentarás y oirás cada palabra que este estúpido elfo tenga que decir.— Dijo arrastrándole las palabras, a medida de que hablaba se había acercado tanto a ella que sus narices chocaban, y al mirarla directamente a los ojos sintió un chispazo, algo extraño se hizo presente en su estómago. Ella no respondió, sólo asintió y tragó saliva pesadamente.— Bien Kendra, ahora hablarás.— le ordenó.
—Kendra encontró la información señor. Kendra se tardó porque el amo Lucius estaba espiándole siempre y no podía buscar sin parecer sospechoso, pero Kendra finalmente obtuvo la información— dijo orgulloso el elfo doméstico— el brazalete que usted tiene incrustado en su muñeca se llama Brazalete de Knomit, es un antiguo artilugio egipcio que se usa para atar a la persona que lo lleve puesto, es decir, que la persona que le puso eso en su brazo, será inmune a usted. También usted, señor Malfoy, no podrá hacerle ningún tipo de daño, ni siquiera con palabras o sino será víctima de un dolor sin igual, tal como si le apretaran directamente el corazón...— continuó el elfo, temblando un poco al ver como Draco poco a poco se tensaba más y más.
—Prosigue, estúpido. No he dicho que te detengas.— dijo entredientes el chico.
—También tiene efectos secundarios, oh sí. Kendra descubrió también que el brazalete crea sentimientos de amor...es decir que usted sentirá enamoramiento por la persona que se lo puso. Pero hay más, amo Malfoy. Al ser esta magia muy antigua, también tiene el poder de crear un lazo sin igual...si algún día la persona "dueña" del brazalete la llama, usted podrá escuchar ese llamado, y aparecer donde está...supuestamente para socorrer a esa persona en caso de peligro... y también nada, ningún hechizo ni maldición puede sacar el brazalete, sólo la persona que se lo puso.— finalizó su discurso el elfo, un tanto incómodo y asustado.
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El Brazalete de Knomit
Romance"Te advertí que me dejaras en paz, que no me fastidiaras. Ahora, tienes los días contados. Y créeme, será peor si lo dices a alguien. Quizás te creas la sabelotodo perfecta, sin embargo yo sé cómo eres, y déjame decirte esto: Te mataré, Granger. No...