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Se arrastró por el suelo de concreto como pudo, hasta llegar cerca de un pedazo de madera que estaba rotó y tirado a unos metros de donde Taehyung lo había dejado tirado; era un pedazo pequeño de madera, que seguramente perteneció a uno de los bates que los chicos habían usado para golpearlo. Hoseok había planeado usar la punta para romper la cuerda que  estaba amarrada en sus manos.

Era inútil. Fue inútil, esta no era una de esas películas de ciencia ficción, aunque lo pareciera. Él no iba a desatarse con sólo eso; había sido iluso y tonto al pensarlo, por más que lo intentó, la cuerda no se rompió. Frustrado, las ganas de llorar regresaron.

La puerta se abrió antes de que pudiera siquiera hacerle un rasguño a la cuerda. La persona que entró era Taehyung, tenía el ceño fruncido, parecía enojado, el joven tiró su mochila a cualquier lado y fue hasta Hoseok. Lo pateó con fuerza y el mayor gimió de dolor. Apenas habían dejado de doler, los golpes de la paliza que le habían dado días atrás.

—Sigues vivo —Taehyung volvió a patearlo como si Hoseok se tratará de un costal de basura—, y apestas.

Luego sonrió descaradamente agarrándose el estómago, al verlo Hoseok podía confirmar que, Kim Taehyung, se había vuelto loco.

—Te hiciste en los pantalones, como un bebé, ¿quieres que compre pañales para ti?

—Vete a la mierda —respondió molesto, ganándose otro golpe en sus cosillas, se quejó y empezó a lagrimear—. Sólo mátame ya.

—¿Crees qué has sufrido lo suficiente?, no, no, ¡No lo has hecho!  —Kim grito derrepente y jaló de su cabellera, hasta tenerlo frente a frente—, vamos a ponerte bonito y a darte un baño.

Lo dejó en el piso y se movió por la pequeña bodega, después de unos minutos, regresó con Hoseok, en sus manos llevaba una cubeta de agua fría que le aventó encima a Jung. Se movió hasta poner sus manos en las delgadas caderas del chico, producto de la desnutrición y con rapidez le bajó los pantalones.

—¡No, no, jodidamente no! —Hoseok no supo como lo hizo, pero logro patearlo en la cara con sus dos pies aún amarrados.

Taehyung volvió a golpearlo en respuesta. Le arrancó los pantalones y la ropa interior y finalmente lo limpió con trapos húmedos, hasta quitar todo rastro de sangre que hubiera en su cuerpo.

Luego le puso una camisa azul encima, Hoseok era como un muñeco de trapo apenas logrando moverse. Cuando Taehyung se fue, se movió hasta la cubeta con agua y metió su cabeza tratando de beber y saciar su sed. Tenía mucha hambre. No podía contar los minutos ni las horas.

La puerta volvió a abrirse ese mismo día, aunque había perdido el sentido del tiempo, podía adivinar que sólo habían pasado unas cuantas horas. Sin embargo, esta vez no era Taehyung quien entraba,fueron otros hombres, los que lo habían golpeado. Probablemente venían por más.

—Jodanse —susurró para si mismo—. !Qué mierda!

Gritó al tipo, menudo, de cabello largo amarrado en una cola, moreno y lleno de tatuajes, que se había montado encima de él, el hombre sólo dijo algo como: —Lindas piernas.

—Suéltame —pidió con la cara llena de horror.

—Será mejor que te apures, yo voy después —se apresuró a decir otro chico, al mirarlo Hoseok se dio cuenta que se estaba masturbando.

—¡No! —gritó—. ¡Taehyung!, ¡Taehyung! —trató de alejar al tipo encima de él, pero parecía que sólo le hacia cosquillas—, ¡Taehyung!, ¡imbécil sé que estas ahí afuera!

"No, no, no, no"

Estaba asustado, su cuerpo temblando por el miedo, la primera estocada vino sin ningún tipo de preparación, por lo que su respiración se volvió dificultosa.

A pesar de que trataba de apartar al chico de encima, todos sus intentos eran inútiles, su interior ardía con cada golpe y cada embiste.

—Voy yo.

—Y luego yo.

Hoseok se quedo quieto, incapaz de moverse o siquiera intentar pelear.

—Taehyung —susurró, sabía que él menor estaba ahí, afuera de la bodega, podía verse su sombra en la puerta—, diles que paren, por favor Taehyung.

Los brazos de su madre lo apretaron fuertemente, ella sólo lloraba sintiendo lástima por él.

—Maldita sea, maldita sea —decía ella de forma desesperada—, que te han hecho bebé.

Su padre lo apartó de su progenitora, sin ningún tipo de consideración e hizo verlo a la cara.

—No puedes olvidar esto Hoseok, lo que ellos te hicieron, todos ellos sólo deben morir.

—!Malditos marcas! —gritó su madre, llena de amargura—. ¡Mil veces malditos!

—Hoseok, lo que paso, no puedes decírselo a nadie —advirtió su padre.

—Es sólo un niño, como pudieron hacerle esto —la mujer se desplomó en el sillón con la cabeza gacha. Evidentemente cansada y destrozada mentalemente. Habían arruinado la vida de su hijo.

Hoseok rodó en el piso y empezó a sonreír

—Deja vu, tal vez Karma, ¿Sigues ahí?

Taehyung gruñó como afirmación. Los otros chicos se habían ido apenas hace unos minutos, después de haberlo violado y apaleado, tanto que Hoseok no entendía porque no había perdido el conocimiento aún.

—¿Estas feliz?, disfrutaste viendo y escuchando cuando me violaban.

Taehyung volvió a gruñir, tiró el cigarro que fumaba al piso y llevó sus manos hasta su cara.

—No estoy feliz ni satisfecho, aún necesito que sufras más.

Mi abusador homofóbico | VHOPE-FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora